Carta a Pusey Quotes

“A pesar de las provisiones de la Santa Iglesia, la religión del pueblo es siempre una religión corrupta. Si la Iglesia ha de ser católica, debe admitir dentro de su red a peces de toda clase, huéspedes buenos y malos, vasos de oro y vasos de barro.”
― John Henry Newman, Carta a Pusey: La devoción a la Virgen María en la tradición de la Iglesia (100xUNO nº 106)

“Pero en un sentido ella sobrepasa a todos los seres, incluso a los que podrían ser eventualmente creados, en tanto es Madre de su Creador.”
― John Henry Newman, Carta a Pusey: La devoción a la Virgen María en la tradición de la Iglesia (100xUNO nº 106)

“Y tuvo este privilegio especial puesto que iba a ser la Madre de su Redentor y del nuestro, para que se dispusiera mental y espiritualmente a esta sublime tarea. Y así, con la ayuda de esta primera gracia, pudiera crecer en gracia, de modo tal que, cuando el ángel viniera y su Señor estuviera cerca, ella fuera la «llena de gracia» y estuviera preparada hasta donde una criatura puede estarlo para recibirlo en su seno. He tomado la doctrina de la Inmaculada Concepción como una conclusión inmediata de la doctrina primitiva de María como Segunda Eva.”
― John Henry Newman, Carta a Pusey: La devoción a la Virgen María en la tradición de la Iglesia (100xUNO nº 106)

“Todo esto es lo que enseñamos, pero negamos que ella tuviera pecado original, y por pecado original entendemos, como ya dije, algo negativo, a saber, solo esto: la privación de esa gracia sobrenatural inmerecida que tuvieron Adán y Eva en el momento de su creación; la privación y las consecuencias de la privación.”
― John Henry Newman, Carta a Pusey: La devoción a la Virgen María en la tradición de la Iglesia (100xUNO nº 106)

“Los católicos no sostenemos nada de eso. Nosotros consideramos que María murió en Adán como los demás; que fue incluida en la sentencia de Adán junto con todo el género humano; que contrajo la deuda de Adán como nosotros, pero que por amor a Aquel que debía redimirla junto a nosotros en la Cruz, a ella se le remitió la deuda por anticipado, en ella no se cumplió la sentencia, excepto en lo que se refiere a su muerte natural, pues murió cuando llegó su hora, como los demás100.”
― John Henry Newman, Carta a Pusey: La devoción a la Virgen María en la tradición de la Iglesia (100xUNO nº 106)

“También hay otra cosa a considerar acerca de estas mujeres, Eva y María, y es algo maravilloso. Eva se convirtió en la causa de muerte para el hombre […] y María en la causa de vida, para que la vida esté en lugar de la muerte, la vida que excluye la muerte que vino por la mujer, y me refiero a Aquel que a través de la mujer se ha convertido en nuestra vida». (Adversus Hæreses (también conocido como Panarion) 78,18)91.”
― John Henry Newman, Carta a Pusey: La devoción a la Virgen María en la tradición de la Iglesia (100xUNO nº 106)

“Así como ella, teniendo a Adán por esposo pero siendo aún virgen […] desobedeció y se convirtió en la causa de muerte tanto para ella como para toda la raza humana, así también María, desposada pero siendo aún virgen, al obedecer se convirtió tanto para ella como para toda la raza humana en la causa de salvación […] Y a causa de esto el Señor dijo que los primeros serían los últimos y los últimos los primeros.”
― John Henry Newman, Carta a Pusey: La devoción a la Virgen María en la tradición de la Iglesia (100xUNO nº 106)

“Ahora bien, lo que es especialmente notable en estos tres escritores es que no hablan de la Santísima Virgen simplemente como el instrumento físico de la Encarnación de nuestro Señor, sino como una causa inteligente y responsable, siendo su fe y su obediencia cooperadoras a la Encarnación, obtenida como su recompensa. Así como Eva pecó contra estas virtudes provocando la caída del género humano en Adán, así María por medio de esas virtudes tuvo una parte en su restauración.”
― John Henry Newman, Carta a Pusey: La devoción a la Virgen María en la tradición de la Iglesia (100xUNO nº 106)

“Y de la misma manera que el género humano había sido atado a la muerte por una virgen, también por una Virgen fue salvado86, preservándose el equilibrio de que la desobediencia de una virgen fue contrarrestada por la obediencia de otra Virgen» (Ib. V, 19)”
― John Henry Newman, Carta a Pusey: La devoción a la Virgen María en la tradición de la Iglesia (100xUNO nº 106)

“Y así, el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María. Y aquello que la virgen Eva ató por la incredulidad, la Virgen María lo desató por la fe». (Adversus Hæreses III, 22,4)”
― John Henry Newman, Carta a Pusey: La devoción a la Virgen María en la tradición de la Iglesia (100xUNO nº 106)