Mira a esa chica Quotes

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Mira a esa chica Mira a esa chica by Cristina Araújo Gámir
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“Y se pregunta. Siempre lo mismo. Si de verdad ha pasado. Si es real. Si era él, si la ha mirado. O si todos aquellos segundos han transcurrido quizá en la pesadilla de otra persona, en el interior de otro cuerpo. A miles de vidas de allí.”
Cristina Araújo Gámir, Mira a esa chica
“Si ni siquiera sabe qué responder cuando le preguntan cómo se siente. Triste, supone. Y percibe que la palabra ha adquirido un espesor diferente en su voz. Antes la tristeza era algo ambiguo, un revoltijo de rutinas hostiles - pena, celos, nervios, frustración -. Porque suspendía un examen, o porque Jordan pasaba de ella, o porque alguien en clase la había llamado gorda. Pero la tristeza de ahora es distinta. Un elemento puro y sin adulterar. Una madriguera tupida en la que al final terminas por acoplarte. Contra esa tristeza, Miriam no opone ninguna resistencia.”
Cristina Araújo Gámir, Mira a esa chica
“Pues ya ves. Porque tiene que ser aquí. En casa no. Si hablasen del tema en casa entonces las palabras se quedarían rodando por las habitaciones, apoltronadas en el sofá, se enroscarían detrás de los libros, y reptarían por dentro de las grietas del suelo.”
Cristina Araújo Gámir, Mira a esa chica
“Sigue codificando datos y se ha quedado encallada en la costura entre esos dos mundos: uno en el que ella desató la avalancha al poner la denuncia, y este otro, donde su madre bosteza y compra tartar congelado y alinea tomates encima de un trapo de cuadros.”
Cristina Araújo Gámir, Mira a esa chica
“Ni siquiera logras asimilar todavía lo que ha ocurrido, y cuando tratas de hacer memoria, las imágenes se te deslizan entre los lóbulos del cerebro como un recuerdo que no te pertenece del todo, que se disgrega en una textura imprecisa. La estela borrosa del trauma de otra persona.”
Cristina Araújo Gámir, Mira a esa chica
“El dilema, la contingencia, la lógica, la intersección. Opuesto a la esperanza, la promesa, el ego, la fantasía. Qué hubiese pasado si.
Existe una realidad paralela donde el instinto de Miriam se pronunció: me quedo con Jordan.
Seis meses antes, dos meses antes, dos semanas, tres días, quién sabe, entonces hubiese dicho: sí, me quedo, me quedo con Jordan y con mis amigos.
O quizás si él hubiese insistido con más voluntad: no vayas. Si se hubiese mostrado menos ambiguo. Si le hubiese sacado de dentro las mismas preguntas que ella marea desde hace ya varias noches.”
Cristina Araújo Gámir, Mira a esa chica