Los de abajo Quotes

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Los de abajo Los de abajo by Mariano Azuela
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Los de abajo Quotes Showing 1-13 of 13
“La revolución beneficia al pobre, al ignorante, al que toda su vida ha sido esclavo, a los infelices que ni siquiera saben que si lo son es porque el rico convierte en oro las lágrimas, el sudor y la sangre de los pobres. || The revolution benefits the poor, the ignorant, who all his life has been a slave, the unfortunate who do not know if they are is because the rich becomes the tears, sweat and blood of the poor in gold.”
Mariano Azuela, Los de abajo
“La revolución es el huracán, y el hombre que se entrega a ella no es ya el hombre, es la miserable hoja seca arrebatada por el vendaval…”
Mariano Azuela, Los de abajo
“¿Será justo abandonar a la patria en estos momentos solemnes en que va a necesitar de toda la abnegación de sus hijos los humildes para que la salven, para que no la dejen caer de nuevo en manos de sus eternos detentadores y verdugos, los caciques?”
Mariano Azuela, Los de abajo
“- ¡Qué hermosa es la Revolución, aun en su misma barbarie! - pronunció Solís conmovido. Luego, en voz baja y con vaga melancolía:
- Lástima que lo que falta no sea igual. Hay que esperar un poco. A que no haya combatientes, a que no se oigan más disparos que los de las turbas entregadas a las delicias del saqueo, a que resplandezca diáfana, como una gota de agua, la psicología de nuestra raza, condensada en dos palabras: ¡robar, matar... ! ¡Qué chasco, amigo mío, si los que venimos a ofrecer todo nuestro entusiasmo, nuestra misma vida por derribar a un miserable asesino, resultásemos los obreros de un enorme pedestal donde pudieran levantarse cien o doscientos mil monstruos de la misma especie...! ¡Pueblo sin ideales, pueblo de tiranos...! ¡Lástima de sangre!”
Mariano Azuela, Los de abajo
“Lo necesario es caminar, caminar siempre, no estacionarse jamas; ser duenos del valle, de la planicies, de la sierra y de todo lo que la vista abarca.”
Mariano Azuela, Los de abajo
“¡Qué hermosa es la revolución, aun en su misma barbarie!”
Mariano Azuela, Los de abajo
“Llega uno a cualquier parte y no tiene más que escoger la casa que le cuadre y ésa agarra sin pedirle licencia a naiden. Entonces ¿pa quién jue la revolución? ¿Pa los catrines? Si ahora nosotros vamos a ser los meros catrines.”
Mariano Azuela, Los de abajo
“—¡Juchipila, cuna de la revolución de 1910, tierra bendita, tierra regada con sangre de mártires, con sangre de soñadores… de los únicos buenos!… —Porque no tuvieron tiempo de ser malos —completa la frase brutalmente un oficial ex federal que va pasando.”
Mariano Azuela, Los de abajo
“La revolución es el huracán, y el hombre que se entrega a ella no es ya el hombre, es la miserable hoja seca arrebatada por el vendaval”
Mariano Azuela, Los de Abajo
“While literature and the imagination are deemed superfluous (especially) in satisfied societies, the first thing a dictatorship does is to censor writing, burn books, and exile, imprison, or murder writers.”
Mariano Azuela, The Underdogs: A Novel of the Mexican Revolution
“curro?… Usté es de otra madera, y la verdá, no entiendo cómo pueda gustarle esta vida. ¿Qué cree que uno anda aquí por su puro gusto?… Cierto, ¿a qué negarlo?, a uno le cuadra el ruido; pero no sólo es eso… Siéntese, curro, siéntese para contarle. ¿Sabe por qué me levanté?… Mire, antes de la revolución tenía yo hasta mi tierra volteada para sembrar, y si no hubiera sido por el”
Mariano Azuela, Los de abajo
“La revolución beneficia al pobre, al ignorante, al que toda su vida ha sido esclavo, a los infelices que ni siquiera saben que si lo son es porque el rico convierte en oro las lágrimas, el sudor y la sangre de los pobres...”
Mariano Azuela, Los de abajo
“Para que no le viera los ojos, Camila los levantó hacia el azul del cielo. Una hoja seca se desprendió de las alturas del tajo y, balanceándose en el aire lentamente, cayó como mariposita muerta a sus pies. Se inclinó y la tomó en sus dedos. Luego, sin mirarlo a la cara, susurró:
—¡Ay, curro… si vieras qué feo siento que tú me digas eso!… Si yo a ti es al que quero… pero a ti nomás… Vete, curro; vete, que no sé por qué me da tanta vergüenza… ¡Vete, vete!…”
Mariano Azuela, Los de abajo