El baile de las marionetas Quotes
El baile de las marionetas
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Mercedes Guerrero4,462 ratings, 4.35 average rating, 391 reviews
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El baile de las marionetas Quotes
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“posrevolucionaria abordé varios trabajos como Nuestro hombre en La Habana, de Graham Greene, Te di la vida entera, de Zoé Valdés, o a Wendy Guerra con su trabajo Todos se van, que describen con crudeza la vida cotidiana en la isla. Y ya”
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“con la premio Nobel Svetlana Alexiévich y su trabajo La guerra no tiene rostro de mujer, me adentré en la activa”
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“excelentes libros sobre estos hechos, entre los que deseo mencionar Los niños españoles evacuados a la URSS (1937), de Enrique Zafra, Rosalía Crego y Carmen Heredia; 20.000 días en la URSS, de Bernardo Clemente del Río; Palabras huérfanas: los niños exiliados en la guerra civil, de Verónica Sierra Blas; Después de todo: recuerdos de un periodista de la Pirenaica, de Luis Galán, o Fuentes históricas para el estudio de la emigración española a la URSS, de Ángel Luis Encina Moral, entre otros. Quiero agradecer muy especialmente al Centro Español de Moscú, cuyos responsables me pusieron en contacto con varios Niños de Rusia, entre la que destaco a Virtudes Compañ Martínez, con la que he forjado una cálida amistad en la distancia. Ella tuvo a bien compartir conmigo sus experiencias en Rusia, donde aún vive con su familia. A través de nuestras conversaciones en la red y de su libro de memorias La española rusa, que me envió desde Moscú, conocí su trayectoria vital desde que salió de España con nueve años hasta el día de hoy: su estancia en la”
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“siglo XX y empecé a documentarme con libros de historia, enciclopedias, trabajos de investigación y referencias en diferentes medios sobre este colectivo. Conforme avanzaba, y por el hecho de tratarse de experiencias reales y de que muchos de estos niños siguen entre nosotros, mi mayor desvelo fue dotar al relato de la mayor credibilidad posible. Para ello acudí a numerosas fuentes de información que me sería complicado, por su extensión, enumerarlas todas: artículos periodísticos, documentales, películas, programas de radio, blogs, revistas, entrevistas personales, tesis doctorales o la hemeroteca de un centenario diario nacional, además de excelentes”
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“ficción y los personajes son fruto de mi imaginación, muchos pasajes que aparecen en ella están basados en testimonios de Niños de Rusia que tuvieron a bien dar a conocer al mundo sus experiencias a través de libros o colaboraciones en medios de comunicación. También el contexto histórico y los escenarios son reales: la salida de España en plena Guerra Civil, la vida en la Casa de los Niños de Leningrado, la participación en el conflicto bélico entre la Unión Soviética y Alemania, la posguerra bajo la dictadura de Stalin, los años de guerra fría, el regreso a España o el traslado a Cuba de muchos de ellos. Cuando comencé la tarea de documentación quedé fascinada por las numerosas historias personales que hallé y que de forma novelada he tratado de plasmar en este libro. Durante”
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“—Yo jamás podré culparte por sus actos. Gran parte de culpa la tiene esa perla. Está maldita. La de veces que Victoria me repitió aquello cuando llegué con ella a casa. «Tírala al río», me decía. Ella nunca se la puso, la tenía guardada en la caja fuerte aquí, en Quebec, donde ya no vivíamos, pues nos habíamos trasladado a Montreal. Puedes comprobar la trayectoria de muerte que ha seguido: primero fue Teresa, después, un ladrón de Samarcanda, Iñaki, Juana, Victoria, tu hijo, y por último una joven de Afganistán. ¿Te das cuenta? Tenemos que deshacernos de ella para siempre. No puede provocar más dolor a nuestro alrededor —dijo Rafael guiando a su amigo hacia la orilla del río San Lorenzo. Al llegar, se detuvieron en borde del muelle—. Vamos, tírala y vayamos a casa.”
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“No he sido capaz de abordar en soledad la manera de decirle a Adrien que no soy su padre... Y en cuanto a Lucien, ¿cómo podía explicarle que es mi hermano y que lo perdí en el barco camino de Leningrado, que su destino cambió radicalmente porque me quedé dormido y no lo vigilé? A estas alturas creo que no me lo perdonaría. Aunque ahora quizá tampoco me perdonen por estas décadas de silencio... No sé, estoy en una gran encrucijada, pero no quiero morirme sin que mi familia conozca mi verdadera identidad y mi pasado.”
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“Dos meses más tarde, Rafael Celaya había dejado de existir y volaba hacia Canadá con la identidad de Édouard Lombard para iniciar una nueva vida junto a su hijo «legítimo», Adrien. Al poco tiempo contraía matrimonio en Quebec con una refugiada cubana de nombre María”
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“único gobierno que ha lanzado bombas atómicas contra civiles ha sido el de Estados Unidos, nuestros nuevos valedores —dijo Rafael en un susurro. —¿Qué quieres decir con eso? —Lo miró escamado. —Que no hay santos ni en la política ni en la guerra. Hitler no las utilizó por la razón que fuera; sin embargo, estos se atrevieron a hacerlo. —De acuerdo, pero era una forma de terminar la guerra... —¿Tú crees? ¿Consideras ahora que el fin justifica los medios, José Maquiavelo?”
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“Los Niños de la Guerra españoles que Stalin presumía de haber salvado fuimos usados como armas de propaganda política; hemos sido marionetas a lo largo de nuestra vida, danzando y danzando al son de la música que otros han interpretado y exhibiéndonos por los teatros del mundo. Después se olvidaron de nosotros cuando dejamos”
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“—Un viejo profesor me dijo una vez que no debemos volver al lugar donde hemos sido felices, pues solo existe un paraíso: el paraíso perdido.”
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“—Sí, los Niños de la Guerra españoles estamos muy bien considerados. Y no solo aquí. Los exiliados de la Guerra Civil son respetados en cualquier parte del mundo, excepto en España —dijo con dolorosa nostalgia.”
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“había tornado malestar con un sistema que no respetaba la voluntad de contraer matrimonio a una pareja enamorada. ¿Sería capaz de casarse alguna vez con Victoria? Nunca, hasta que regresó de Moscú el año anterior después de estar con ella, había sentido tanta necesidad de tener una familia, unas raíces. Tenía treinta y siete años y un futuro incierto de soledad, de trabajo y de lealtad forzosa hacia un régimen arrogante que disponía a su antojo de la vida y el destino de sus ciudadanos como si fueran marionetas, a las que hacía bailar al son de la música que más le convenía.”
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“contra la doctrina marxista, que es la única que da la felicidad. Mi madre solo quería la desgracia para mí y para este pueblo. —¡No, no, no! ¿Cómo puedes pensar eso? Era la mujer más buena que he conocido y quería lo mejor para ti... —¡No, eso es mentira! Se la llevaron porque quería sacarme de la Unión Soviética, donde he crecido, donde me lo han dado todo, donde tenemos al «padrecito» Stalin que nos protege. —Sí, pero no tienes familia.”
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“Ellos fueron en parte responsables del destino de tres mil almas inocentes que llegaron a la Unión Soviética huyendo de la guerra civil de España, contribuyendo a su desarraigo y a la separación definitiva de sus familias. Y todavía se seguían arrogando la dirección de sus vidas, manipulándolas a su conveniencia como las marionetas de un guiñol.”
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“Alejandro? Ese no me suena; solo eran cinco: Rafael, Teresa, Manuel, Victoria e Iñaki. —Cuando salieron de España eran”
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“Habían sido educados para regresar a una España republicana y revolucionaria en la que ser los nuevos líderes marxistas. Sin embargo, ese horizonte se vislumbraba cada vez más lejano e inviable.”
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“dio a los niños, y solo los devolveré a la”
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“kilogramo de trigo ni un litro de combustible. [...] Todos los bienes de valor que no puedan ser llevados, deben destruirse sin falta. [...] Se deben volar puentes, carreteras, inutilizar líneas telefónicas. [...] No es una guerra entre dos ejércitos. Es la Gran Guerra de todo el pueblo soviético contralas tropas fascistas alemanas... Durante los”
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“nazis asesinos... —arengó otro, contagiando al resto. Prácticamente la totalidad de los jóvenes que vivían en la casa número nueve se alistó en las filas del Ejército Rojo y de las milicias populares. Aún no conocían el alcance de la Operación Barbarroja, bautizada así por Hitler, que se había iniciado en la madrugada del domingo 22 de junio de 1941. Hitler y sus estrategas militares habían organizado un colosal frente militar que abarcaba mil seiscientos kilómetros, desde el norte en el mar Báltico hacia el sur en el mar Negro. Aquella noche, más de cuatro millones de hombres agrupados en doscientas veinticinco divisiones, cuatro mil tanques y cuatro mil aviones iniciaron con precisión germana la mayor operación terrestre de la historia.”
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“Édouard se sentía vencedor: había luchado con denuedo para proteger a sus hijos, que jamás sabrían del coste que había pagado por ofrecerles la estabilidad de que disfrutaban, ni de los sacrificios que había realizado a lo largo de su azarosa vida. Ahora solo le quedaba guardar silencio, seguir enterrando el pasado y dejar al tiempo hacer su tarea.”
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“No sabes quién es? —preguntó otro joven situado a su lado—. Es Dolores Ibárruri, la Pasionaria, la jefa del Partido Comunista de España. Ibárruri pasó junto a ellos mirándolos con”
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“un lema: Zendagi migzara, «la vida continúa».”
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“Qué pasó después de la llegada de los talibanes? —El día que tomaron el poder, creímos que al fin terminaba aquella pesadilla... —Sonrió con tristeza—. No sabíamos que lo peor estaba por llegar. El país, la ciudad, la gente, todo estaba destruido, no había comida ni medicinas, y los talibanes, en vez de colaborar para levantar el país, se dedicaron a sembrar el terror, a prohibirlo todo en nombre de Alá.”
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“Cuando en el 96 llegaron los talibanes a Kabul y expulsaron a la Alianza, la gente salió a la calle con ilusión y lo celebró con alegría. La Alianza había hecho más daño al país que los rusos, y ahora llegaban los héroes que traían la paz. Y la paz llegó, pero a qué precio...”
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“»En 1989, los rusos se marcharon tras la caída del Muro de Berlín y la disolución de la URSS, pero aquí la guerra continuó. Entre 1992 y 1996, los fundamentalistas de la Alianza del Norte tomaron la ciudad y la dividieron entre las diferentes facciones que luchaban entre sí. Prácticamente tenías que tener un visado para ir de un barrio a otro,”
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“¿Sabe lo que producen ahora? —La miró tratando de sonreír—. Opio. Afganistán es el primer productor de esta droga a nivel mundial.”
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“—Así es. En el 78 se produjo el golpe de Estado comunista, esta vez más cruento y con unas consecuencias que aún hoy estamos sufriendo. Aquello acabó con la vida tranquila que teníamos hasta entonces, y también con la mía y la de mi familia. Yo tenía dos hijos y una esposa muy bella. Por orden del nuevo gobierno, fuimos despojados de nuestras tierras de labranza donde se cultivaban cereales y algodón, que se repartieron entre los amigos y familiares afectos al nuevo dictador. ¿Sabe”
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“contaba las aventuras de unos niños que vivían felices en un próspero reino hasta que un perverso general se sublevó, iniciando una guerra. Las familias montaron a sus hijos solos en un barco para librarlos de la muerte mientras sus padres luchaban contra los rebeldes. Muchos de aquellos niños habían perdido a su familia, pero otros dejaron en tierra a sus madres, hermanos y amigos. El barco navegó durante días hasta que arribaron a un país muy lejano... Aquellas historias infantiles que sus padres adornaban con bellas descripciones y divertidas travesuras regresaron en tromba a la memoria de Edith. Pensó en su difunto hijo, Alexis. ¡Cómo habría disfrutado ella sentándolo en su regazo para contarle aquellos cuentos...! Unas lágrimas brotaron con rebeldía de sus ojos. Edith se las limpió con un gesto de rabia y se dirigió hacia las escaleras para regresar al trabajo.”
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“Kabul, Afganistán. Junio de 2004 Habían pasado tres semanas desde el incidente con la joven fallecida y del hallazgo de la perla de ámbar que había llenado de inquietud a la doctora Lombard.”
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