El hombre que amaba a los perros Quotes
El hombre que amaba a los perros
by
Leonardo Padura12,286 ratings, 4.47 average rating, 1,474 reviews
Open Preview
El hombre que amaba a los perros Quotes
Showing 1-30 of 160
“true human grandeur lay in the practice of kindness without conditions, in the capacity of giving to those who had nothing, but not what we have left over but rather a part of what little we have—giving until it hurts without practicing the deceitful philosophy of forcing others to accept our concepts of good and truth because (we believe) they’re the only possible ones and because, besides, they should be grateful for what we give them, even when they didn’t ask for it.”
― The Man Who Loved Dogs
― The Man Who Loved Dogs
“la verdadera grandeza humana está en la práctica de la bondad sin condiciones, en la capacidad de dar a los que nada tienen, pero no lo que nos sobra, sino una parte de lo poco que tenemos.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“la más burda de las mentiras, dicha una y otra vez sin que nadie la refute, termina por convertirse en una verdad.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“pues entre las pocas cosas que repartidas siempre tocan a más, están el dolor y la miseria.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“At the bottom of the abyss, accosted on all sides, instincts can be stronger than beliefs,”
― The Man Who Loved Dogs
― The Man Who Loved Dogs
“La ansiedad pronto cedió lugar al desencanto ante un fiasco previsible.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Pero el revolucionario verdadero empieza a serlo cuando subordina su ambición personal a una idea. Los revolucionarios pueden ser cultos o ignorantes, inteligentes o torpes, pero no pueden existir sin voluntad, sin devoción, sin espíritu de sacrificio.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“A estas alturas no creo que hay a mucha gente que se atreva a negarme que la historia y la vida se ensañaron alevosamente con nosotros, con mi generación, y, sobre todo, con nuestros sueños y voluntades individuales,sometidas por los arreos de las decisiones inapelables. Las promesas que nos habían alimentado en nuestra juventud y nos llenaron de fe, romanticismo participativo y espíritu de sacrificio, se hicieron agua y sal mientras nos asediaban la pobreza, el cansancio, la confusión, las decepciones, los fracasos, las fugas y los desgarramientos.Las profecías de Trotski acabaron cumpliéndose y la fábula futurista e imaginativa de Orwell en 1984 terminó convirtiéndose en una novela descarnadamente realista. Y nosotros sin saber nada… ¿O es que no queríamos saber?”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“It’s terrible to confirm that a system born to rescue human dignity has resorted to rewards, glorification, the encouragement of denunciations, and feeds on everything that is humanly vile. I feel the nausea rise in my throat when I hear people say: they’ve shot M., they’ve shot P., shot, shot, shot. The words, after hearing them so much, lose their meaning. The people say them with greater calm, as if they were saying: we’re going to the theater. I, who lived these years in fear and felt the compulsion to denounce (I confess so with terror, but without any feeling of guilt), have lost in my mind the brutal semantics of the verb ‘to shoot’ … I feel that we’ve reached the end of justice on earth, the limits of human dignity.”
― The Man Who Loved Dogs
― The Man Who Loved Dogs
“tantos deseos de que se quedara como de que se fuera. Volver”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“El amor es un lastre y un lujo que nosotros no podemos darnos.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“descubrir lo fútil de todos los orgullos humanos y la dimensión exacta de su insignificancia cósmica ante la potencia esencial de lo eterno.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Pero el exiliado sabía que él no podía cambiar su modo de ver el mundo y de entender su lucha. Por ello no se cansaría de exhortar a los hombres de buena fe a permanecer junto a los explotados, aun cuando la historia y las necesidades científicas parecieran estar en su contra. ¡Abajo la ciencia, abajo la historia!: ¡si es preciso hay que refundarlas”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Más que lograr su expulsión del Partido, y ahora del país, la gran victoria de Stalin había sido convertir la voz de Trotski en la encarnación del enemigo interno de la Revolución, de la estabilidad de la nación, del legado leninista, y haberlo aplastado con el muro de la propaganda de un sistema que el propio Liev Davídovich había contribuido a crear, y contra el cual, por principios inviolables, no podía oponerse si con ello arriesgaba la permanencia de ese sistema.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“El diablo no se arruga por dentro”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Nueve años de marginación y ataques habían conseguido convertirlo en un paria, un nuevo judío errante condenado al escarnio y a la espera de una muerte infame que le llegaría cuando la humillación hubiese agotado su utilidad y su cuota de sadismo.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Entusiasmado por la posibilidad de convertir el trotskismo en una fuerza política dentro de la izquierda francesa, Molinier había puesto su devoción, su fortuna y su familia al servicio del proyecto, y mientras él luchaba en París por buscar nuevos adeptos, su esposa, Jeanne, se había convertido en la corresponsal entre el secretariado atendido por Liova y los simpatizantes trotskistas en Europa.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Lentamente, con toda mi cautela y paciencia, traté de construir una relación diferente con mi hermano y poco después llegaría a sustituir mi primitivo sentimiento de lástima por una justificada admiración, debida al modo en que él estaba enfrentando su condena: luchando. (Todo lo contrario a lo que yo hubiera hecho, a lo que yo había hecho.) William había admitido la expulsión por dos años de la Escuela de Medicina, pero reclamaba su derecho a seguir sus estudios universitarios, pues ningún reglamento ni ley se lo impedía.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“A vida é uma vertigem e cada qual deve gerir a sua.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Os homens fazem a sua própria história; contudo, não a fazem de livre e espontânea vontade, pois não são eles quem escolhem as circunstâncias sob as quais ela é feita, mas estas lhes foram transmitidas assim como se encontram”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“The strictly theoretical and so attractive dream of possible equality had been traded for the worst authoritarian nightmare in history when it was applied to reality, understood, with good reason (more, in this case), as the only criterion of truth.”
― The Man Who Loved Dogs
― The Man Who Loved Dogs
“Si la Revolución por la que había combatido se prostituía en la dictadura de un zar vestido de bolchevique, entonces habría que arrancarla de raíz y sembrarla de nuevo, porque el mundo necesita revoluciones verdaderas.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Mientras, Ramón, el fantasma, conjugaba el verbo esperar en todos los tiempos y modos posibles y sentía cómo la vida pasaba por su lado sin dignarse mirarlo.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“In that instant I regretted my indiscretion, and I have never really known if it was a form of compensation of because I needed to vomit up my pent-up anger that I did something unusual for me and told him about the ups and downs my family had experienced in the previous two months since my younger brother controversially came out a homosexual. I unleashed all the resentment I felt toward my parents for having punished the kid so cruelly. As I spoke, I noted that I had been so obtuse that until that exact moment, as I confided the details and feelings I hadn't even revealed to my wife to a person I barely knew, I had concentrated my resentment on my parents' attitude because in reality I had been ignoring the true origins of what had happened: the persistence of an institutionalized homophobia, of an extended ideological fundamentalism that rejected and repressed anything different and preyed on the most vulnerable ones, on those who don't adjust to the canons of orthodoxy. Then I understood that not just my parents but I myself had been the pawn of ancestral prejudices, of the surrounding pressures of the time, and, above all, the victim of fear, as much as or more (without a doubt, more) than William. I felt a certain rancor toward my brother, precisely because it was my brother who had been declared a faggot: I could understand and even accept that two professors may have gone the other way, but this wasn't the same as knowing - and having others know - that the one who went the other way was my own brother.
pp. 175-176”
― El hombre que amaba a los perros
pp. 175-176”
― El hombre que amaba a los perros
“Μετά την τρίτη ανάγνωση χρειάστηκε να καθαρίσει τα γυαλιά του, τρίβωντάς τα με την άκρη της ρώσικης πουκαμίσας του, σαν να ήταν τα κρύσταλλα οι πραγματικοί υπεύθυνοι για τον θολό τρόπο με τον οποίο καταλάβαινε ορισμένες λέξεις που του φαίνονταν οδυνηρές αλλά όλο και πιο ξεκάθαρες.”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“En esa época entendí que la crueldad de Stalin no solo obedecía a la necesidad política o al deseo de poder: también se debía a su odio a los hombres, peor todavía, a su odio a la memoria de los hombres que lo habían ayudado a crear sus mentiras, a putear y reescribir la historia. Pero, la verdad, no sé quién estaba más enfermo, si Stalin o la sociedad que le permitió crecer… Suka!”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Mi odio nunca me permitirá trabajar para construir la nueva sociedad. Pero es la mejor arma para destruir esta otra sociedad, y por eso os he convertido a todos vosotros, mis hijos, en lo que sois: los hijos del odio”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Pero si, como decían algunos, vencidos por las evidencias, la clase obrera había mostrado con la experiencia rusa su incapacidad para gobernarse a sí misma, entonces habría que admitir que la concepción marxista de la sociedad y del socialismo estaba errada. Y aquella posibilidad lo colocaba frente al meollo terrible de la cuestión: ¿era el marxismo apenas una ideología más, una forma de falsa conciencia que llevaba a las clases oprimidas y a sus partidos a creer que luchaban por sus propios fines cuando en realidad estaban beneficiando los intereses de una nueva clase gobernante?”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Desde muy joven él había pensado que la peor de las agresiones a la condición humana es la humillación, porque desarma al individuo, agrede lo esencial de su dignidad”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
“Y es que la muerte tiene esa capacidad: resulta tan definitiva e irreversible que apenas deja márgenes para otros temores”
― El hombre que amaba a los perros
― El hombre que amaba a los perros
