Últimas tardes con Teresa Quotes
Últimas tardes con Teresa
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Juan Marsé4,909 ratings, 3.82 average rating, 408 reviews
Últimas tardes con Teresa Quotes
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“La juventud muere cuando muere su voluntad de seducción.”
― Últimas tardes con Teresa
― Últimas tardes con Teresa
“¿Qué otra cosa podía esperarse de los jóvenes universitarios en aquel entonces si hasta los que decían servir a la verdadera causa cultural y democrática del país eran hombres que arrastrarían su adolescencia mítica hasta los cuarenta años?
Con el tiempo, unos quedarían como farsantes y otros como víctimas, la mayoría como imbéciles o como niños, alguno como sensato, generoso y hasta premiado con futuro político, y todos como lo que eran: señoritos de mierda.”
― Últimas tardes con Teresa
Con el tiempo, unos quedarían como farsantes y otros como víctimas, la mayoría como imbéciles o como niños, alguno como sensato, generoso y hasta premiado con futuro político, y todos como lo que eran: señoritos de mierda.”
― Últimas tardes con Teresa
“Caminan lentamente sobre un lecho de confeti y serpentinas, una noche estrellada de septiembre, a lo largo de la desierta calle adornada con un techo de guirnaldas, papeles de colores y farolillos rotos: última noche de Fiesta Mayor (el confeti del adiós, el vals de las velas) en un barrio popular y suburbano, las cuatro de la madrugada, todo ha terminado. Está vacío el tablado donde poco antes la orquesta interpretaba melodías solicitadas, el piano cubierto con la funda amarilla, las luces apagadas y las sillas plegables apiladas sobre la acera. En la calle queda la desolación que sucede a las verbenas celebradas en garajes o en terrados: otro quehacer, otros tráfagos cotidianos y puntales, el miserable trato de las manos con el hierro y la madera y el ladrillo reaparece y acecha en portales y ventanas, agazapado en espera del amanecer. El melancólico embustero, el tenebroso hijo del barrio que en verano ronda la aventura tentadora, el perdidamente enamorado acompañante de la bella desconocida todavía no lo sabe, todavía el verano es un verde archipiélago.”
― Últimas tardes con Teresa
― Últimas tardes con Teresa
“Y allí aquella noche como en ésta aquí, contestó con fervor: «Es mi novia» ante alguien que sonrió incrédulo, mirándole burlonamente y con algo de pena; y lo mismo que ahora, él sospechó ya entonces que lo más humillante, lo más desconsolador y doloroso no sería el ir a parar algún día a la cárcel o tener que renunciar a Teresa, sino la brutal convicción de que a él nadie, ni aun los que le habían visto besar a Teresa con la mayor ternura, podría tomarle nunca en serio ni creerle capaz de haberla amado de verdad y de haber sido correspondido.”
― Últimas tardes con Teresa
― Últimas tardes con Teresa
“Lo sé; una es como es, señorita, una es ignorante y de hombres entiende poco, pero lo poco que una sabe de ellos, en la cama y con ellos lo aprendió, sus hermosos dientes de tiburón me pertenecen, y a mí no podía engañarme aquella noche en la verbena: solamente un pelagatos es capaz de confundir la riqueza con una simple cara bonita y besar de aquel modo tan desesperado y urgente, como si quisiera sorber el mundo con la boca.”
― Últimas tardes con Teresa
― Últimas tardes con Teresa
“Y él la hizo callar con un nuevo beso, esta vez suavísimo, un roce apenas, ese abandonado, tierno beso de desagravio por el cual se afirma el propósito de enmienda de todos los pecados menos de aquel que se tiene intención de cometer inmediatamente.”
― Últimas tardes con Teresa
― Últimas tardes con Teresa
