Me llaman Artemio Furia Quotes

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Me llaman Artemio Furia Me llaman Artemio Furia by Florencia Bonelli
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Me llaman Artemio Furia Quotes Showing 1-8 of 8
“Dígame lo que tiene que decirme —le exigió, cerca de los labios.
—¿Qué tendría que decirle?
—¿Por qué no vino a mí esta noche? 'Tuve esperándola como un zonzo ahí juera.
—¿Tengo que ir cada noche?”
“Artemio hundió sus dedos en la carne de Rafaela y apretó el ceño. Hizo ademán de hablar y calló. Sus respiraciones agitadas componían el único sonido de la habitación, que crispaba las feroces emociones en que se hallaban envueltos.
—Cada noche. Sí, cada noche —repitió, con los dientes apretados—, cada día, cada
hora, cada minuto. Usté é mía, Rafaela, y la quiero pa'mí, sempre.”
Florencia Bonelli, Me llaman Artemio Furia
“Señor Furia, susúrreme palabras de amor.
—Te amo, Rafaela. Te amo de esta manera inefable que es difícil de comprender.
Durante estos nueve años, jamás te olvidé. Estabas en mi cabeza en cada maldito minuto de cada maldito día. Tu recuerdo era una maldición. Te confieso que quería deshacerme de él porque estaba volviéndome loco. La noche en que Elisabetta y yo
nos comprometimos, tu rostro me perseguía como un fantasma y tu voz me repetía:
No me olvide, señor Furia. No me olvide, señor Furia. ¡Rafaela, nunca vuelvas a dejarme!
Ya no podría soportarlo.
—¡Nunca, amor mío! Prométeme que moriremos juntos.
—Lo prometo.”
Florencia Bonelli, Me llaman Artemio Furia
“Furia la sorprendió tomándola entre sus brazos y pegándola a su cuerpo. Le suplicó al oído:
—Rafaela, no quiero que mañana se arripienta de ser mi mujer. Deténgame aura si mañana sentirá asco de mí.
La sonrisa suave de Rafaela lo desarmó. No recordaba haberla visto tan tranquila ni dueña de sí. Lo que ella expresó a continuación, le arrancó lágrimas, a él ,que desde la muerte de sus padres no había vuelto a derramarlas.
—Lo amo, señor Furia, así como es usted, mal hablado, pendenciero, con argollas en la oreja, con un genio que hace honor a su apellido y hasta con olor a caballo. Lo amo como nunca amé a nadie porque nunca conocí a nadie con su nobleza, su pasión por el trabajo y su respeto por el prójimo. Lo admiro por su coraje, señor Furia, y por su orgullo sin vanidad. Lo amo porque usted es de las pocas personas que le mostró
cariño a Mimita. Pero sobre todo lo amo porque a su lado no tengo miedo.
—¡Rafaela! —exclamó, enloquecido, y la abrazó con fiereza, sacudiéndola como si se tratase de una muñeca rellena de estopa en su codicia por conquistar con la boca y las manos cada centímetro de su cuerpo.
Ella siguió hablándole, con el aliento entrecortado, con la cabeza echada hacia atrás y el cuello expuesto a los besos, los mordiscos y a la intemperancia del gaucho.
—No lo conozco. Poco sé de su vida y de su índole. Sin embargo, confío, confío ciegamente en usted, señor Furia.”
Florencia Bonelli, Me llaman Artemio Furia
“—Me la llevo porque la quiero pa'mí. La quiero como mi mujer.”
Florencia Bonelli, Me llaman Artemio Furia
“—Huélame, señor Furia. Sé que es algo de mí que le gusta. Huélame hasta “saciarse. Soy toda suya, señor Furia, con mis aromas y con todo lo que hay en mí.
Ante esas palabras, Artemio la tomó por los brazos y la apartó para mirarla con esa expresión inescrutable que le resultaba familiar, aunque turbadora.
—¡Dios mío, Rafaela! —exclamó, y Rafaela quedó perpleja porque sabía que él
jamás usaba el nombre de Dios en vano, no tanto por respeto como por resentimiento y orgullo—. Usté, Rafaela, es l’único que no me hace perder por completo la fe en este mundo. Por usté sería capá de vivir otra vé tuito lo que he vivió. Por usté, “Rafaela. Sólo por usté, mi Rafaela.
—Y yo, por usted, señor Furia, daría mi vida. Lo amo, señor Furia, como jamás he amado a nadie. Como nunca amaré a nadie. Lo sé. Sé que usted está grabado a fuego en mi corazón y que ya nadie podrá borrarlo de allí.
—Que naides me borre de su corazón —suplicó él, con feroz ansiedad—. Que naides se atreva a borrarme de su corazón.”
Florencia Bonelli, Me llaman Artemio Furia
“Lo llamaban gauderio, un vocablo del sur del Brasil usado para nombrar a los campesinos andariegos y a los vagabundos, o su equivalente en castellano, «gaucho», que refería a los jinetes errantes de las pampas, a los vagos, a los mal entretenidos, que iban”
Florencia Bonelli, Me llaman Artemio Furia (Romántica)
“Recuerda quien eres.”
Florencia Bonelli, Me llaman Artemio Furia
“No hagas lo que quieres ni lo que debes, haz lo que te convenga.”
Florencia Bonelli, Me llaman Artemio Furia