Una historia de España Quotes
Una historia de España
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Arturo Pérez-Reverte4,705 ratings, 4.17 average rating, 402 reviews
Una historia de España Quotes
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“El español, una vez decidida la estocada que se propone dar, la ejecuta ciegamente aunque así lo hagan pedazos (PIERRE DE BRANTÔME).”
― Una historia de España
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“Vinieron los sarracenos / y nos molieron a palos; / que Dios ayuda a los malos / cuando son más que los buenos.”
― Una historia de España
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“españoles de entonces, a impulsos de su natural carácter, adoptaron la actitud que siempre adoptarían en el futuro: no hacer nada por cambiar una situación; pero, cuando alguien la cambia por ellos y la nueva se pone de moda, apuntarse en masa. Lo mismo da que sea el islam, Napoleón, la plaza de Oriente, la democracia, no fumar en los bares, no llamar moros a los moros, o lo que toque. Y siempre, con la estúpida, acrítica, hipócrita, fanática y acomplejada fe del converso. Así que, como era de prever, después de La Janda las conversiones al islam fueron multitudinarias, y en pocos meses España se despertó más musulmana que nadie. Como se veía venir.”
― Una historia de España
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“Con todos los diputados en el suelo, en efecto, acojonados y agazapados como conejos —no siempre Iberia parió leones— excepto el dirigente comunista Santiago Carrillo (lo iban a fusilar seguro, y se fumó un pitillo sin molestarse en agachar la cabeza), el presidente Adolfo Suárez y el teniente general Gutiérrez Mellado, que le echaron unos huevos enormes enfrentándose a los golpistas (Tejero cometió la vileza de querer zancadillear al viejo general, sin conseguirlo), todo estuvo en el alero hasta que el rey Juan Carlos, sus asesores y los altos mandos del Ejército detuvieron el golpe, manteniendo la disciplina militar.”
― Una historia de España
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“Por primera y —lamentablemente— última vez, la memoria histórica se utilizó no para enfrentar, sino para unir sin olvidar.”
― Una historia de España
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“Y todavía lo remueve a uno por dentro y le empaña los ojos ver en las fotos y los viejos documentales de la liberación de París, cuando pasan los carros blindados aliados por las calles, aplaudidos y besados por franceses y francesas, a un montón de fulanos bajitos, morenos y sonrientes, despechugados de uniforme y siempre con un pitillo a medio fumar en la boca, y leer con asombro los nombres que esos tipos indestructibles pintaron sobre el acero para bautizar sus tanques: Guernica, Guadalajara, Brunete, Don Quijote o España Cañí.”
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“Cuando un papa, Pío XII en este caso, llama a un país nación elegida por Dios, baluarte inexpugnable de la fe católica, está claro que quien gobierna ese país va a estar un rato largo gobernándolo.”
― Una historia de España
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“por poner un ejemplo que vale para cualquier otro sitio, las calles de Barcelona, que hoy frecuentan miles de fervorosos patriotas locales portando esteladas y señeras, se abarrotaron, con los padres y abuelos de esos mismos patriotas, y en mayor número que ahora, de banderas rojigualdas, brazos en alto, caras al sol y en España empieza a amanecer.”
― Una historia de España
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“Aun así, es interesante recordar lo que en los años setenta dijo al respecto un viejo comunista: Si hubiésemos ganado la guerra, a Companys también lo habríamos fusilado nosotros, por traidor a la República.”
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“la bendición que, sin rubor alguno, envió por telégrafo el arzobispo de Madrid-Alcalá: Que Santiago, San Telmo y San Raimundo vayan delante y os hagan invulnerables a las balas del enemigo. Calculen ustedes el blindaje.”
― Una historia de España
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“la clase dirigente catalana, en buena parte forrada de pasta con el tráfico de esclavos negros y los negocios de una Cuba todavía española, tenía asegurado su tres por ciento, o su noventa por ciento, o lo que trincara entonces, para un rato largo.”
― Una historia de España
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“Ante semejante atropello, los diputados republicanos juraron morir heroicamente antes que traicionar a la patria; pero tan ejemplar resolución duró hasta que oyeron el primer tiro al aire. Entonces todos salieron corriendo, incluso arrojándose por las ventanas. Y de esa forma infame y grotesca fue como acabó, apenas nacida, nuestra desgraciada Primera República.”
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“en España nunca se dice lo que pasa, pero desgraciadamente siempre acaba pasando lo que se dice.”
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“Si al menos fueran extranjeros los enemigos de España, todavía. Pero no. Todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra, agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles.”
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“En uno de sus Episodios nacionales, por cierto, lo expresaba muy bien Galdós: La pobre y asendereada España continuaría su desabrida historia dedicándose a cambiar de pescuezo, en los diferentes perros, los mismos dorados collares.”
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“uno con visión de futuro que bendijese la prosperidad, la cultura, el trabajo y el comercio —cosa que hicieron los países del norte, y ahí los tienen hoy—, los españoles optamos por otro Dios con olor a sacristía, fanático, oscuro y reaccionario, al que, en ciertos aspectos, sufrimos todavía. El que, imponiendo sumisión desde púlpitos y confesonarios, nos hundió en el atraso, la barbarie y la pereza. El que para los cuatro siglos siguientes concedió pretextos y agua bendita a quienes, a menudo bajo palio, machacaron la inteligencia, cebaron los patíbulos, llenaron de tumbas las cunetas y cementerios e hicieron imposible la libertad.”
― Una historia de España
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“Por necesidad batallo / y una vez puesto en la silla / se va ensanchando Castilla / delante de mi caballo.”
― Una historia de España
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“El político Calvo Sotelo, dijo en las Cortes eso de: Cuando las hordas rojas avanzan, sólo se les conoce un freno: la fuerza del Estado y la transfusión de las virtudes militares: obediencia, disciplina y jerarquía. Por eso invoco al Ejército”.”
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“Bolívar también intentó crear una federación hispanoamericana como Dios manda, en plan Estados Unidos; pero eso era complicado en una tierra como aquélla, donde la insolidaridad, la envidia y la mala leche naturales de la madre patria habían hecho larga escuela. Como dicen los clásicos, cada perro prefería lamerse su propio cipote. No hubo unidad, por tanto; pero sí nuevos países en los que, como suele ocurrir, el pueblo llano, los indios y la gente desfavorecida se limitaron a cambiar a unos amos por otros; con el resultado de que, en realidad, siguieron puteados por los de siempre. Y salvo raras excepciones, así continúan: como un hermoso sueño de libertad y justicia nunca culminado. Con el detalle de que ya no pueden echarles la culpa a los españoles, porque llevan doscientos años gobernándose ellos solos”.”
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“Presión social, miedo al entorno, afán por congraciarse con el que manda, y esa expresión que tan bien define a los españoles cuando nos mostramos exaltados en algo al fin de que nadie sospeche lo contrario: la fe del converso. Añadámosle la envidia, poderoso sentimiento nacional, como aceituna para el cóctel”.”
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“La envidia del español no es conseguir un coche como el de su vecino, sino conseguir que el vecino no tenga coche (Julio Camba)”.”
― Una historia de España
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“llegó la crisis. La gente dejó el campo para ir a las ciudades, la metrópoli absorbía cada vez más recursos empobreciendo las provincias, los propietarios se tornaron más ambiciosos y rapaces atrincherados en sus latifundios, los pobres fueron más pobres y los ricos más ricos. Y por si éramos pocos, parió la abuela: nos hicimos cristianos para ir al Cielo. Ahí echaron sus primeros dientes el fanatismo y la intransigencia religiosa que ya no nos abandonarían nunca, y el alto clero hispano empezó a mojar en todas las salsas, incluidas la gran propiedad rural y la política. A todo esto, los antiguos legionarios que habían conquistado el mundo se amariconaron mucho y, en vez de apiolar bárbaros (originalmente, bárbaro no significa salvaje, sino extranjero) como era su obligación, se metieron también en política, poniendo y quitando emperadores. Treinta y nueve hubo en medio siglo; y muchos, asesinados por sus colegas.”
― Una historia de España
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“Muchos marinos españoles, niños republicanos evacuados, alumnos pilotos de aviación, que al fin de nuestra guerra quedaron allí y pidieron regresar a España o salir del paraíso del proletariado, fueron cruelmente perseguidos, encarcelados, ejecutados o deportados a Siberia por orden de aquel hijo de puta que se llamó José Stalin; y que —las cosas como son, y más a estas alturas— hizo matar a más gente en la Unión Soviética y la Europa del Este que los nazis durante su brillante ejecutoria. Que ya es matar. Y en esas ejecuciones, en esa eliminación de españoles que no marcaban el paso soviético, lo ayudaron con entusiasmo cómplice los sumisos dirigentes comunistas españoles (Santiago Carrillo, Pasionaria, Modesto, Líster) que allí se habían acogido tras la derrota, y que ya desde la Guerra Civil eran expertos en luchas por el poder, succiones de bisectriz y supervivencia,”
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“como cuando el gobierno decidió implantar la física newtoniana en las universidades y la mayor parte de los rectores y catedráticos se opusieron a esa iniciativa, o”
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“con el creciente radicalismo atizado por la cada vez más arrogante Iglesia católica, las persecuciones contra moros y judíos menudearon en la zona cristiana (hubo un poco en todas partes, pero los navarros se lo curraron con verdadero entusiasmo, asaltando un par de veces la judería de Pamplona y luego arrasando la de Estella, calentados por un cura llamado Oillogoyen, que además de estar como una cabra era un hijo de puta con balcones a la calle).”
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“nada menos que con tres reyes al frente, en un tiempo en el que los reyes se la jugaban en el campo de batalla, y no casándose con lady Di o cayéndose en los escalones del bungalow mientras cazaban elefantes.”
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“Durante dos décadas, esto fue un trágico folletín protagonizado por el clásico triángulo español: un malo de película, unos buenos heroicos y torpes, y un pueblo embrutecido, inculto y gandumbas que se movía según le comían la oreja, y al que bastaba, para ponerlo de tu parte, un poquito de música de verbena, una corrida de toros, un sermón de misa dominical o una arenga en la plaza del pueblo a condición de que el tabaco se repartiera gratis.”
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“Por otra parte, conseguir que una sociedad de hidalgos o que pretendía serlo (Hasta los zapateros y los sastres presumen de cristianos viejos y pasean espada al cinto, escribía Quevedo) se pusiera a trabajar en la agricultura, en la ganadería, en el comercio, en las mismas actividades que estaban ya enriqueciendo a los estados más modernos de Europa, era pedir peras al olmo, honradez a un escribano o caridad a un inquisidor.”
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“Mientras llegamos a la última etapa de la dictadura franquista, se impone una reflexión retrospectiva y útil: unos afirman que Francisco Franco fue providencial para España, y otros afirman que fue lo peor que pudo pasar. En mi opinión, Franco fue una desgracia; pero también creo que en la España emputecida, violenta e infame de 1936-39 no había ninguna posibilidad de que surgiera una democracia real; y que si hubiera ganado el otro bando —o los más fuertes y disciplinados del otro bando—, probablemente el resultado habría sido también una dictadura, pero comunista o de izquierdas y con idéntica intención de exterminar al adversario y eliminar la democracia liberal, que de hecho estaba contra las cuerdas a tales alturas del desparrame.”
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“se multiplicaban como tertulianos de radio y televisión.”
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