La Revolución rusa contada para escépticos Quotes

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La Revolución rusa contada para escépticos La Revolución rusa contada para escépticos by Juan Eslava Galán
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La Revolución rusa contada para escépticos Quotes Showing 1-30 of 42
“Como su maestro Marx, Lenin despreciaba toda opinión que no concordara con la suya y perseguía con saña a todo disidente. Cuando se le llevaba la contraria agarraba berrinches monumentales y apostrofaba al discrepante de «basura», «adoquín», «cretino», «hijoputa» o, si se trataba de mujeres, «solterona boba» o «puta».”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Como dice el cerdo comunista de Rebelión en la granja: todos los animales son iguales, pero algunos somos más iguales que otros.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“El afanoso asesino de Rasputin era un personaje lleno de interés, dueño de una mirada con ojos violetas [...]. Dijo: «Para que Rusia vuelva a ser Rusia tendrá que pasar por dos fases dramáticas, la comunista y la fascista. El fin del comunismo es el fascismo porque uno y otro se comprenden a la perfección».”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Hasta que la caída del muro de Berlín hizo caer simultáneamente el velo que muchos intelectuales occidentales mantenían voluntariosamente sobre sus ojos, ha existido lo que Ferdinand Mount denomina una «asimetría de indulgencia»: la misma memoria histórica del mundo occidental que condenaba, muy justamente, los crímenes del nazismo cerraba los ojos ante crímenes del comunismo cuantitativamente más graves.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“el periodista Chaves Nogales, tan recurrido en las páginas precedentes. Este «pequeño burgués liberal» que tuvo que morir en el exilio por simpatizar con la República, no se dejó embaucar y criticó a Lenin y a Stalin en los años de su pleno apogeo, en lo que se adelantó a otros intelectuales europeos. «Todos esos tipos de intelectuales, artistoides, platónicos amantes de la humanidad que en Occidente sienten veleidades comunistas, se horrorizarían si vieran de cerca lo que es la vida comunista.»”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“En la entrevista con Lenin, Fernando de los Ríos quiso saber cuándo permitiría la libertad de los ciudadanos. Lenin respondió: «Libertad, ¿para qué?».”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Uno de los primeros izquierdistas españoles que visitó la Rusia soviética fue el dirigente anarquista Ángel Pestaña, enviado en 1920 como delegado de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) al Congreso de la Tercera Internacional. De su experiencia en Rusia, además de comprender que el Congreso estaba amañado por los bolcheviques, regresó con una visión negativa del país de los sóviets que plasmó en dos libros. Su testimonio determinó el alejamiento de la CNT de la órbita comunista.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“El diario oficial del Partido Comunista, llamado sin sarcasmo Pravda («Verdad»), anuncia con letra chiquita en páginas interiores el nombramiento de Stalin como secretario general del partido. El cargo no parece gran cosa cuando él lo recibe, pero cuando lo deje, arrebatado por la parca, treinta años después, habrá concentrado en él, mediante sucesivas ampliaciones, un poder absoluto y dictatorial, más poder del que nunca tuvieron los zares.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Hoy la figura de Lenin está de capa caída. Incluso en Rusia, empieza a gustar más Stalin, el notorio genocida, cuyo poder autoritario concuerda más con el de Putin.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Es notorio que Lenin ha resultado, a pesar de los méritos que atesoraba, un personaje pernicioso para el pueblo ruso e incluso para la humanidad. Lo prueba el hecho de que, en cuanto cayó el comunismo, sus supuestos beneficiarios se ensañaran con sus estatuas antes omnipresentes en toda la URSS y países satélites.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Un chiste del gulag: un condenado le pregunta a otro: —¿A cuántos años te han condenado? —A diez. —¿Y qué es lo que has hecho? —Nada. —Permíteme que lo dude: por no hacer nada solo te caen cinco años.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Las cárceles que los bolcheviques han vaciado de delincuentes comunes vuelven a llenarlas los mismos bolcheviques con enemigos de la revolución. Las deportaciones a Siberia, las torturas, las detenciones caprichosas, todas las prácticas abusivas de la policía zarista se reproducen con aumentos.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“En Odesa detienen al maestro del ajedrez Alexandr Alejin por sospechas de que espía para los blancos. —¿En qué se basan? —Es de buena familia, hijo de millonario y va de un lado para otro organizando partidas. Y debe estar resentido contra nosotros porque le confiscamos sus bienes en Moscú. O sea, el razonamiento es impecable: si lo jorobamos, debe odiarnos, y si nos odia, seguro que es contrarrevolucionario, ergo hay que cargárselo.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“La fiebre de legislar incurre a veces en relativos excesos. Por ejemplo, el Decreto sobre Nacionalización de Muchachas y Mujeres que emiten en la primavera de 1918 el Sóviet de Ekaterimburgo y el de Yekaterinodar. El de este último, orilla rumorosa del Kubán, precisa: «Se declaran socializadas las mujeres solteras de entre dieciséis y veinticinco años». —¿Y cómo se reparten, camarada? —Somos comunistas, ¿no? Recuerda: de cada cual según su capacidad; a cada cual según sus necesidades.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Grandes y hermosas palabras: en el III Congreso de los Sóviets (enero de 1918) se declara que la meta del nuevo régimen es «acabar con cualquier forma de explotación del hombre por el hombre». A los antiguos explotadores, «los de antes» (byvshie liudi), como los llaman, categoría social que abarcaría entre tres y cinco millones de rusos, se les declara «enemigos de clase».”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“El que no trabaja no tiene derecho a cartilla de racionamiento y el que no tiene cartilla se muere de hambre (incluso con cartilla muchos se mueren).”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Los gerifaltes bolcheviques, en su afán por comprender a la odiada burguesía a la que deben reeducar, movidos por una curiosidad científica, se rebajan a adoptar algunas de sus costumbres. Se instalan en mansiones confiscadas, a ver qué tal se vive con calefacción central, bañera de mármol y sábanas de Holanda. Los automóviles de lujo vuelven a circular, aunque ya no los conduce un chófer de uniforme, sino un camarada. Lenin, sin ir más lejos, posee dos Rolls-Royce y el Delaunay-Belleville que pertenecieron a Nicolás II.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“La temida y populosa Ojrana se transforma, en manos bolcheviques, en una nueva organización, mismos perros con distintos collares, la Checa,[195] cuya misión consiste en suprimir cualquier acto «contrarrevolucionario» o «desviacionista», la típica labor inquisitorial que se observa en todas las religiones monoteístas.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Los ministros comunistas no se llamarán ministros, que suena a capitalista, sino comisarios. En las oficinas de los ministerios y de las compañías, los subalternos comunistas toman el mando y reorganizan a su manera la jerarquía. —Eso del escalafón es cosa capitalista. A partir de ahora se premiará la fidelidad al partido.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“El sencillo pueblo que tiene a sus hijos y maridos en el frente espera que el triunfo de la revolución precipite el final de la guerra. ¿Quién le explica que no se puede romper con los aliados de la noche a la mañana, que aunque no haya zar existen compromisos contraídos por la nación? Eso el pueblo no lo entiende. Comienzan las protestas por el final de la guerra.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Los soldados solo querían una cosa: paz para poder volver a casa, a robar a los terratenientes y a vivir libremente sin pagar impuestos ni reconocer autoridad alguna. Los soldados se vuelven hacia el bolchevismo porque creen que ese es su programa. No tienen la más mínima idea de lo que significa en realidad el comunismo, pero se imaginan en casa viviendo tan ricamente, sin leyes ni terratenientes”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Han dictado leyes tan progresistas (libertad de reunión, de prensa, de expresión, sufragio universal, amnistía, reducción de la jornada laboral, abolición de la pena de muerte...) que han hecho de Rusia el «país más libre del mundo». No entienden que al cabo de dos meses la gente desagradecida vuelva a las protestas como en tiempos de los zares. ¿Qué está pasando? Es que mucha gente sencilla cree que la democracia consiste en perseguir a los poderosos, a «los de antes», no en desarrollar leyes igualitarias y en hacerlas cumplir mediante un sistema correctivo proporcionado.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Que Lenin se saliera con la suya e impusiera un partido comunista dictatorial, autoritario y antidemocrático[79] no fue solo una desgracia para Rusia sino, por extensión, para toda la humanidad. «Si en lugar del bolchevismo hubiera triunfado el menchevismo en 1917, nos hubiéramos ahorrado, no solo la tremenda guerra civil de 1918-1921, y el terror estalinista de las décadas de 1930 y 1940, que fueron consecuencias inevitables de la crueldad bolchevique, sino también con toda probabilidad a Hitler, la segunda guerra mundial, la guerra fría, y, sin duda, además, a Sadam Huseín y la guerra del Golfo.»[80] Quizá sea un pueblo indignado que reclama razón.”
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“Nacen dos denominaciones que harán historia. Los centralistas antidemocráticos de Lenin se llamarán a partir de ahora bolcheviques (mayoritarios) y los de la facción moderada de Mártov se llamarán mencheviques (minoritarios).[78] Las respectivas denominaciones no pueden ser más engañosas porque en realidad la mayoría de los compromisarios se inclinaba por la fórmula más abierta y democrática de Mártov, pero el astuto Lenin alteró el resultado aprovechando la ausencia accidental de varios votantes.”
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“—Pero un partido tan centralizado nos llevará forzosamente a la dictadura —replica Mártov. —¿Qué importa? En todo caso será la dictadura del proletariado. La masa no piensa. Hay que pensar por ella y tomar las decisiones desde una minoría regente.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“—Un partido de masas no es factible en Rusia —objeta Lenin—. Falta educación, tendríamos que aguardar siglos a que la gente madurara democráticamente. El partido debe limitarse a los revolucionarios profesionales. Las masas solo deben ser instrumentos de esa minoría rectora.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Vladimir Vasiliev, ya de regreso a San Petersburgo y a la civilización después de su aventurada convivencia con el honrado pueblo campesino, es otro hombre. Ha comprendido que predicar el socialismo al pueblo es como echar margaritas a los cerdos. El pueblo no merece sacrificio alguno, «el socialismo rebota en los campesinos como los guisantes en una pared. Te escuchan como escuchan al pope que les predica en la iglesia, con respeto, pero sin el mínimo efecto sobre sus sentimientos o acciones».[72]”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Vladimir Vasiliev, ya de regreso a San Petersburgo y a la civilización después de su aventurada convivencia con el honrado pueblo campesino, es otro hombre. Ha comprendido que predicar el socialismo al pueblo es como echar margaritas a los cerdos. El pueblo no merece sacrificio alguno, «el socialismo rebota en los campesinos como los guisantes en una pared. Te escuchan como escuchan al pope que les predica en la iglesia, con respeto, pero sin el mínimo efecto sobre sus sentimientos o acciones”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“Nicolás fue siempre fiel a una idea que le había inculcado su reaccionario padre: «Tu palabra es la ley, cuando dictas un ucase es como si hablara Dios, se obedece sin discusión, los ministros solo están para desarrollar en leyes y decretos tus deseos.[67] Las otras monarquías de Europa pueden ser democracias parlamentarias, allá los primos que se han dejado comer el terreno, pero en Rusia solo una autocracia firme puede mantener el orden y la paz social». «Aquí no consientas, bajo ningún concepto, Parlamento alguno, Constitución, separación de poderes, ni derechos sociales. Por esas debilidades se pierden las monarquías. Lo nuestro es el despotismo oriental. Otra cosa no va a entender el pueblo, que lo único que espera es un padre severo que garantice la paz. Fortalece el Ejército, cuida y aumenta la Ojrana y extirpa a los intelectuales revolucionarios.» Alejandro III hizo lo posible por dejar a su vacilante heredero el colchón de seguridad de un Estado policiaco.”
Juan Eslava Galán, La Revolución rusa contada para escépticos
“A la aristocracia rusa le encantaba el refinamiento francés e italiano (de hecho, entre ellos conversaban en francés y solo empleaban el ruso con la servidumbre). Las mujeres de la aristocracia gustaban de la moda parisina; los hombres, de la inglesa. Todos ellos eran adictos a la cocina francesa y a la ópera italiana (algunos extravagantes incluso mantenían su propia compañía de ópera). Muchos nobles pasaban más tiempo en París, en Niza y en la Riviera que en San Petersburgo. Esto explica que la emperatriz Alejandra apenas se molestara en aprender el idioma de sus súbditos. En palacio hablaban inglés, y en la corte, francés. El ruso, para la chusma que nos mantiene y sirve.”
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