¿Dónde está la franja amarilla? Quotes
¿Dónde está la franja amarilla?
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William Ospina964 ratings, 4.16 average rating, 84 reviews
¿Dónde está la franja amarilla? Quotes
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“Yo sueño un país donde tantos talentosos artistas, músicos y danzantes, actores y poetas, pintores y contadores de historias, dejen de ser figuras pintorescas y marginales, y se conviertan en voceros orgullosos de una nación, en los creadores de sus tradiciones. Todo eso sólo requiere la apasionada y festiva construcción de vínculos sinceros y valerosos. Y hay una pregunta que nos está haciendo la historia: ahora que el rojo y el azul han dejado de ser un camino, ¿dónde está la franja amarilla?...”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Mi educación se vio interrumpida por mi ingreso a la escuela”.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Un chiste común dice que en Colombia los ricos quieren ser ingleses, los intelectuales quieren ser franceses, la clase media quiere ser norteamericana y los pobres quieren ser mexicanos.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Sí, el mal de Colombia es la incapacidad de reaccionar, la pérdida de la confianza, la pérdida de la esperanza, la abrumadora falta de carácter que hace que hayamos cometido el error de llegar a la sociedad que tenemos y en vez de reconocerlo cerremos los ojos, negándonos a la difícil pero prometedora transformación que nos está exigiendo la historia. Sólo cuando las grandes multitudes de este país, incluidos los sectores dirigentes que sean capaces de cambiar su necedad por algo más inteligente y más práctico, se llenen de la convicción de que el país sería mejor si nos dejáramos de imposturas, de simulaciones y de exclusiones; sólo cuando el país abatido y desconfiado se llene de la apasionada intensidad que hoy sólo tienen los que viven de la guerra y del caos, nos haremos dignos de un destino distinto, y podremos cambiar este coro de quejas inútiles que se oye en todas partes, por algo más alegre y más fecundo.
Nos gustaría que los teléfonos públicos sirvieran para hacer llamadas; que funcionaran los medios de transporte: que las autorrutas sirvieran para ser transitadas, que estuvieran señalizadas correctamente para que no nos cueste tanto trabajo el viaje más elemental; que la tecnología que usamos consulte al país en el que se aplica, y así no se hundan las carreteras porque esto ni se agrieten porque aquello; que los productos de nuestra naturaleza sean conocidos y utilizados de un modo razonable, que no permitamos que sean otros pueblos y otros prejuicios los que nos dicten cómo manejar nuestras riquezas; que la Justicia funcione. Pero para ello es necesario saber cómo somos y a qué podemos comprometernos en un contrato social. Llevamos siglos desobedeciendo códigos perfectos, transgrediendo normatividades admirables y vanagloriándonos de la perfección de unas instituciones a las que nadie respeta.
(...)el Estado es la consecuencia de la sociedad que somos y que debe cambiar si queremos sobrevivir.
Así, es claro para mí que no es el Estado el que puede cambiar a la sociedad, sino por el contrario la sociedad la que debe cambiar al Estado: no sólo su administración y sus funcionarios sino su estructura y su lógica. Pero para ello la sociedad misma debe hacerse otra, y sólo de la iniciativa social no estatal podrá salir esa sociedad nueva cuyo fundamento sea la semilla moral que hay en todos, y la insatisfacción y el hastío que ya siente la sociedad entera.
(---) Sólo cambiando nuestra manera de estar juntos, sólo convocando a la dignidad de millones de seres e instándolos a ser el país, su rostro, sus voceros y sus propósitos, sólo dando por fin su lugar en la historia a las mayorías excluidas y degradadas por una arrogancia asombrosa, podremos esperar un país donde de nuevo sea motivo de orgullo y de grandeza vivir y morir.
(,,,)Es fácil descargar censuras y reprobaciones, pero un país digno no es ya algo que se nos deba por justicia, sino algo que tenemos que merecer por nuestros actos.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
Nos gustaría que los teléfonos públicos sirvieran para hacer llamadas; que funcionaran los medios de transporte: que las autorrutas sirvieran para ser transitadas, que estuvieran señalizadas correctamente para que no nos cueste tanto trabajo el viaje más elemental; que la tecnología que usamos consulte al país en el que se aplica, y así no se hundan las carreteras porque esto ni se agrieten porque aquello; que los productos de nuestra naturaleza sean conocidos y utilizados de un modo razonable, que no permitamos que sean otros pueblos y otros prejuicios los que nos dicten cómo manejar nuestras riquezas; que la Justicia funcione. Pero para ello es necesario saber cómo somos y a qué podemos comprometernos en un contrato social. Llevamos siglos desobedeciendo códigos perfectos, transgrediendo normatividades admirables y vanagloriándonos de la perfección de unas instituciones a las que nadie respeta.
(...)el Estado es la consecuencia de la sociedad que somos y que debe cambiar si queremos sobrevivir.
Así, es claro para mí que no es el Estado el que puede cambiar a la sociedad, sino por el contrario la sociedad la que debe cambiar al Estado: no sólo su administración y sus funcionarios sino su estructura y su lógica. Pero para ello la sociedad misma debe hacerse otra, y sólo de la iniciativa social no estatal podrá salir esa sociedad nueva cuyo fundamento sea la semilla moral que hay en todos, y la insatisfacción y el hastío que ya siente la sociedad entera.
(---) Sólo cambiando nuestra manera de estar juntos, sólo convocando a la dignidad de millones de seres e instándolos a ser el país, su rostro, sus voceros y sus propósitos, sólo dando por fin su lugar en la historia a las mayorías excluidas y degradadas por una arrogancia asombrosa, podremos esperar un país donde de nuevo sea motivo de orgullo y de grandeza vivir y morir.
(,,,)Es fácil descargar censuras y reprobaciones, pero un país digno no es ya algo que se nos deba por justicia, sino algo que tenemos que merecer por nuestros actos.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“La tarea más urgente de la humanidad en general es la tarea de reconocerse en el otro, la tarea de asumir la diferencia como una riqueza, la tarea de aprender a relacionarnos con los demás sin exigirles que se plieguen a lo que somos o que asuman nuestra verdad. Frente a los fascismos que hoy resurgen en tantos lugares del planeta se alza esta urgencia de hacer que en el mundo persista la diversidad de la que depende la vida misma. El triunfo de un solo modelo, de un solo camino, de una sola verdad, de una sola estética, de una sola lengua, es una amenaza tan grande como lo sería en el reino animal el triunfo de una sola especie o en el reino vegetal el triunfo de un solo árbol o de un solo helecho.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Pero siete millones de personas son siete millones de historias humanas llenas de sentido, de pasado y de esperanza; con esa materia básica se han cumplido siempre las grandes tareas históricas, y nadie tiene derecho a descalificar a un pueblo de la posibilidad de transformarse.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Un pueblo incapaz de darle la cara a los males se merece su postración y su angustia. Pero cuando uno se pregunta dónde están los que protestaron, los que se rebelaron, los que exigieron, los que se creyeron con derecho a reclamar un país más justo, más respetuoso, el pensamiento se ensombrece. Los héroes están en los cementerios, nos dice una voz al oído. Y entonces recordamos aquella pieza teatral en la que un personaje exclama: “¡Desgraciado el país que no tiene héroes!”, y otro le responde: “¡No, desgraciado el país que los necesita!”.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Sólo una oposición legal verdaderamente actuante y eficaz puede hacer inútil e injustificada la dañina oposición armada, con su capacidad de extorsión y de terrorismo.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“aún hoy Colombia sigue siendo un país sin un proyecto territorial, sin un plan de desarrollo sensato y propio, sin un censo aprovechado de sus recursos. El Estado, omnipotente a la hora de imponer tributos y de reprimir descontentos, es la impotencia misma a la hora de impedir saqueos, de moderar depredaciones y de proteger el patrimonio. Y ello porque en realidad no es un Estado que represente una voluntad nacional, y que pueda apoyarse en ella para esas grandes decisiones que exigen en nombre de todos poner freno a la codicia de unos cuantos, sino que representa sólo intereses mezquinos y está hecho para defenderlos, a veces, incluso, con ferocidad”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Colombia es hoy un país donde los pobres no pueden comer, la clase media no puede comprar y los ricos no pueden dormir.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Los mejores carecen de toda convicción, En tanto que los peores Están llenos de apasionada intensidad.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Por eso he dicho al comienzo que el peor de los males de Colombia no es lo que se ve sino lo que no se ve. El inmenso pueblo excluido que no se manifiesta, o que tan plenamente ha perdido la confianza que prefirió replegarse hacia la vida personal, vivir al margen del Estado corrupto y hostil, procurando salvarse solo, como pueda, y entregado a la tarea a la vez precaria y heroica de rebuscar la subsistencia en una lucha de todos contra todos, porque ningún propósito colectivo puede ser reivindicado, porque ya nadie puede sentirse parte digna y orgullosa de una nación.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Chesterton decía que el bien no consiste simplemente en abstenerse de hacer el mal, que el bien no puede ser una virtud meramente negativa y pasiva, que el bien debe ser algo que obra, algo perceptible por sus frutos, así como el blanco es un color y no una simple ausencia de color.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
“Cualquier colombiano lo sabe: aquí nada sirve a un propósito público. Aquí sólo existen intereses particulares. El colombiano sólo concibe las relaciones personales, sólo concibe su reducido interés personal o familiar, y a ese único fin subordina toda su actividad pública y privada.”
― ¿Dónde está la franja amarilla?
― ¿Dónde está la franja amarilla?
