Noviembre Quotes

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Noviembre Noviembre by Jorge Galán
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“To truly return, we must belong (, and that man came to understand that he no longer belonged to the place he'd left as a sixteen-year-old boy).”
Jorge Galán, Noviembre
“Don't worry.' What is the point in worrying when there's nothing you can do?”
Jorge Galán, Noviembre
“Amanece el día 16. Es noviembre. La luz desciende sobre los hombres y las bestias.”
Jorge Galán, Noviembre
“Y todo acaba. Los seis han muerto. Los asesinan en esa casa, en la universidad que construyeron por décadas.”
Jorge Galán, Noviembre
“—Usted ha dicho muchas veces, padre, que para Ellacuría Rahner era su colega, y Zubiri también… —Sí —contesta Sobrino—, pero Romero estaba por encima, Romero era lo que debía alcanzar. Rahner era su colega, mejor o peor que él, pero su colega, y Zubiri lo mismo, pero Romero era el ideal espiritual, era Dios que pasó por su pueblo. Y esas palabras para un religioso guardan el significado más alto.”
Jorge Galán, Noviembre
“—Usted ha dicho muchas veces, padre, que para Ellacuría Rahner era su colega, y Zubiri también… —Sí —contesta Sobrino—, pero Romero estaba por encima, Romero era lo que debía alcanzar.”
Jorge Galán, Noviembre
“—Pero el arzobispo de San Salvador piensa que es el ejército —afirmaba el entrevistador. —Es lo que piensa él, pero está equivocado, no tiene datos, sólo es mera especulación sin fundamento. La revista, que se publicaba todos los primeros de mes, destacaba la entrevista de monseñor Tovar sobre el resto del contenido. —El ejército guerrillero fue el culpable del asesinato de los padres jesuitas. Tovar Astorga fue categórico. Y eso se publicó el día 1 de enero. Dos días más tarde, en una conferencia de prensa con medios, el presidente Alfredo Cristiani reconoció que el asesinato de los padres jesuitas había sido llevado a cabo por un grupo de militares salvadoreños, y aseguró que se llevarían a juicio y que los culpables serían castigados. El día del anuncio de Cristiani hubo una pequeña misa de celebración en la comunidad jesuita. El juicio se celebró meses más tarde. Monseñor Tovar nunca fue elegido Arzobispo de San Salvador.”
Jorge Galán, Noviembre
“Ellos estaban tratando de evadir la responsabilidad del ejército a toda costa. Y aunque las posiciones oficiales mostraban una cara, la otra cara de esa moneda era que nadie les creía.”
Jorge Galán, Noviembre
“Ese diciembre de 1989, el Gobierno creó tres comisiones de alto nivel para visitar tres puntos estratégicos. Una viajaría a Washington. Otra, a Madrid. Y la tercera, al Vaticano. Su objetivo era informar sobre lo que acontecía en el caso de los padres jesuitas. Eran tres lugares clave en los acontecimientos que se decantarían en los próximos días. Tanto a Madrid como a Washington el Gobierno envió a políticos pertenecientes al partido de la derecha. Se dijo lo que se había repetido como versión oficial en San Salvador, pero con muchos más detalles que pretendían inculpar a la guerrilla. La más interesante era la comisión enviada al Vaticano. La Conferencia Episcopal es la asamblea de obispos de la Iglesia de cada nación, un órgano permanente que acuna a los representantes más altos de la Iglesia de un país. A la sede de la Iglesia viajaron monseñor Tovar Astorga, presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Revelo, que era el segundo al mando, y un cura llamado Manuel Barreiro, secretario de la Conferencia. Así que la impresión que se quiso dar ante el Vaticano era que los obispos de la nación estaban en pleno a favor de lo que estos tres hombres informarían.”
Jorge Galán, Noviembre
“La Conferencia Episcopal es la asamblea de obispos de la Iglesia de cada nación, un órgano permanente que acuna a los representantes más altos de la Iglesia de un país. A la sede de la Iglesia viajaron monseñor Tovar Astorga, presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Revelo, que era el segundo al mando,”
Jorge Galán, Noviembre
“—¿Alguna vez volvió a ver a este hombre, padre? —le pregunto a Tojeira. —Nunca, responde. Han pasado más de dos décadas y no volví a saber de él. A veces tengo la sensación de haber conversado con un fantasma. Con alguien que no existe realmente o existe sólo en la sombra. Y que, a pesar de que no existe, es omnipresente. Porque esta gente está en todos lados y lo sabe todo. No me extrañaría incluso que supieran de esta conversación en este instante. —¿Y recuerda su nombre, padre? —Es lo que te digo, no lo sé. Y supongo que no lo sabré nunca. Que se ha perdido para siempre.”
Jorge Galán, Noviembre
“a Romero lo habían asesinado un lunes, mientras levantaba el cáliz para la consagración. Un disparo certero en el corazón había acabado con su vida de hombre y lo había convertido en un santo.”
Jorge Galán, Noviembre
“Cuando dieron las seis, Lucía se atrevió a salir de casa y caminó hasta el jardín donde se encontraban los cuerpos de los jesuitas. Era una mañana fría, luminosa, apacible, y nada parecía suceder fuera, pero dentro estaban los cadáveres de los sacerdotes y los de su amiga Elba y su hija Celina.”
Jorge Galán, Noviembre
“A la M-60 la siguieron una serie de disparos con M-16 y AK-47 y gritos y golpes en la puerta de la casa y pronto la casa de los padres jesuitas se convirtió en un campo de guerra.”
Jorge Galán, Noviembre
“Era un hombre afable, de un humor excelente, capaz tanto de impartir una clase sobre filosofía como de ayudar a la Cruz Roja a sacar heridos de una zona de conflicto durante la guerra civil nicaragüense, o de hablar de duendes con una niña.”
Jorge Galán, Noviembre
“—Tenía cara de bueno —añadió la abuela—. De esas caritas de buena gente. No como los otros, Ellacuría tenía cara de serio, de señor enojado, pero este hombre se parecía más a monseñor Romero, tenía una cara dulce, por lo menos en misa.”
Jorge Galán, Noviembre
“—Señor Pacas —continuó Tojeira—, ustedes pueden hacer lo que les dé la gana, está claro que yo no lo puedo evitar, pero sí puedo advertirles una cosa: les juro que si veo armas en el auditorio digo públicamente que la misa no empieza ni enterramos a los jesuitas hasta que salga esa gente armada. Los medios los van a filmar y van a ver el espectáculo que montamos.”
Jorge Galán, Noviembre
“—Queremos que usted le reserve un lugar al señor presidente —dijo Pacas, el ministro—, y queremos comprobar el lugar, para saber dónde se va a colocar. —Bueno —les respondió Tojeira—, pues hay reservadas dos primeras filas en el auditorio, que es donde se va a hacer la misa, dos filas para el cuerpo diplomático. Que se coloque allí. Pero, eso sí, no se permiten armas. No queremos a nadie armado. —Pero está hablando del presidente del país. ¿Qué pretende? —No quiero ofenderle, pero sinceramente, no importa que sea el presidente de la República o el papa, hemos tomado esa decisión y no vamos a echarnos atrás.”
Jorge Galán, Noviembre
“—¿Arzobispo, quién mató a los padres jesuitas? —Los mató el mismo odio que mató a monseñor Romero —contestó monseñor Rivera”
Jorge Galán, Noviembre
“—Han asesinado al padre Ellacuría, al padre Segundo Montes, a Nacho Martín-Baró, a Amando López, a Joaquín López y López, al padre Juan Ramón Moreno… —¿Pero tú estás bien? —insistió la voz de Roma.”
Jorge Galán, Noviembre
“los testigos de las casas vecinas dirían que escucharon una especie de lamento acompasado, pero no era un lamento lo que oían sino el leve canto del padrenuestro, que rezaron al unísono. Habían llegado al país, muchos años antes, como sacerdotes, y querían marcharse de la única manera que sabían. Después de unos minutos, uno de los soldados se acercó y realizó el primer disparo. Uno de los sacerdotes quiso levantarse pero no tuvo tiempo. Pronto el lamento acompasado cesó. Y todo cesó. Era la madrugada del 16 de noviembre de 1989.”
Jorge Galán, Noviembre
“Si yo sé por qué están aquí, les dijo Ellacuría.”
Jorge Galán, Noviembre