El regalo Quotes

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El regalo El regalo by Eloy Moreno
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“La mayoría de la gente se pasa más tiempo hablando de sueños que persiguiéndolos... porque hablar es sencillo, apenas requiere esfuerzo.”
Eloy Moreno Olaria, El regalo
“¿Sabes?, a veces la vida es así, después de subir y bajar montañas llega un momento en que se queda plana: ya no hay enamoramientos, ni ilusiones, ni noches eternas mirando al mar, ni viajes inesperados a cualquier parte, ni amigos con los que huirías sin destino... Llega un momento en la vida en que eso se acaba y”
Eloy Moreno, El regalo
“La Isla existe. Físicamente podría ubicarse en muchos lugares, pero mentalmente está en ti. Existe también un camino para llegar a ella, pero no lo dibujaron en ningún mapa, solo lo encontrarás cuando tus sueños tengan más poder que tus excusas.”
Eloy Moreno, El regalo
“Quiérela, quiere a esa niña que lo único que desea ahora mismo es tenerte a su lado. Quiérela ahora como si no hubiera mañana, como si el ayer no existiera, quiérela y díselo, díselo todas las veces que haga falta. Nunca olvides que la mejor herencia que le puede dejar un padre a un hijo son buenos recuerdos.”
Eloy Moreno, El regalo
“Un sistema educativo heredado de cuando tenían que preparar a la gente para ser trabajadores de grandes fábricas. Por eso, si te fijas, el colegio no es más que el ensayo de lo que después será una jornada laboral. Si eres capaz de doblegar a un niño para que esté sentado sus ocho horas al día —con media hora de descanso—, conseguirás a un adulto preparado para estar ocho horas trabajando —con media hora de descanso—. Nos preparan desde pequeños para ser carne de multinacional.”
Eloy Moreno, El regalo
“»Al final la gente solo cambia si le ocurre algo grave: un fuerte accidente, una muerte cercana, una enfermedad de esas que casi te mata... y aun así... aun así la mayoría de veces tampoco ocurre. En realidad solo cambia cuando algo o alguien les obliga a hacerlo. »¿Le quieres? ¿Quieres a tu hijo? —me preguntó. —Mucho —le contesté. —Entonces dale un papel en la película, el principal, haz que sea el protagonista. Hazle ese regalo.”
Eloy Moreno, El regalo
“Pedí a una chica joven que se alejó de mí sin dejar que le explicase nada; a una pareja joven que también negaron con la cabeza; a un hombre de negocios que me dijo que no con una mirada de desprecio; a un chico con una mochila que me dio un euro; a un par de hombres mayores que, tras mirarse el uno al otro, sacaron una moneda cada uno; a una mujer cargada con varias bolsas que al verme se giró como si no me hubiera visto; a un hombre con un maletín que... Y así, venciendo una vergüenza que me dolía cada vez que me acercaba a alguien, finalmente conseguí el dinero necesario. Compré el billete y corrí hacia el tren. Aquel día me di cuenta de que la gente es buena.”
Eloy Moreno, El regalo
“Una sospecha que mi propia mente había estado evitando hasta ahora, quizá con la intención de protegerme, quizá porque lo que no se piensa no duele.”
Eloy Moreno, El regalo
“Si algo he aprendido en esta Isla es que cuando alguien juzgue mi camino lo mejor que puedo hacer es prestarle mis zapatos, ahí los tienes. —Cerró la ventanilla, arrancó y se fue.”
Eloy Moreno, El regalo
“—Dicen que la vida es peligrosa, sí, pero no por la gente que hace el mal sino por los que se sientan a ver lo que pasa, los cobardes. Y él era así, cobarde hasta la médula, cobarde.”
Eloy Moreno, El regalo
“¿A qué te refieres? —Pues que la mayoría de estrellas que ahora vemos ya ni siquiera existen. Quizás hace años que murieron y en cambio seguimos observando su brillo. A eso es a lo que aspiro yo —me dijo—. A ser recordado aunque ya no esté aquí. Siempre he pensado que uno no muere mientras haya una persona que te siga manteniendo en sus recuerdos. Solo mueres cuando absolutamente nadie te recuerda, cuando ya nadie puede ver el brillo de tu estrella.”
Eloy Moreno, El regalo
“eso es a lo que aspiro yo —me dijo—. A ser recordado aunque ya no esté aquí. Siempre he pensado que uno no muere mientras haya una persona que te siga manteniendo en sus recuerdos. Solo mueres cuando absolutamente nadie te recuerda, cuando ya nadie puede ver el brillo de tu estrella.”
Eloy Moreno, El regalo
“momento sacan su escopeta, esa que tienen cargada de excusas y te apuntan con rabia. Espero que la tuya no tenga munición.”
Eloy Moreno, El regalo
“Y aun así recuerdo las palabras que me dijo justo antes de salir de allí: “La mayoría de la gente se pasa más tiempo hablando de sueños que persiguiéndolos... porque hablar es sencillo, apenas requiere esfuerzo. El problema viene cuando les preguntas por qué no intentan hacer realidad esos sueños... En ese”
Eloy Moreno, El regalo
“»Vaya, por fin, una sonrisa. ¿Sabes, colega?, de vez en cuando a todos se nos cae la vida, y eso no es tan malo, a veces es necesario. A veces es necesario que se rompa en mil trozos para que, en el momento de recogerlos, sepamos cuántos debemos dejar en el suelo, abandonados.”
Eloy Moreno, El regalo
“Después vendrán las lágrimas de un niño que no entiende por qué toda la maldad del mundo ha tenido que coincidir en su casa; que no entiende el daño que puede hacer una cometa; un niño que se pregunta cuántos golpes caben en un cuerpo; un niño que, en pleno huracán del sinsentido aún sonríe al recordar el rato que ha pasado con su vecino. El mismo que continuará escuchando el infierno desde su lado, el mismo hombre que se preguntará cómo es posible que sea tan complicado adoptar un niño y en cambio cualquier malnacido pueda ser padre.”
Eloy Moreno, El regalo
“Me senté en un banco y observé esos columpios tan raros que había visto al entrar. Miré alrededor: no había nadie. Me acerqué y leí un cartel: de 0 a 100 años. Sonreí.”
Eloy Moreno, El regalo
“—Bueno... me casé, me compré una casa demasiado cara y había que pagar la hipoteca, y el coche, y... —Y ahí hipotecaste tu vida. —Sí. —Pues ahora entiendo por qué no te puedes suicidar. —¿Qué? ¿Por qué? —Porque uno no se puede suicidar dos veces, y tú ya lo hiciste hace años, cuando decidiste apostar toda tu vida y la de tu familia a una sola carta. Cuando decidiste dejar de lado tus sueños.”
Eloy Moreno, El regalo
“—Es imposible que con esas manos lo haya logrado, es imposible, no tiene la fuerza suficiente. ¿Cómo ha podido conseguirlo? —comentaban entre ellos. Un anciano que estaba por los alrededores, al escuchar la conversación, se acercó a los bomberos. —Yo sí sé cómo lo hizo —dijo. —¿Cómo? —respondieron sorprendidos. —No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo. Me quedé durante un rato mirando aquella pared, aquel pequeño dibujo en el que un niño sacaba a otro de un lago helado. —Ningún niño sale de este colegio sin aprenderse de memoria este cuento —me sorprendió desde atrás.”
Eloy Moreno, El regalo
“Un anciano que estaba por los alrededores, al escuchar la conversación, se acercó a los bomberos. —Yo sí sé cómo lo hizo —dijo. —¿Cómo? —respondieron sorprendidos. —No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo. Me quedé durante un rato mirando aquella pared, aquel pequeño dibujo en el que un niño sacaba a otro de un lago helado. —Ningún niño sale de este colegio sin aprenderse de memoria este cuento —me sorprendió desde atrás.”
Eloy Moreno, El regalo
“El problema viene cuando decidimos mirarlo de nuevo todo, pero esta vez sin la cámara. Es entonces cuando uno se da cuenta de que hay dos cosas extrañas en ese encuadre: la primera es que el hombre, en realidad, se mantiene de pie fuera del andén, sobre las propias vías; la segunda es que el tren que está esperando es uno de los pocos que no tiene parada en esa estación.”
Eloy Moreno, El regalo
“—¿Cómo puedes decir eso? —me dijo moviendo la cabeza de lado a lado—. Todas las personas son interesantes, justamente eso es lo que intentamos demostrar a los niños. Les intentamos explicar que cada persona es importante por sí misma, no queremos que ninguno de ellos piense que por no ser capaz de trepar a un árbol ya no va a ser nadie en la vida, ¿entiendes?”
Eloy Moreno, El regalo
“nos educan para trabajar para otros, para cumplir los sueños de los demás...”
Eloy Moreno, El regalo
“Quizá, si hubieras esperado, si lo hubieras intentado durante unos años, quizá finalmente sí que habrías podido vivir de lo que realmente te gustaba, cumplir tu sueño pero colega, no nos educan para eso,”
Eloy Moreno, El regalo
“«Quien no encaja en el mundo está siempre cerca de encontrarse a sí mismo.» H. Hesse.”
Eloy Moreno, El regalo
“—Sí, ya lo veo, y seguirá lloviendo incluso cuando ya no estemos vivos. Pero, ¿sabes? —me susurró—, no vas a encoger. ¿Has sido capaz de empaparte por perseguir un simple coche y no vas a ser capaz ahora de mojarte por disfrutar de un paisaje?”
Eloy Moreno, El regalo
“Y llegamos a un lugar que aún a día de hoy no sabría muy bien cómo definir: quizás es ese sitio al que te trasladas cuando suena el timbre del recreo, o allí donde vamos al cerrar los ojos justo antes de soplar las velas, o la eternidad en la que nos introducimos al juntar los tactos con la persona que amamos... ¿Quién sabe? O quizá no era más que la parte trasera del armario en que se había convertido mi vida: ahí donde se almacenan prendas que jamás volverás a ponerte pero te da pena tirar.”
Eloy Moreno, El regalo
“—Creo que ese es uno de los momentos más tristes de una vida: cuando te das cuenta de que no eres feliz. Ahí, colega, tienes dos opciones: quedarte sentado esperando que sea la propia felicidad la que un día, quizá por casualidad, te encuentre, o ser más valiente y salir a buscarla.”
Eloy Moreno, El regalo
“»La carretera —en realidad, el mundo— está llena de ramos de flores atados a señales de tráfico, a piedras, a montañas... por gente que fue incapaz de decir una simple palabra de dos letras: no.”
Eloy Moreno, El regalo
“»He acelerado para ver si decías algo pero has preferido callarte y eso no hay que hacerlo. Eso tenemos que enseñárselo a los jóvenes. Hay que enseñarles que en el momento que se metan en un coche y el que conduzca esté borracho se bajen, le digan que pare, o que se pongan ellos a conducir, pero, sobre todo, hay que decirles que hagan algo.”
Eloy Moreno, El regalo

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