Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel) Quotes
Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
by
Fernando Rivas Rebaque4 ratings, 4.75 average rating, 0 reviews
Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel) Quotes
Showing 1-7 of 7
“«Cuando nos encontremos en medio de las tinieblas, procuremos que no nos turben, especialmente en el caso de que no seamos nosotros su causa. Porque la providencia de Dios permite todo esto por razones que tan sólo ella conoce. En ese momento, nuestra alma se encuentra angustiada, como en medio de una tempestad. Y si uno quiere buscar fuerzas mediante un libro o una liturgia, o si se apoya sobre cualquier otra cosa, lo más que consigue o recibe de esa forma, incluso después de haber dejado de apoyarse en ello, no es sino tiniebla sobre tiniebla. En ese momento cree que su situación no podrá cambiar o que nunca recuperará la paz. Esta es una hora llena de desesperación y de miedo; y la esperanza en Dios y el consuelo de la fe quedan completamente borrados del alma, la cual se encuentra enteramente sumida en la duda y el miedo» (Isaac de Nínive, El don de la humildad, Sígueme, Salamanca 2007, 68).”
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
“«La tristeza que causa un arrepentimiento saludable es propia del hombre obediente, afable, humilde, dulce, suave y paciente, porque deriva del amor de Dios. Sufre infatigable el dolor físico y la contrición del espíritu, gracias al vivo deseo que le anima de perfección. Es también alegre y en cierto modo se siente como robustecido por la esperanza de su aprovechamiento; conserva de continuo el hechizo y el encanto de la afabilidad y de la longanimidad, y posee en sí todos los frutos del Espíritu Santo... La tristeza diabólica es diametralmente opuesta. Es áspera, impaciente, dura, llena de amargor y disgusto, y le caracteriza también una especie de penosa desesperación. Cuando se apodera de un alma, la priva y aparta de cualquier trabajo y dolor saludable. Ello obedece a que es una pasión irracional, y no sólo impide y frustra por completo la eficacia de la oración, sino que malogra los frutos espirituales que dijimos causaba la tristeza santa o de Dios» (Juan Casiano, Inst. cenob. IX, 11).”
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
“«La ausencia de misericordia y la brutalidad provienen de la gran abundancia de pasiones. En efecto, las pasiones endurecen el corazón y no le dejan que se mueva a compasión, de manera que el corazón no sabe tener piedad por nadie, ni dolerse por las aflicciones, ni sufrir por la ruina de su prójimo aunque la tenga ante sus ojos, ni entristecerse por aquellos que caen en los pecados; al contrario, a causa de las pasiones de las que hemos hablado, la ira y la envidia se hacen fuertes y crecen en ellos; y sucede que [uno] se deja mover por un celo estúpido, como si quisiera llevar él a cabo la venganza en lugar de Dios, y en su alma no hay espacio para la compasión» (Isaac de Nínive, o.c., 160).”
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
“Otra aportación que puede hacer el Evangelio a nuestra manera de comprender/vivir la enfermedad es el aprendizaje para superar nuestros planteamientos en torno al por qué (¿por qué a mí?, ¿por qué esto?, ¿qué es lo que he hecho?), círculo vicioso que sólo puede llevarnos a la frustración y la desesperación, aislándonos no sólo de los demás, sino incluso de nosotros/as mismos/as, con el fin de llegar a la pregunta en torno al para qué, donde lo importante van a ser las posibilidades que ofrece la nueva situación, así como las diferentes perspectivas que nos plantea este nuevo estado, en el que la persona enferma es capaz de descubrir y poner en marcha mecanismos insospechados y sorprendentes, y se invita a los que están cerca del enfermo/a a participar de este dinamismo. El ser humano descubre de manera privilegiada en la enfermedad que no sólo «tiene» un cuerpo, sino que «es» cuerpo, con lo que esto significa, al tiempo que aprende a no quedar reducido a sus dimensiones más físicas, porque vislumbra siempre, en este cuerpo dolorido, que hay un «más allá».”
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
“Esta actividad sanadora Jesús la lleva a cabo de una manera concreta: no cura «a distancia» o «en serie», sino que en todos los casos dedica una atención personal, acercándose a las circunstancias concretas en que vive la persona enferma, e incluso con frecuencia es Jesús quien toma la iniciativa.”
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
“Dios se sirve de la enfermedad para mostrarnos facetas escondidas y sorprendentes del ser humano, la enfermedad tiene un sentido profundo y oculto que sólo la persona creyente puede descubrir, toda auténtica curación lleva consigo una cierta «pérdida» y Dios se revela y salva asumiendo precisamente nuestra frágil y débil condición.”
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
“No es que Dios quiera la enfermedad, pero la permite para que el ser humano sea capaz de profundizar en su situación.”
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
― Terapia de las enfermedades espirituales en los padres de la Iglesia (colección Betel)
