La Primera Guerra Mundial contada para escépticos Quotes
La Primera Guerra Mundial contada para escépticos
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Juan Eslava Galán1,228 ratings, 4.29 average rating, 119 reviews
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La Primera Guerra Mundial contada para escépticos Quotes
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“La falta de entusiasmo del soldado italiano (que se repetirá en la segunda guerra mundial) es sólo la prueba de que pertenece a un pueblo antiguo y sabio, más inmune a los cantos de sirena que otros pueblos menos avisados de Europa.”
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“Los dos grupos que hasta ayer se mataban se encuentran a mitad de camino en medio de la desolación, entre embudos cenagosos, cadáveres semienterrados y chatarra bélica oxidada. Alemanes e ingleses se contemplan, astrosos, barbudos, sucios, tan parecidos si no fuera por el uniforme, tan humanos, tan distintos de como los presentan las caricaturas de la propaganda.”
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“Era la guerra de una generación desprevenida; y su mayor peligro radicaba precisamente en la fe intacta de los pueblos en la justicia unilateral de su causa”
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“El político catalán Francesc Cambó, que había vislumbrado la posibilidad de obtener la independencia de Cataluña al amparo de los Catorce Puntos de Wilson (por eso meses antes había dimitido como ministro de Fomento de España, dispuesto a ser «el Bolívar de Cataluña»), se persona en Versalles para entrevistarse con el americano, pero se encuentra con que el presidente del gobierno español, Romanones, se le ha adelantado y ya ha obtenido seguridades de Wilson de que eso de la independencia de los pueblos sólo afecta a los del bando perdedor en la guerra. Cambó regresa a Barcelona con las manos vacías. Dos años más tarde volverá a ser ministro del gobierno español, esta vez en la cartera de Hacienda.”
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“A la postre, la guerra ha resultado desastrosa para Europa, incluso para los vencedores. En realidad, los únicos beneficiados por el conflicto están fuera de ella: Estados Unidos y Japón, que ganan la consideración de superpotencias.”
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“El presidente Wilson pronuncia unas palabras históricas: «Les prometo que ésta va a ser la última guerra, la guerra que acabará con todas las guerras».”
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“Firman. En el claro de Compiègne, los franceses pondrán una lápida que dice: ICI LE 11 NOVEMBRE 1918 SUCCOMBA LE CRIMINEL ORGUEIL DE L’EMPIRE ALLEMAND VAINCU PAR LES PEUPLES LIBRES QU’IL PRETENDAIT ASSERVIR. («Aquí, el 11 de noviembre de 1918, sucumbió el orgullo criminal del Imperio alemán, vencido por los pueblos libres que pretendía domeñar.»)”
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“—Deseamos que conste nuestra más firme protesta por esos términos abusivos... —comienza a decir Erzberger. —¿quiénes son ustedes para hablar de abuso después de la destrucción que han causado invadiendo países y conculcando todas las normas del derecho internacional? Vae victis.”
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“O sea, entendámonos: es el Parlamento el que solicitará el armisticio; no los militares, no Ludendorff y sus mariachis del Alto Estado Mayor. Arrogantes en la victoria, feroces en la guerra, cobardes en la derrota (características que parecen acompañar a la raza superior), dejan que el Parlamento burgués y obrero cargue con la responsabilidad de la rendición. Los militares salvan la cara acatando disciplinadamente la decisión de los políticos. De este modo podrán justificarse ante la historia. Que conste que cuando depusimos las armas estábamos ganando la guerra, puesto que ocupábamos suelo extranjero en todos los frentes.”
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“O sea, entendámonos: es el Parlamento el que solicitará el armisticio; no los militares, no Ludendorff y sus mariachis del Alto Estado Mayor. Arrogantes en la victoria, feroces en la guerra, cobardes en la derrota (características que parecen acompañar a la raza superior), dejan que el Parlamento burgués y obrero cargue con la responsabilidad de la rendición.”
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“La depauperada población alemana se entera por los periódicos de que Alemania se ha convertido, de la noche a la mañana, en una democracia parlamentaria. O sea: los que han orquestado la guerra, la clase privilegiada (la rancia aristocracia prusiana aliada a la reciente plutocracia industrial), han cedido el gobierno a los socialdemócratas para que carguen con la vergüenza y con la responsabilidad de rendir al país.”
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“Los estadounidenses, gente joven y presta a absorber deprisa las enseñanzas de sus aliados más veteranos, se revelan soldados excelentes. El sentido práctico que los caracteriza, unido a la ausencia de verdaderas tradiciones militares, los inclina a usar armas y tácticas poco convencionales, lo que incluye escopetas de postas y cañón recortado en el cuerpo a cuerpo.”
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“A los soldados franceses les habían prometido que después de un pequeño esfuerzo ganaban la guerra y podían regresar triunfantes a sus hogares. La promesa era falsa: los han conducido a una nueva carnicería insensata, a marchar a campo abierto contra las ametralladoras alemanas mientras los generales siguen jugando a la guerra con sus mapas y sus brillantes uniformes lejos del barro, de los piojos, de la miseria y, sobre todo, lejos del alcance de la artillería enemiga.”
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“Los políticos y los generales invocan el honor nacional. Los industriales, que están amasando grandes fortunas con la producción bélica, son del mismo parecer: el honor nacional ante todo. Y los comerciantes del ramo de la ortopedia, que no dan abasto vendiendo sus productos a las decenas de miles de mutilados que salen de los hospitales del frente: salvemos el honor nacional.”
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“Una superstición de trinchera que perdura aún hoy en Inglaterra después de un siglo: encender tres cigarrillos con la misma cerilla trae mala suerte. Es porque en las trincheras de Ypres, cuando un francotirador alemán veía el destello de una cerilla al encenderse, sólo tardaba tres segundos en apuntar y disparar a la llama..., justo cuando el tercer fumador estaba encendiendo su cigarrillo”
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“El general Douglas Haig, que dirige el ataque desde su cómoda retaguardia y cada noche dobla los calzoncillos antes de acostarse, se encoge de hombros. A mí que me registren. Él ha observado escrupulosamente lo que se enseña en las mejores academias del ramo: previa preparación artillera, toda una semana diluviando metralla sobre las posiciones enemigas y carga final a la bayoneta. No es culpa suya si la mitad de los proyectiles no ha estallado (por defecto de fabricación), ni si la mitad de las alambradas estaban tan intactas como los boches que brotaban por docenas de sus madrigueras, las ametralladoras por delante, en cuanto escampó.”
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“Cuando cesa la artillería, se produce un tenso silencio que zumba en los oídos (los cañonazos se percibían, como el rumor de una tormenta lejana, incluso en Londres).”
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“Existe un interesante paralelo entre italianos y alemanes. Termina la guerra y muchos excombatientes que han crecido en ella no saben hacer otra cosa que pelear. Incapacitados como están para los trabajos civiles optan por mantenerse al abrigo del ejército y forman milicias paramilitares que sus jefes emplean para mantener a raya a los comunistas que pretenden extender al resto de Europa la revolución rusa. Estas milicias forman en Alemania los Freikorps y en Italia los Fasci di Combattimento.”
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“La verdadera liberación de la mujer la acarrea la guerra, aunque el feminismo viene preparándole el terreno desde tiempo atrás.”
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“Los tommies y los fritzs, hijos del pueblo unos y otros, labradores, pequeños empleados, artesanos, obreros, funcionarios, aprendices..., tienen mucho más en común entre sí de lo que pueden tener con los generales o los políticos que los han implicado en esta mortal aventura, los que en este momento, lejos del frente, de los piojos y de las ratas, estarán celebrando una Navidad tan distinta, con mesas bien provistas, en cómodas mansiones caldeadas, cerca de sus mujeres y de sus hijos, en familia.”
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“Al principio de la guerra, los aviadores estaban todavía imbuidos de espíritu deportivo y saludaban al adversario cuando se cruzaban con él. Después se les ordenó estorbar la observación de los aviones enemigos, lo que acabó con las cortesías y determinó la extensión de la guerra al medio aéreo. Las primeras agresiones consistieron en sobrevolar al adversario y lanzarle un ladrillo sobre el fuselaje”
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“El hedor de tanto cadáver descompuesto, amasado con el barro removido una y otra vez por la artillería, empieza a percibirse a unos tres kilómetros de las trincheras. Compañero inseparable de los soldados, lo impregna todo: ropas, utensilios, alimentos, incluso el papel de las cartas.”
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“La artillería remueve la tierra, sepulta a los vivos, desentierra a los muertos y modifica el paisaje hasta dejarlo irreconocible. El frente termina reducido a una larga franja gris de tierra torturada, un paisaje lunar de cráteres y cenizas. Al principio, los soldados se aferran a la superstición de que una granada no cae jamás en el mismo punto donde haya caído otra. Hasta que descubren que la nueva explosión borra el embudo de la anterior después de destripar o sepultar a los que se han refugiado en él.”
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“A los generales les incomodan los frentes estáticos. No es ésta la guerra de lucimiento, de resonantes victorias con la que ellos sueñan para ascender en el escalafón e incluso labrarse un nicho marmóreo en la Historia. Romper el frente, ésa es la obsesión; o sea: asaltar la trinchera enemiga, conquistarla, irrumpir en su retaguardia, conquistar extensos territorios... La gloria.”
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“No deja de ser paradójico que la guerra moderna recupere el obsoleto equipo medieval: a las espesas corazas de hierro que protegen de la metralla y de las balas (y que, por su peso excesivo, sólo se pueden llevar durante un corto periodo en la trinchera o en puestos de avanzada) se suman los cuchillos de carnicero y las mazas artesanales guarnecidas de clavos o los pinchos ideales para la lucha cuerpo a cuerpo dentro de la trinchera donde, debido a la angostura, un fusil armado de bayoneta estorba más que ayuda.”
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“El avance francés frena en seco. En el Estado Mayor, naturalmente situado en retaguardia, fuera del alcance de los cañones, los atónitos generales se preguntan en qué hemos fallado y cómo le contamos a la opinión pública que en veinte días hemos perdido trescientos mil soldados.55 Es la primera gran carnicería de la guerra. Pero vendrán más, porque los Altos Estados Mayores tardarán un par de años en admitir que las tácticas ofensivas pacientemente desarrolladas en los últimos veinticinco años no sirven ya, pues los avances tecnológicos favorecen la guerra defensiva.”
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“En Cataluña se admira a Francia, de cuya cultura bebe con fruición la Renaixença mientras indaga en el alma del idioma en busca de su propia identidad nacional. Incluso algunos catalanes (entre seiscientos y novecientos) se alistan en la legión francesa para luchar al lado de la patria de la libertad.”
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“En general, los liberales y las izquierdas se declaran partidarios de Francia, mientras que los conservadores y las derechas (ejército, Iglesia, aristocracia) se inclinan por Alemania, especialmente los militares, que admiran mucho el espíritu prusiano. «Con esa disciplina y el arrojo del soldado español conquistábamos el mundo», se oye decir a algún general panzón de los que hacen el ridículo en la guerra de Marruecos.”
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“Shakespeare quedó proscrito de los escenarios alemanes; Mozart y Wagner, de las salas de conciertos francesas e inglesas. Los profesores alemanes explicaban que Dante era germánico; los franceses, que Beethoven era belga; sin escrúpulos requisaban los bienes culturales de los países enemigos, como hacían con los cereales y los minerales.”
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“Era la guerra de una generación desprevenida; y su mayor peligro radicaba precisamente en la fe intacta de los pueblos en la justicia unilateral de su causa.”
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