Los días azules Quotes

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Los días azules Los días azules by Fernando Vallejo
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Los días azules Quotes Showing 1-30 of 34
“Teresita Pisano era de un inquebrantable optimismo: se le moría el marido y decía: "Me quedan mis hijos"; se le morían los hijos y decía: "Me quedan mis nietos" se le morían los nietos y decía: "Me queda el televisor".”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Alto, escuálido, traslúcido, hecho de espíritu, don Nicolás Gaviria, rector del instituto, era un fantasma que transitaba con delicado paso por civilizaciones, siglos, milenios, en la única clase que impartía, la de Historia Universal.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Yo, discípulo de sempiterno candidato a la presidencia doctor Goyeneche, discípulo a su vez del sabio español Pero Grullo, tengo para Colombia y su infinidad de males una expedita solución: que dejen atracar. Los atracadores se irán a gastar el dinero de su atraco a un cabaret; el dueño del cabaret se comprará un carro; la fábrica de carros venderá más; y al vender más empleará más obreros; y al haber más obreros habrá menos desempleo; y al acabarse el desempleo se acabarán los atracadores y los secuestros y los robos y los asaltos, y sonreirá la gente, e irán todos a la universidad, y acaso a este servidor le den un puesto, aunque sea limpiador de oficinas, y al final del año habrá ahorrado con qué comprarse su alfombra persa, para poder volar.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Con la primera hora de ensayo tratando de sacarles a la fuerza una nota se me encharcaban los pulmones, y los vecinos empezaban a protestar contra la pared a patadas. Tal vez porque nos habíamos mudado al intolerante barrio de Laureles, donde se creen ricos… «Vendo casa barata motivo saxofón» anunció alguno, y a las once de la noche, hora perfecta para estudiar por su frescura, llamaban a la policía, y me interrumpían mi solo de trompeta con sordina con una bola de tombos. No entendían los desdichados que para que resulte un buen músico hay que sacrificar cien vecinos.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Porque en esta tierra mía de fracaso acumulado”
Fernando Vallejo, Los días azules
“nosotros viviendo una realidad de película: desquitándoles por un lado a los impuestos, por el otro a las balas perdidas de un atraco o a la furia de un chofer.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“ley es para tranquilizarles la conciencia a los del Congreso, que creen que están trabajando;”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Afuera Colombia roba y mata, adentro se hace la Ley. Lo uno es consecuencia de lo otro, es el eco.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“He aquí proyectada en ralenti, para ver mejor, la vertiginosa sucesión de los hechos, que filmaron desde la corte celestial:”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Esa polonesa fue una de las ilusiones de mi niñez, y al fin la dominé: como quien domina a su mujer al cabo de diez años. En amor y en música lo que no se da de una vez que no se dé.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“La cortina de la noche se va abriendo, abriendo, abriendo a nuestro paso de luz, reverente”
Fernando Vallejo, Los días azules
“El Libertador de nada nos libertó. Al hombre lo liberan héroes anónimos, como sé que mi primo Armando lo fue, en la guerra incruenta de la cotidiana mezquindad.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Somos un país de puesteros legalistas y de lambecuras irredentos.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Los puestos esos de cagatintas que le quitamos al español.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“veía la televisión. ¿Qué habría hecho en la Edad Media? ¿En el Renacimiento? ¿En la guerra de los Mil Días? Sin duda rezar. Ahora, a mitad del siglo XX, tomaba el mágico aparato, puesto que existía, como un camino hacia Dios.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“volvió a ponerse el eterno sol tras las montañas. Cambiaba yo, pero en un rosario ciego de crepúsculos giraba en redondo el tiempo.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Por primera vez podía verme a mí mismo como a otro.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“¡Cómo iba a verme en un viejo que lagrimea oyendo «Un Rayito de Luna» de Los Panchos! Por la puerta mal cerrada de mi sensibilidad, una noche se me coló la música del mundo hasta el mero corazón.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Declarársele a la novia es asunto tan arduo para un chiquillo como confesarle al cura un pecado contra el sexto mandamiento un inexperto pecador.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“que se desgrana y sigue con un Allegro fugaz. Sigue un Adagio, un nuevo Largo, un nuevo Allegro… A mitad del nuevo Allegro, pasando del re menor al la menor se me desquicia el alma: un fuerte acorde de dominante que al punto se trueca en piano, e irrumpe el segundo tema, el motivo insoportable con su carga de dolor. Once compases tan sólo de un pasaje que no termina: se derrumba en una cascada de lágrimas…”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Crecimos juntos, cambiamos juntos, yo había cambiado también. El niño se hizo joven y el joven viejo, y el pueblo una gran ciudad. Ahora le digo adiós: una señora de negro llama a mi puerta y le voy a abrir. Medellín seguirá sola su camino, hasta dar al mar.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“crecimos juntos, nos corrompimos juntos, la vida nos echó a perder. La llamaban «la ciudad de la eterna primavera», y a mí «el niño Jesús»: el niño Jesús resultó un demonio, y su Medellín –con tanta fábrica, con tanto carro, con tanto ladrón respirando– un infierno en verano.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Mi globo se deshizo en el aire y yo, con las manos vacías, aún tendidas hacia lo alto, caí fulminado, lapidado, haciendo tronar las tejas: era san Esteban de los Globos quien caía, el primer mártir de Santa Anita.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“cuando el bus de la realidad, como el del recuerdo, paró justamente en la plaza de Cisneros, en el corazón del ratero barrio de Guayaquil.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“se sentaba en una mecedora a vigilarlo, a contemplarlo. A darle brillo de amor con sus ojos alertas.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“«Yo no sabía que el azul mañana es vago espectro del brumoso ayer…»”
Fernando Vallejo, Los días azules
“de rencor en rencor me fui adentrando en la noche oscura del odio, donde dispersas brillaban una que otra chispita de amor. El amor, pienso yo, sólo vale así. El que quiere a todo el mundo no quiere a nadie.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“destronaron los manchúes. Quiero saber la lengua de Islandia en que anónimos poetas escribieron los «Eddas». Las rutas de tierra del cazador prehistórico y las rutas del mar de Odiseo. El ciclo de la glucosa, los orbitales del átomo, el funcionamiento del magnetrón. Las amantes de don Juan y los amantes de Verlaine. Y no sólo me obsesiona el pasado: me obsesiona el futuro, me obsesiona el condicional. ¿Dónde estaremos en el año tres mil? ¿Y qué habría podido pensar Cervantes”
Fernando Vallejo, Los días azules
“A él, como a mi tío Ovidio, le debo el mal incurable de querer saber. Todo, todo, todo lo quiero saber.”
Fernando Vallejo, Los días azules
“Los niños somos como los pobres: generosos: damos con la imaginación.”
Fernando Vallejo, Los días azules

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