Los albañiles Quotes

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Los albañiles Los albañiles by Vicente Leñero
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“Federico prometió tener al día la libreta de campo, vigilar a los albañiles, llevar un registro de material, calcular diariamente las cantidades de obra y presentar cada semana, junto con las listas de raya, un informe de los trabajos realizados. Si todo se lleva en orden desde el principio —y haremos de cuenta que tú comienzas a trabajar— no sólo resulta más fácil el trabajo, sino que en cualquier momento, mediante una simple operación aritmética, se puede determinar lo que se lleva gastado ¿Entendido? Federico contestó que sí y prometió hacer las cosas como su padre le aconsejaba. Sencillísimo. Pero no lo hizo. Le faltó orden, método, constancia, costumbre, paciencia, interés. Un día olvidó la libreta, otro día no fue a la obra, otro día tenía prisa; dejó pasar una semana; dijo después lo hago, porque en ese momento los albañiles lo observaban, desgraciados hijos del mal dormir no dejan trabajar, quién sabe cómo lo miraban y qué cosas estarían murmurando por lo bajo, ¡así no se puede! Y cuando su padre le preguntaba —no tenía por qué saberlo el hombre de la corbata a rayas—, Federico contestaba que todo marchaba perfectamente, que la libreta estaba al día.”
Vicente Leñero, Los albañiles
“de nada sirven los nueves, los dieces, los ochos y una tesis brillante si el estudiante aventajado no triunfa después en la vida ganándose nueves, dieces y ochos, seguidos de muchos ceros, anotados en una cuenta bancaria, manejados con visión en el complejo mundo de los negocios donde los conocimientos teóricos deberán aunarse a los conocimientos prácticos hasta formar una conciencia de hombre de negocios-ingeniero, o ingeniero-hombre de negocios, como él llegó a serlo gracias a su tesón, valiéndose únicamente de su audacia, porque no tuvo la fortuna de ser hijo de un hombre rico que lo ayudara desde los primeros años de la carrera, sino que a costa de muchos sacrificios personales y tras de muchos contratiempos logró encumbrarse hasta el sexto piso del edificio de Insurgentes, como gerente de la Compañía Inmobiliaria Anáhuac, Sociedad Anónima, que tarde o temprano —uno es viejo, ya de salida— pasaría a manos de su único hijo”
Vicente Leñero, Los albañiles