El libro de la alquimista Quotes

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El libro de la alquimista (Saga Vanir #6) El libro de la alquimista by Lena Valenti
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El libro de la alquimista Quotes Showing 1-18 of 18
“La vida es caos. El amor también lo debe
de ser, de lo contrario, sería falso.”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“—Me voy con mi fascinante, reservada e insoportable cáraid.
—¿Con… Miz? —preguntó Caleb—. ¿No había otro apodo?
Cahal miró a Caleb con hastío.
—Cómeme el capullo, líder.
—Me parece un nombre un poco curioso —lo ignoró por completo y siguió con sus pullas—. Por cierto, lo que me recuerda, Daanna.
—¿Sí, Caleb? —dijo ella dando un sorbo al café.
—¿Dónde están «miz» gafas?
Daanna escupió el café, y Menw se partió delante de su hermano.
Cahal puso los ojos en blanco.
—No te lo tomes a mal, brathair —dijo Menw—, pero reconocerás que la chica no ha entrado con tan buen pie como para ganarse el título honorífico a «Miz Zimpatía».
Daanna se dobló sobre sí misma ahogándose en sus propias carcajadas.
—Está bien, chicos —Caleb levantó una mano y se limpió las lágrimas de la risa—. Vamos a tener un poco… un poco de… —le faltaba el aire—, de «mizericordia».”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“—¿Sabes lo que pasa cuando dos átomos
comparten su energía? — preguntó Miz.
Cahal negó con la cabeza. Ya no podía hablar.
—Que se trata de enlaces covalentes. Uno necesita del otro para existir. Yo necesito de ti
para vivir, rubio —lo besó en la mejilla—. Tú eres mi enlace covalente.”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“—Gracias. Resulta que estuve a punto de volverme loco porque pensaba que habías muerto, y tuvieron que ponerme a un guardián para que no me abriera las venas o me arrancase yo mismo el corazón. Aunque, conscientemente, sabía que no ibas a morir; pero no podía soportar vivir en un mundo en el que no existieras.
—Eso es de Crepúsculo. —Replicó ella anonadada por la increíble imagen que presentaban ambos juntos. Rubios los dos, él hecho polvo y ella medio desnuda—. Incluso yo la he visto.”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“—Cahal…
—Chist. —Él pegó su frente a la de ella—. No quería perder ni un momento más, Miz.
Necesitaba unirte a mí así. Cuando estuve con Freyja entendí que no había un don más importante que el don de poder amarte y pertenecerte; cuidarte y respetarte el resto de mis días. Ese es el mayor poder que tengo, y me lo has otorgado tú. Así que, no quería quedarme con los dioses porque la única diosa a la que debo mi adoración y mi vida, es a ti, sitíchean. La diosa de mi corazón.”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“—Bien. Ha sido una clase muy productiva, profesora —Cahal hizo una reverencia.
—¿Seguro? ¿Has entendido algo de lo que te he dicho o te has quedado encallado en el momento de «Buenos días, la clase de hoy va de portales»? —preguntó provocándolo.
—¿De verdad ha habido clase? Pero si eres rubia… No has salido más allá del portal de tu casa —replicó con malicia y cara de asombro—. Además, te estaba mirando el culo todo el rato —contestó Cahal con una sonrisa fría.”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“Un montón de esperma para ti, nena. Pequeños mini vanirios
revoloteando por tus trompas. Imagínatelos: mi inteligencia suprema y tu cuerpo de Barbie. - Cahal a Mizar”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“Podría abrirte de piernas, bonita, y
llenarte por completo. Y los dos seríamos más felices de lo que lo hemos sido en nuestra puta
vida.”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“Abre los ojos, Bella durmiente. Déjame ver lo que han hecho los dioses para mí.-Cahal a Mizar”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“Yo cuidaré de ti y tú nos ayudarás, como Booth y Bones.-Cahal a Mizar”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“Él era el lobo más territorial, el chico que las madres de todo el mundo no querrían como yerno. Él era lo más peligroso en su vida y, a la vez, lo más protector- Cahal”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“sintió algo esponjoso sobre sus labios. Algo cálido que la llenaba de muerte y
de vida, de dolor y de pasión, de miedo y de valentía, de vulnerabilidad y de seguridad. Todo lo bueno y lo malo a la vez. Nunca había sentido nada con los besos que le habían dado. Nunca. Y ahora, el guerrero la estaba besando, y ella tenía ganas de llorar y de que la abrazara-Mizar”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“Cahal sintió una oleada de orgullo hacia ella. Tan metódica. Tan práctica. Y le ponía todo burro con esa actitud de sabelotodo impertinente.”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“Dios mío, pensó ella, era el mismísimo cielo. ¿Acaso los demonios tenían las llaves del paraíso? Entre sus brazos y sobre sus rodillas se sentía a salvo. Enfermizamente a salvo y jodidamente caliente.”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“Resulta que estuve a punto de volverme loco porque pensaba que habías muerto, y tuvieron que ponerme a un guardián para que no me abriera las venas o me arrancase yo mismo el corazón. Aunque, conscientemente, sabía que no ibas a morir; pero no podía soportar vivir en un mundo en el que no existieras.

—Eso es de Crepúsculo.(...) Incluso yo
la he visto. (Cahal & Mizar)”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“La astrofísica le había prohibido los besos, pero no se los había negado a
Laila. Estaba tan celoso que le dolía el pecho. ¡Celoso de una lesbiana!-Cahal”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“Te voy a llamar Huesitos a partir de ahora. Huesos ya está agenciado por la doctora Brennan y ella me pone como un toro, así que sería injusto ponerte el mismo apodo. Huesitos es una buena versión. Ni tan guapa, ni tan inteligente como ella, ¿no crees? Una versión minimizada-Cahal a Mizar”
Lena Valenti, El libro de la alquimista
“Nunca había negociado nada con una mujer. Él mandaba, pedía y exigía, y todo le salía a pedir de boca. Todas querían lo que él tenía para dar, aunque él nunca había disfrutado de ello. Nunca había recibido nada que le hiciera sentir bien. Pero con Miz… Con ella no. Ella le había enseñado lo que era el dolor y la amargura.”
Lena Valenti, El libro de la alquimista