The Human Province Quotes
The Human Province
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Elias Canetti211 ratings, 4.00 average rating, 22 reviews
The Human Province Quotes
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“There are books, that one has for twenty years without reading them, that one always keeps at hand, that one takes along from city to city, from country to country, carefully packed, even when there is very little room, and perhaps one leafs through them while removing them from a trunk; yet one carefully refrains from reading even a complete sentence. Then after twenty years, there comes a moment when suddenly, as though under a high compulsion, one cannot help taking in such a book from beginning to end, at one sitting: it is like a revelation. Now one knows why one made such a fuss about it. It had to be with one for a long time; it had to travel; it had to occupy space; it had to be a burden; and now it has reached the goal of its voyage, now it reveals itself, now it illuminates the twenty bygone years it mutely lived with one. It could not say so much if it had not been there mutely the whole time, and what idiot would dare to assert that the same things had always been in it.”
― The Human Province
― The Human Province
“I want to keep smashing myself until I am whole.”
― The Human Province
― The Human Province
“Nothing among all human emotions is more beautiful and more hopeless than the wish to be loved for oneself alone. Who are you anyway, next to countless others, to deserve such preference ? We do not want to be interchangeable; let no one be able to pinch-it for us. A figurative unmistakability claiming to be spatial and siritual. As though the earth had only one heaven, and heaven only one earth, we lay claim to the validity of both and, if we have one, we want to be the other. In reality, however, we are filled with planets, and countless heavens open their doors to us.”
― The Human Province
― The Human Province
“One lives in the naive notion that "later" there will be more room than in the entire past.”
― The Human Province
― The Human Province
“Savor powerlessness, after power, in every phase that matches it precisely; replace every old triumph with the new defeat; strengthen yourself on your weakness; win yourself back when so very lost.”
― The Human Province
― The Human Province
“A tormenting thought: as of a certain point, history was no longer real. Without noticing it, all mankind suddenly left reality; everything happening since then was supposedly not true; but we supposedly didn't notice. Our task would now be to find that point, and as long as we didn't have it, we would be forced to abide in our present destruction.”
― The Human Province
― The Human Province
“Al Coleccionista de Elogios le molesta el silencio de las calles. Las recorre incansablemente para obligarlas a elogiarle y le pone de mal humor su resistencia. Para él los periódicos son demasiados cotidianos. Los hombres, después de cogerlos, los vuelven a tirar juntamente con su fotografía. ¿Tendría bastante con que cada día viniera algo nuevo sobre él en el periódico? ¡No! Sin duda necesita los periódicos - los estuvo leyendo hasta que se encontró allí...-, pero quiere mucho más.
Quiere arrinconar los sucesos del mundo. Quiere que se ocupen de él, no de terremotos y guerras. Encuentra totalmente absurdo todo lo que la Luna ha dado que hacer a los hombres. Le tiene rabia a la Luna porque se habló tanto de ella.
El Coleccionista de Elogios llena una casa con su nombre. Guarda el más pequeño trozo de papel en el que éste esté escrito y también el más grande.
De vez en cuando se lee toda la casa, una y otra vez lo mismo, aunque sean cosas viejas. Sin embargo prefiere lo nuevo.
Espera nuevos giros, frases que todavía no haya oído nunca, toda una lengua del elogio inventada sólo para él. Los muertos, de vez en cuando, pueden ser también objeto de estas alabanzas; se granjea su bendición.
El Coleccionista de Elogios estaría dispuesto a castigar con la pena de muerte toda difamación o, simplemente, toda crítica. No es una persona inhumana, no lamenta la abolición de la pena capital; sólo en casos especiales, es decir, cuando se trata de él habría que volverla a instaurar.
El Coleccionista de elogios no deja escapar ningún elogio; hasta para lo que se ha dicho dos, tres y cuatro veces tiene sitio. Va engordando, engordando, pero le gusta.
Encuentra siempre mujeres que le amen por estar tan gordo. Lamen sus elogios y esperan sacar algo de ello.”
― The Human Province
Quiere arrinconar los sucesos del mundo. Quiere que se ocupen de él, no de terremotos y guerras. Encuentra totalmente absurdo todo lo que la Luna ha dado que hacer a los hombres. Le tiene rabia a la Luna porque se habló tanto de ella.
El Coleccionista de Elogios llena una casa con su nombre. Guarda el más pequeño trozo de papel en el que éste esté escrito y también el más grande.
De vez en cuando se lee toda la casa, una y otra vez lo mismo, aunque sean cosas viejas. Sin embargo prefiere lo nuevo.
Espera nuevos giros, frases que todavía no haya oído nunca, toda una lengua del elogio inventada sólo para él. Los muertos, de vez en cuando, pueden ser también objeto de estas alabanzas; se granjea su bendición.
El Coleccionista de Elogios estaría dispuesto a castigar con la pena de muerte toda difamación o, simplemente, toda crítica. No es una persona inhumana, no lamenta la abolición de la pena capital; sólo en casos especiales, es decir, cuando se trata de él habría que volverla a instaurar.
El Coleccionista de elogios no deja escapar ningún elogio; hasta para lo que se ha dicho dos, tres y cuatro veces tiene sitio. Va engordando, engordando, pero le gusta.
Encuentra siempre mujeres que le amen por estar tan gordo. Lamen sus elogios y esperan sacar algo de ello.”
― The Human Province
“El recuerdo quiere llegar en su momento y sin que le molesten, y nadie de los que estuvo allí entonces debe interrumpirle en sus propósitos.
Qué poco has leído, qué poco sabes; pero del azar de lo leído depende lo que eres.
Un personaje que consigue destruirlo todo con la perseverancia.
¿Mito? ¿Quieres decir algo tan antiguo que ya no resulta aburrido?
En lugar de una Historia de la Literatura que hable de las influencias, una que hable de las reacciones; sería más interesante. Los contra-modelos, no siempre manifiestos, son a menudo más importantes que los modelos.
Construir la biografía de un hombre basándose en todo aquello que él ha repelido. Lo repelido penetra de un modo completamente distinto; se queda debajo de la piel, perdido pero despierto. Una vez rechazado, se puede olvidar, pero es un olvido aparente; y lo repelido, como rechazado, puede usarse sin miedo.”
― The Human Province
Qué poco has leído, qué poco sabes; pero del azar de lo leído depende lo que eres.
Un personaje que consigue destruirlo todo con la perseverancia.
¿Mito? ¿Quieres decir algo tan antiguo que ya no resulta aburrido?
En lugar de una Historia de la Literatura que hable de las influencias, una que hable de las reacciones; sería más interesante. Los contra-modelos, no siempre manifiestos, son a menudo más importantes que los modelos.
Construir la biografía de un hombre basándose en todo aquello que él ha repelido. Lo repelido penetra de un modo completamente distinto; se queda debajo de la piel, perdido pero despierto. Una vez rechazado, se puede olvidar, pero es un olvido aparente; y lo repelido, como rechazado, puede usarse sin miedo.”
― The Human Province
“Algunos personajes de novela poseen tal fuerza que tienen prisionero a su autor y lo estrangulan.
Disolución del personaje en la literatura de los últimos tiempos: los personajes que nuestra época necesitaría son tan monstruosos que ya nadie tiene la osadía de inventarlos.”
― The Human Province
Disolución del personaje en la literatura de los últimos tiempos: los personajes que nuestra época necesitaría son tan monstruosos que ya nadie tiene la osadía de inventarlos.”
― The Human Province
“A uno, cuando se siente muy humillado, sólo le queda hacer una cosa: levantar y consolar a otro humillado.”
― The Human Province
― The Human Province
“Toda responsabilidad está oculta. Al estar oculta es indestructible.
El no es pueblo, es todos los pueblos.
Se atreven a ponerme delante a los organizadores, los managers, los delegados, cuando, al fin, arremeto contra el poder.
Dialéctica, una especie de dentadura.”
― The Human Province
El no es pueblo, es todos los pueblos.
Se atreven a ponerme delante a los organizadores, los managers, los delegados, cuando, al fin, arremeto contra el poder.
Dialéctica, una especie de dentadura.”
― The Human Province
“Bondad, dice él. Pero ¿qué quiere decir? No podía decirlo con más precisión. Se refiere a un estado de vigilia que no permite que le engañen en nada ni se engaña a sí mismo en nada. Se refiere a una aguda desconfianza frente a todo uso del hombre para fines que
dicen ser «superiores» pero que sólo son los fines de otros. Quiere decir franqueza y espontaneidad, una incansable curiosidad por la gente a la que implica y comprende.
Quiere decir agradecimiento por aquellos que en realidad no han hecho nada por uno, pero que se dirigen a uno, le miran y tienen palabras para él. Quiere decir recuerdo que no omite nada ni abandona nada. Quiere decir esperanza a pesar de la desesperación, pero que no pasa ésta en silencio. Se refiere también a los animales, aunque nosotros los comemos. Se refiere especialmente a todo aquello que es más estúpido que uno mismo.
Se refiere a la impotencia y jamás al poder. El que es bueno para con éste, el que se doblega a él o lo halaga para protegerse, este es malo. Quiere decir pasión que permite también la pasión de los otros. Quiere decir asombro. Pero quiere decir también preocupación. No quiere decir majestad, arrogancia, grandeza, endiosamiento, dureza y orden con los que uno doblega a los demás. La bondad a la que el se refiere es un movimiento espiritual y lo pone todo en duda. No quiere decir la bondad que hace carrera, sino aquella que de repente está ahí con las manos vacías. Quiere decir capacidad para dejarse conmover por algo, incluso en la más avanzada edad, en la ira y en la acusación; pero sólo en el caso de que esta bondad no reporte ningún poder al iracundo o al acusador. Quiere decir también lenguaje, no quiere decir en modo alguno silencio. Quiere decir también saber, pero no un cargo, un puesto, un sueldo. Quiere decir preocupación por los hombres aquí, no intercesión por su alma.”
― The Human Province
dicen ser «superiores» pero que sólo son los fines de otros. Quiere decir franqueza y espontaneidad, una incansable curiosidad por la gente a la que implica y comprende.
Quiere decir agradecimiento por aquellos que en realidad no han hecho nada por uno, pero que se dirigen a uno, le miran y tienen palabras para él. Quiere decir recuerdo que no omite nada ni abandona nada. Quiere decir esperanza a pesar de la desesperación, pero que no pasa ésta en silencio. Se refiere también a los animales, aunque nosotros los comemos. Se refiere especialmente a todo aquello que es más estúpido que uno mismo.
Se refiere a la impotencia y jamás al poder. El que es bueno para con éste, el que se doblega a él o lo halaga para protegerse, este es malo. Quiere decir pasión que permite también la pasión de los otros. Quiere decir asombro. Pero quiere decir también preocupación. No quiere decir majestad, arrogancia, grandeza, endiosamiento, dureza y orden con los que uno doblega a los demás. La bondad a la que el se refiere es un movimiento espiritual y lo pone todo en duda. No quiere decir la bondad que hace carrera, sino aquella que de repente está ahí con las manos vacías. Quiere decir capacidad para dejarse conmover por algo, incluso en la más avanzada edad, en la ira y en la acusación; pero sólo en el caso de que esta bondad no reporte ningún poder al iracundo o al acusador. Quiere decir también lenguaje, no quiere decir en modo alguno silencio. Quiere decir también saber, pero no un cargo, un puesto, un sueldo. Quiere decir preocupación por los hombres aquí, no intercesión por su alma.”
― The Human Province
“Un mundo que no suscite la pasión de aquel en el cual este mundo penetra, no es ningún mundo. La simple infiltración no es nada. El hombre, que es como un terreno calcáreo, tiene que formar sus ríos subterráneos, y éstos deben salir a la luz de un modo intempestuoso e inesperado.
Una tormenta que dura una semana. Oscuridad por todas partes. Leer sólo cuando relampaguea. Acordarse de lo leído a la luz de los rayos y enlazarlo.”
― The Human Province
Una tormenta que dura una semana. Oscuridad por todas partes. Leer sólo cuando relampaguea. Acordarse de lo leído a la luz de los rayos y enlazarlo.”
― The Human Province
“No hay nada que acabemos de saber ahora mismo: lo que creemos acabar de saber ahora mismo lo sabemos desde hace tiempo.
Sólo cuenta el saber que ha estado descansando secretamente en nosotros.
El vanidoso no le quiere pedir ayuda a Dios antes de tiempo. Primero, como en un espejo, le gusta verse a sí mismo en la fuerza que no tiene; mira cómo desaparece lo que ha pretendido tener, se alegra de su debilidad y, de repente, con una increíble desvergüenza, dice: Dios; como si éste hubiera estado siempre secretamente a su favor.
Una lengua que llega hasta el infierno.
Todos se colocaron como si fueran monumentos y esperaron impávidos. Hasta la próxima moda; luego empezaron a moverse y agitarse.”
― The Human Province
Sólo cuenta el saber que ha estado descansando secretamente en nosotros.
El vanidoso no le quiere pedir ayuda a Dios antes de tiempo. Primero, como en un espejo, le gusta verse a sí mismo en la fuerza que no tiene; mira cómo desaparece lo que ha pretendido tener, se alegra de su debilidad y, de repente, con una increíble desvergüenza, dice: Dios; como si éste hubiera estado siempre secretamente a su favor.
Una lengua que llega hasta el infierno.
Todos se colocaron como si fueran monumentos y esperaron impávidos. Hasta la próxima moda; luego empezaron a moverse y agitarse.”
― The Human Province
“El instinto de muerte de Freud es un descendiente de antiguas y oscuras doctrinas filosóficas, pero es todavía más peligroso que éstas, porque se viste con términos biológicos que gozan de prestigio en el mundo moderno.
Esta Psicología que no es Filosofía vive de lo peor de la herencia de la Filosofía.”
― The Human Province
Esta Psicología que no es Filosofía vive de lo peor de la herencia de la Filosofía.”
― The Human Province
“¿Cómo puede ser de otra manera después de esta historia? ¿Es posible ocultarla, negarla, cambiarla? ¿Tienes una receta para ello?
Pero es posible que estemos viendo una historia falsa. Tal vez la verdadera no puede aparecer hasta que no se haya dado el golpe mortal a la muerte.
De los esfuerzos de unos cuantos por apartar de sí la muerte ha surgido la monstruosa estructura del poder.
Para que un solo individuo siguiera viviendo se exigieron infinidad de muertes. La confusión que de ello surgió se llama Historia.
Aquí es donde debería empezar la verdadera ilustración que establece las bases del derecho de todo individuo a seguir viviendo.
Cuando uno sabe cuán falso es todo, cuando uno está en situación de medir las dimensiones de lo falso, entonces, sólo entonces, la obstinación es lo mejor: el incesante ir y venir del tigre a lo largo de los barrotes de la jaula para no perderse el único, insignificante momento que pueda salvarle.
Puede que no sea siempre importante lo que uno piensa todos los días. Pero es tremendamente importante lo que no ha pensado.”
― The Human Province
Pero es posible que estemos viendo una historia falsa. Tal vez la verdadera no puede aparecer hasta que no se haya dado el golpe mortal a la muerte.
De los esfuerzos de unos cuantos por apartar de sí la muerte ha surgido la monstruosa estructura del poder.
Para que un solo individuo siguiera viviendo se exigieron infinidad de muertes. La confusión que de ello surgió se llama Historia.
Aquí es donde debería empezar la verdadera ilustración que establece las bases del derecho de todo individuo a seguir viviendo.
Cuando uno sabe cuán falso es todo, cuando uno está en situación de medir las dimensiones de lo falso, entonces, sólo entonces, la obstinación es lo mejor: el incesante ir y venir del tigre a lo largo de los barrotes de la jaula para no perderse el único, insignificante momento que pueda salvarle.
Puede que no sea siempre importante lo que uno piensa todos los días. Pero es tremendamente importante lo que no ha pensado.”
― The Human Province
“Lo «más profundo» era lo más cobarde. No hay que dejar de pensar nunca en la pared a la que nos dirigimos a toda marcha.
Tomar sobre uno el peso insoportable. No olvidar nada negándolo. No tomarlo a broma.”
― The Human Province
Tomar sobre uno el peso insoportable. No olvidar nada negándolo. No tomarlo a broma.”
― The Human Province
“Salir a la calle engalanado con negaciones y que en torno a uno no se oiga más que no, no, no.”
― The Human Province
― The Human Province
“Todo aquello de lo que se acuerda el ratón de setenta y cinco años es falso. Pero como ha perdido la memoria, nadie habla con él. De este modo habla y hace afirmaciones y con sólo que algunos nombres estén bien, le permiten envejecer y saber menos, menos, y menos.
Al fin llega un momento en que es demasiado pequeño hasta para el último agujero y se esfuma..”
― The Human Province
Al fin llega un momento en que es demasiado pequeño hasta para el último agujero y se esfuma..”
― The Human Province
“No ser más sensato de lo que la gente es. No tapar nada con la razón. No salir corriendo a anticiparse con la razón. Emplear la razón contra la maldad innata, pero no para deformar el conocimiento.”
― The Human Province
― The Human Province
“¿Venganza? ¿Venganza? Todo vuelve por sí sólo, con toda exactitud, y la venganza lo enmaraña.”
― The Human Province
― The Human Province
“El recuerdo es bueno porque aumenta la medida de lo conocible. Pero hay que tener especial cuidado en no excluir nunca lo terrible.
Puede que el recuerdo de lo terrible aprehenda la realidad de un modo distinto a como lo terrible se presenta ante el hombre, distinto pero no menos cruel, no más soportable, no menos absurdo, hiriente, amargo; este recuerdo no debe estar contento de que lo terrible haya pasado: jamás hay nada que haya pasado.
El verdadero valor del recuerdo consiste en ver que no hay nada que haya pasado.”
― The Human Province
Puede que el recuerdo de lo terrible aprehenda la realidad de un modo distinto a como lo terrible se presenta ante el hombre, distinto pero no menos cruel, no más soportable, no menos absurdo, hiriente, amargo; este recuerdo no debe estar contento de que lo terrible haya pasado: jamás hay nada que haya pasado.
El verdadero valor del recuerdo consiste en ver que no hay nada que haya pasado.”
― The Human Province
“Mucho antes de la creación del mundo hubo filósofos. Estaban espiando para poder decir que todo estaba bien. Pues ¿no lo habían pensado ellos? ¿Cómo podía haber algo pensado por ellos que no estuviera bien?
De sus pensamientos sacaron este producto mental ambivalente y se rieron por lo bajo al ver cómo habían acertado en sus predicciones.”
― The Human Province
De sus pensamientos sacaron este producto mental ambivalente y se rieron por lo bajo al ver cómo habían acertado en sus predicciones.”
― The Human Province
“Algunos nombres los llevamos mucho tiempo de un lado para otro y los arropamos con veneración. Pueden pasar veinte años hasta que lo que realmente les pertenece, su sustancia, la obra, se nos comunique seriamente. Esto ocurre en una especie de intimidad, porque el nombre estuvo mucho tiempo en nosotros; de repente entendemos y todo nos pertenece; al contrario de lo que ocurría antes frente a toda gran experiencia, ahora ya no hay resistencia alguna. Probablemente lo primero que ocurre en nosotros es siempre el nombre; pero de entre los nombres, aquellos que es posible suprimir por mucho tiempo tienen un efecto completamente distinto: nos mantienen unidos desde dentro; cristalizamos en torno a ellos; nos dan fuerza y penetración.
Los mejores pensamientos que le vienen a uno son primero extraños y terribles, y tiene que olvidarlos antes de empezar a comprenderlos.
Propio del pensamiento es que sea algo terrible, aun dejando aparte su contenido. Es el proceso mismo lo que es terrible, el proceso de desprenderse de todo lo otro, la grieta, el tirón, lo fino e hiriente del corte.
Algunos su más grande maldad la consiguen en el silencio.
A los furiosos no se les toma nunca bastante en serio. Hasta que no hay miles que se enfurecen con ellos no se les escucha con respeto, cuando precisamente entonces debería ser uno frío como un témpano ante ellos.
No dice nada, pero ¡cómo lo explica!”
― The Human Province
Los mejores pensamientos que le vienen a uno son primero extraños y terribles, y tiene que olvidarlos antes de empezar a comprenderlos.
Propio del pensamiento es que sea algo terrible, aun dejando aparte su contenido. Es el proceso mismo lo que es terrible, el proceso de desprenderse de todo lo otro, la grieta, el tirón, lo fino e hiriente del corte.
Algunos su más grande maldad la consiguen en el silencio.
A los furiosos no se les toma nunca bastante en serio. Hasta que no hay miles que se enfurecen con ellos no se les escucha con respeto, cuando precisamente entonces debería ser uno frío como un témpano ante ellos.
No dice nada, pero ¡cómo lo explica!”
― The Human Province
“Pero se pregunta qué le parecería si de repente la Tierra estuviera bajo una invasión extranjera ¿Odiaría a los otros que no conoce, igual como se odiaron las antiguas naciones en aquella época antediluviano que precedió a la bomba atómica? ¿Diría: «aniquiladlos indiscriminadamente, cualquier medio me parece justo; de todas maneras nosotros somos los mejores»?
En toda amplificación que acogemos con júbilo está contenida ya la nueva angostura, aquella en la que otros van a asfixiarse.”
― The Human Province
En toda amplificación que acogemos con júbilo está contenida ya la nueva angostura, aquella en la que otros van a asfixiarse.”
― The Human Province
“¡Este calorcillo!, dicen todos aquellos de los cuales aquel hombre se zafa. no puede aumentar?”
― The Human Province
― The Human Province
“El gigante Gulliver se convierte en el enano Gulliver: la inversión como instrumento de la sátira.
El satírico cambia la naturaleza del castigo. Se erige él mismo como juez, pero no tiene medida. Su ley es el arbitrio y la exageración. Su látigo es infinito y llega hasta las más remotas ratoneras. De allí saca lo que no tiene nada que ver con él y lo fustiga como si tuviera que vengar una gran afrenta que le hubieran hecho. Su efecto estriba en su irreflexión. Jamás se examina. Así que se examina está perdido; sus brazos se debilitan, se le cae el látigo.
Sería un gran error buscar justicia en el satírico. El sabe muy bien lo que es justicia, pero jamás la encuentra en los otros; y como no la encuentra, la usurpa y maneja sus instrumentos. Es siempre un tirano; tiene que serlo, de lo contrario se degrada convirtiéndose en cortesano y adulador. Como tirano tiene hambre de ternura, los demás le tienen cercado; él se la procura secretamente (Journal to Stella).
El verdadero satírico, a lo largo de los siglos es siempre un personaje terrible, Aristófanes, Juvenal, Quevedo y Swift. Su función es marcar una y otra vez las fronteras de lo humano traspasándolas de un modo despiadado. El miedo que les infunde hace retroceder a los hombres a sus fronteras.
El satírico se mete con los dioses. Cuando le resulta peligroso atacar, al dios de su propia sociedad, va a buscar otros dioses antiguos, sólo para este fin. A estos los golpea públicamente, pero todo el mundo se da cuenta de quién es el destinatario real de estos golpes.
¿Cuál es el miedo que empuja al satírico? ¿Teme a los hombres a los que quiere mejorar? Pero él mismo no cree que pueda mejorarlos, y aun en el caso de que se convenza a sí mismo de ello, no lo quiere, porque sin látigo no puede vivir.
Se dice que el satírico se odia a sí mismo, pero esto es una opinión que se presta a equívocos. Lo decisivo de él es que prescinda de sí mismo, y puede que la deformidad física le haya facilitado esta actitud. Su mirada se concentra sobre los demás, su actuación le viene como anillo al dedo. Revela más amor a sí mismo que odio: la necesidad imperiosa de no decir nada sobre sus propias deficiencias, de esconderlas mejor tras las monstruosidades de otros.”
― The Human Province
El satírico cambia la naturaleza del castigo. Se erige él mismo como juez, pero no tiene medida. Su ley es el arbitrio y la exageración. Su látigo es infinito y llega hasta las más remotas ratoneras. De allí saca lo que no tiene nada que ver con él y lo fustiga como si tuviera que vengar una gran afrenta que le hubieran hecho. Su efecto estriba en su irreflexión. Jamás se examina. Así que se examina está perdido; sus brazos se debilitan, se le cae el látigo.
Sería un gran error buscar justicia en el satírico. El sabe muy bien lo que es justicia, pero jamás la encuentra en los otros; y como no la encuentra, la usurpa y maneja sus instrumentos. Es siempre un tirano; tiene que serlo, de lo contrario se degrada convirtiéndose en cortesano y adulador. Como tirano tiene hambre de ternura, los demás le tienen cercado; él se la procura secretamente (Journal to Stella).
El verdadero satírico, a lo largo de los siglos es siempre un personaje terrible, Aristófanes, Juvenal, Quevedo y Swift. Su función es marcar una y otra vez las fronteras de lo humano traspasándolas de un modo despiadado. El miedo que les infunde hace retroceder a los hombres a sus fronteras.
El satírico se mete con los dioses. Cuando le resulta peligroso atacar, al dios de su propia sociedad, va a buscar otros dioses antiguos, sólo para este fin. A estos los golpea públicamente, pero todo el mundo se da cuenta de quién es el destinatario real de estos golpes.
¿Cuál es el miedo que empuja al satírico? ¿Teme a los hombres a los que quiere mejorar? Pero él mismo no cree que pueda mejorarlos, y aun en el caso de que se convenza a sí mismo de ello, no lo quiere, porque sin látigo no puede vivir.
Se dice que el satírico se odia a sí mismo, pero esto es una opinión que se presta a equívocos. Lo decisivo de él es que prescinda de sí mismo, y puede que la deformidad física le haya facilitado esta actitud. Su mirada se concentra sobre los demás, su actuación le viene como anillo al dedo. Revela más amor a sí mismo que odio: la necesidad imperiosa de no decir nada sobre sus propias deficiencias, de esconderlas mejor tras las monstruosidades de otros.”
― The Human Province
“No he buscado la destrucción en Rimbaud; me pareció ridículo cultivar la destrucción como tradición literaria; la encontré en mi tiempo, en mi propia vida; la he sentido, la he visto, la he pesado, la he rechazado. ¿Qué me importa la vanidad de un muchacho de dieciséis años si la Tierra revienta en mil trozos y mis hombres mueren?
Cuando Nietzsche, en la «Revue Doux Mondes», alimentaba ya en su espíritu europeo con Taine, Rimbaud era ya comerciante de armas en Harrar.
La palabra «poeta» ya no me gusta; me da miedo emplearla.
¿Porque yo ya no lo soy? No lo creo, no es esto. ¿Porque ya no contiene todo aquello que exijo de mí mismo? Es posible.”
― The Human Province
Cuando Nietzsche, en la «Revue Doux Mondes», alimentaba ya en su espíritu europeo con Taine, Rimbaud era ya comerciante de armas en Harrar.
La palabra «poeta» ya no me gusta; me da miedo emplearla.
¿Porque yo ya no lo soy? No lo creo, no es esto. ¿Porque ya no contiene todo aquello que exijo de mí mismo? Es posible.”
― The Human Province
“Parece que los hombres tienen más sentimientos de culpabilidad por los terremotos que por las guerras que ellos mismos maquinan.”
― The Human Province
― The Human Province
“El mayor esfuerzo de la vida es no acostumbrarse a la muerte.
Un filósofo sería aquel para quien los hombres fueran siempre tan importantes como los pensamientos.
Todos los libros que lo único que hacen es mostrar cómo se ha llegado a las opiniones de nuestros días, a las opiniones vigentes sobre los animales, el hombre, la Naturaleza, el mundo, me desagradan.
¿Y adónde hemos llegado? Buscamos en las obras de los pensadores del pasado las frases que poco a poco nos han llevado a nuestra visión del mundo y con ellas se forma un corpus. La parte más importante de sus opiniones, la errónea, la lamentamos. ¿Puede haber una lectura más estéril que ésta? Precisamente las opiniones «equivocadas» de los pensadores del pasado son las que más me interesan. Podrían contener los gérmenes de aquello que más necesitamos, lo que nos sacaría del terrible callejón sin salida de nuestra actual visión del mundo.
Hombres que pasan por pensadores porque se ufanan de nuestra maldad.
Dejar el mundo aparte - algo que de vez en cuando es tan importante - sólo está permitido cuando éste refluye con gran fuerza.”
― The Human Province
Un filósofo sería aquel para quien los hombres fueran siempre tan importantes como los pensamientos.
Todos los libros que lo único que hacen es mostrar cómo se ha llegado a las opiniones de nuestros días, a las opiniones vigentes sobre los animales, el hombre, la Naturaleza, el mundo, me desagradan.
¿Y adónde hemos llegado? Buscamos en las obras de los pensadores del pasado las frases que poco a poco nos han llevado a nuestra visión del mundo y con ellas se forma un corpus. La parte más importante de sus opiniones, la errónea, la lamentamos. ¿Puede haber una lectura más estéril que ésta? Precisamente las opiniones «equivocadas» de los pensadores del pasado son las que más me interesan. Podrían contener los gérmenes de aquello que más necesitamos, lo que nos sacaría del terrible callejón sin salida de nuestra actual visión del mundo.
Hombres que pasan por pensadores porque se ufanan de nuestra maldad.
Dejar el mundo aparte - algo que de vez en cuando es tan importante - sólo está permitido cuando éste refluye con gran fuerza.”
― The Human Province
