La guerra de los cielos Quotes

“Nunca aprendería que la gente no confía en lo que no puede comprender.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Le tomaban por loco una vez más. Nunca aprendería que la gente no confía en lo que no puede comprender.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“pronunciar su alegato. Su traje raído concordaba con el destartalado aspecto que presentaba la sala, la cual lucía varios agujeros en el techo y un mobiliario estropeado por el tiempo y la carcoma. La vista preliminar se celebraba en el juzgado militar de Londres, que era con diferencia el mejor conservado de la ciudad. Cuando se aclaró la garganta, un ronco carraspeo salió de su boca y rebotó en las paredes de la abarrotada estancia, que se había sumido en un sepulcral silencio colmado de expectación. El letrado no pudo reprimir el”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“que a Ramsey, directivo de una tabacalera, le resultaba casi incomprensible. Pero ella le hablaba con tanta pasión que nunca había sentido la necesidad de cortarla. Sería porque llevaban poco tiempo casados, pensó”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“ilusión, pero no, la ardilla seguía allí, suspendida ingrávida en el aire, ajena por completo a la atracción de la gravedad. Un molesto cosquilleo le mordió la nuca. El cielo continuó cambiando de color. Completamente desconcertado, a Ramsey sólo se le ocurría pensar que aquel misterioso fogonazo había paralizado a los animales. Se preguntó estúpidamente si su mujer estaría viendo pingüinos que se negaban a efectuar movimiento alguno. Trató de reponerse y actuar. «Eso es lo que se me da bien», pensó. Dio la vuelta hacia la carretera dispuesto a entrar de nuevo en la iglesia y pedir ayuda, pero no pudo separarse del suelo. La orden”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“apagado. Sintiéndose cada vez más nervioso, intentó”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“perro que permanecía inmóvil, como una pequeña figura de porcelana. Dos de sus patas estaban posadas firmemente en el suelo, mientras que”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“teléfono—. Algo ha pasado aquí. La aurora ha desaparecido con una especie de explosión de luz. —La voz de su esposa sonaba asustada—. El cielo está cambiando de color... No podía creer lo que le estaba diciendo. Era sencillamente imposible. Le estaba relatando con todo”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“No se le veía así desde la Guerra y todos notaron que había estado a punto de sacar las alas, cosa que nunca hacía a la ligera. Siempre que las desplegaba, alguien moría.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“A Nilia le supuso un esfuerzo considerable entender que esa cara sucia y delgada, con una nariz desproporcionada, fuera la carta de presentación de quien era, tal vez, la persona más buscada en todo el mundo.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Su mente era presa de una abrumadora confusión que le hacía imposible pensar con claridad. Deambuló por las calles más estrechas, solitarias y oscuras que encontró, sin pensar en lo que hacía, solo con la idea de escapar. Estaba casi seguro de que lo estaban persiguiendo. Después de todo, llevaba toda su vida huyendo.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Era más que un hecho que la Onda había alterado el curso de las vidas de prácticamente todos los seres humanos. Igual de incuestionable era que las guerras y los disturbios de los primeros años contribuyeron a que las vidas de los supervivientes cambiasen todavía más. La adaptación al nuevo entorno se convirtió en un requisito y el instinto de supervivencia se desarrolló más que si hubiera ocurrido un salto evolutivo.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Han transcurrido milenios desde la única guerra de nuestra historia (entre ángeles y demonios), y no podemos olvidar lo que aprendimos en ella.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Tenía más posibilidades de desactivar una bomba con los ojos vendados que de encontrar una frase que aliviase el dolor de la niña.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Permaneció un largo rato llorando sobre la nieve. Deseó haber muerto él (...) cuando ya no pudo resistirlo más, empezó a golpear el suelo con los puños desnudos.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“El mundo se había vuelto gris y borroso, un lugar en el que no encajaba, que no comprendía y del que no quería seguir formando parte.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“No estaba dispuesto a mostrar ninguna debilidad, tres años después de la última guerra no eran suficientes para borrar todas las cicatrices.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Aquel nuevo mundo, del que la humanidad estaba tan orgullosa en su conjunto, no era otra cosa que una monumental máscara con la que disfrazar su indigna naturaleza. Las guerras entre ellos no habían cesado y las desigualdades sociales permitían que unos pocos nadasen en la abundancia mientras millones de niños fallecían desnutridos”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“aseguro. Te desmayaste y”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“declara inocente,”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“El planeta entero parecía haber sido sacudido enérgicamente, como si lo hubiesen metido en una coctelera. Una”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Luego vi mi rostro reflejado en el escaparate de una tienda. Fue como contemplar a un extraño. No reconocía mi propia cara.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Los polos se descongelaron en gran parte y sobre los desiertos se precipitaron intensas nevadas.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“—Tus palabras me llenan de una satisfacción tal que no soy capaz de describirla. Es la mejor recompensa que podía esperar alguien de mi condición, cuyo único empeño es complacerte.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Venga, vamos. ¿Es que nadie ha visto ‘Regreso al futuro’? —La sonrisa se esfumó de su cara cuando se dio de cuenta de que su broma no se entendía—. Sólo era un chiste.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Aquel nuevo mundo, del que la humanidad estaba tan orgullosa en su conjunto, no era otra cosa que una monumental máscara con la que disfrazar su indigna naturaleza. Las guerras entre ellos no habían cesado y las desigualdades sociales permitían que unos pocos nadasen en la abundancia mientras millones de niños fallecían desnutridos.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“El comandante Gordon era la mayor autoridad militar de la Zona Segura de Londres”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“añil.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“—Entonces, ¿cuánto falta para que concluya el trabajo y regreses a casa? —preguntó Ramsey.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos

“Debía tener la espalda más musculosa de todos los Caídos para mantener su extensa colección de posturas y reverencias; pasaba más tiempo agachado que erguido.”
― Fernando Trujillo Sanz, La guerra de los cielos