God's Generals Quotes
God's Generals: The Healing Evangelists
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Roberts Liardon223 ratings, 4.53 average rating, 20 reviews
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God's Generals Quotes
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“A principios de 1926, el grupo Elim inauguró una campaña de avivamiento en el Ayuntamiento de Portsmouth, Inglaterra. En unos pocos días, la sala ya no era lo suficientemente grande como para contener a la multitud. George envió una carta a E. J. Phillips, secretario general de la Alianza Elim, y con entusiasmo le informó: “Estoy pasando el mejor momento de mi vida. Las almas se convierten y siguen continuamente a Cristo, la mayoría de las sanidades son sorprendentes y maravillosas, y ayer mismo, cientos de personas tuvieron que ser rechazadas a la entrada del Ayuntamiento una hora antes de la hora de inicio”42.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
“Un poderoso avivamiento en Gales Cuando George tenía 15 años, su vida cambió radicalmente, al igual que la vida de su hermano Stephen. Un joven lleno del Espíritu llamado Evan Roberts comenzó a predicar en todo el territorio de Gales, trayendo un poderoso movimiento del Espíritu Santo por donde quiera que fuera. Desde la edad de 13 años, Roberts había clamado por una visita de Dios. Durante diez años, había orado para que el avivamiento viniera a Gales. Entonces, en 1903, a la edad de 25 años, comenzó a orar por un poderoso movimiento del Espíritu Santo. Ese año, después de escuchar un mensaje acerca de rendirse a Dios, cayó de rodillas y le pidió al Señor que lo doblegara y lo usara para su gloria. Sintió que la paz y el poder de Dios lo visitaban, así como un deseo ardiente de llevar el Evangelio de Cristo a la gente en todo ese país. A partir de noviembre de 1904, cuando Roberts predicaba en iglesias y en reuniones al aire libre, el Espíritu Santo se derramaba. Había llanto y quebrantamiento, confesión de pecado y arrepentimiento en cada reunión. El avivamiento galés había comenzado. Las sesiones de avivamiento se llevaban a cabo donde sea que aquel fuera llevado a ministrar. Las multitudes venían y el Espíritu Santo se movía en oleadas sobre los corazones de la gente. El canto y la alabanza continuaban, a veces durante horas, seguidos de la confesión de pecados y el santo arrepentimiento. La oración era levantada al unísono, y los miembros de la congregación a menudo interrumpían las oraciones con una palabra del Señor. Estas reuniones continuaban hasta las primeras horas de la mañana, con el Espíritu moviéndose en los corazones de las personas, incluso cuando había poca o ninguna predicación. Decenas de miles llegaban a las sesiones diarias y eran convertidos por el poder de Dios. El efecto en Gales fue enorme. Los bares y las casas públicas se cerraron; las ventas de licores se redujeron en un 75%. Las capillas estaban abiertas, y el número de iglesias estaba creciendo. Durante el curso del avivamiento en este país, cientos de miles de personas se convirtieron. El avivamiento se extendió como un reguero de pólvora, y una de las áreas más afectadas fue Maesteg, la ciudad natal de George y Stephen Jeffreys. Roberts y sus obreros visitaron el área en tres ocasiones distintas y trajeron más de cinco mil personas al Reino de Dios. El 20 de noviembre de 1904, el reverendo Glasnant Jones se puso de pie delante de la congregación de Siloh y predicó un mensaje de salvación. Antes de esta fecha, George y Stephen habían asistido a la iglesia en alguna ocasión. Esa mañana, experimentaron una conversión dinámica y fueron bautizados en el Espíritu Santo. Inmediatamente después, comenzaron a servir al Señor en la iglesia en todas las maneras que pudieron. Para la consternación de estos hermanos y de gran parte de Gales, el avivamiento galés duró solo dos años antes de que cayera en decadencia.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“Durante este tiempo, Bosworth adoptó una opinión controvertida llamada el israelismo británico (o angloisraelismo), un concepto que ganó popularidad a principios del siglo XX y que hoy en día sigue siendo aceptado por algunas personas. El israelismo británico sostiene que los europeos occidentales, particularmente los de Gran Bretaña, son descendientes directos de las diez tribus perdidas de Israel que fueron llevadas cautivas por los asirios (ver 2 Reyes 17:18). La creencia fue ampliamente aceptada en Inglaterra y los Estados Unidos. Se desconoce cuán fuertemente Fred abrazó esta idea, pero abandonó la denominación de la Alianza Cristiana y Misionera por varios años debido a ello. A mediados de la década de 1940, él había renunciado a su creencia en el israelismo británico y fue reintegrado a la iglesia.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“En Cristo el Sanador, Bosworth escribió que la naturaleza sanadora de Dios siguió siendo revelada al comienzo del ministerio terrenal de Cristo, citando Mateo 4:23: “Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente”; Mateo 12:15: “Jesús se retiró de aquel lugar. Muchos lo siguieron, y él sanó a todos los enfermos” y Lucas 6:19: “Así que toda la gente procuraba tocarlo, porque de él salía poder que sanaba a todos”. Él estaba convencido de que estas porciones de la Escritura revelaban claramente la voluntad del Señor con respecto a la sanidad. Y declaró: “La fe comienza donde se conoce la voluntad de Dios”25. La Palabra revela que su voluntad es sanar, y los creyentes pueden aceptarla por fe, aquella que se produce al escuchar la Palabra de Dios (ver Romanos 10:17). Finalmente, Bosworth señaló que la palabra griega para salvación, soteria, implica la totalidad de la liberación, la preservación, la sanidad y la solidez que Jesús prometió con su muerte y resurrección. La salvación completa fue en la expiación de la sangre de Cristo.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“Yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15:26, RVR60). En Salmos, el rey David también reconoció la naturaleza sanadora de la salvación de Dios: “Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias” (Salmo 103:2-3). David se dio cuenta de que tanto el perdón de los pecados como la sanidad del cuerpo eran beneficios que pertenecían al Pueblo de Dios. Quizás el versículo más decisivo para Bosworth era Isaías 53:5: “Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados”. En estos pasajes, el Señor se revela como un Salvador completo que perdona los pecados y sana las enfermedades. Ambos beneficios se ofrecen por igual para cualquiera que los reciba.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“La familia Sproul se regocijó cuando la hija de John, de 3 años, Mary Jane, que nunca lo había oído hablar, aplaudió y exclamó: “¡Papá puede hablar! ¡Papá puede hablar! ¡Jesús hizo hablar a papá!”23”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“Los milagros se mudan a Pittsburgh Después de varias semanas de ministrar en Lima, el equipo de Bosworth se mudó a Pittsburgh. Muchos de los recién sanados fueron con ellos, deseosos de ayudar en la obra y orar por los mismos enfermos. Fred nunca creyó que la sanidad solo viniera de sus manos, sino a través de la fe en la Palabra de Dios que obraba en los corazones de aquellos que necesitaban sanidad. Los milagros en Pittsburgh superaron a los de Lima. Ninguna iglesia era lo suficientemente grande como para acomodar a la multitud, por lo que las reuniones se llevaron a cabo en el Carnegie Hall, en Oakland, un suburbio cerca del centro de Pittsburgh. El National Labor Tribune continuó informando sobre las increíbles reuniones mientras se llevaron a cabo. Todas las denominaciones abarrotan la sala: católicos, episcopales, presbiterianos, metodistas, bautistas, presbiterianos unidos, metodistas primitivos, protestantes metodistas, nazarenos pentecostales, entre muchos otros, pueden ser vistos entre los que están en el altar buscando la ayuda divina. Varios cientos de buscadores de Dios se aglomeran en la plataforma a diario. Médicos, abogados, financistas, comerciantes, hombres profesionales de todo tipo y calibre. Científicos cristianos, incluidos médicos, enfermeras y jefes de enfermería de los hospitales y sanatorios, todos buscando la salvación del alma o la sanidad corporal. Es un espectáculo que sorprende a los asistentes al ver esas multitudes buscando su camino hacia Dios”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“Bosworth era un hombre simple con un corazón para llevar a los perdidos a Jesús. Él creía que la sanidad física estaba incluida en la expiación y que las verdaderas sanidades atraerían a las multitudes para escuchar el mensaje de la salvación de Cristo, que era el objetivo final. También era un hombre muy determinado, por lo que buscaba la confirmación de cada sanidad que tenía lugar.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“De pastor a evangelista de tiempo completo Cuando el avivamiento comenzó a disminuir en Dallas, el único hijo varón de Fred y Estella, Vernon, de 4 años, se enfermó y murió de forma repentina. Unos meses después de la pérdida, Fred renunció a la iglesia que había pastoreado y amado. Después de años de estudiar la Palabra, él había llegado a la conclusión de que hablar en lenguas no era la única evidencia inicial del bautismo en el Espíritu Santo. Los otros miembros del consejo fundador de las Asambleas de Dios no estaban de acuerdo con Bosworth; creían unánimemente que las lenguas eran la evidencia inicial del bautismo y que ese debía ser uno de los principios irrefutables de la denominación. Un compañero ministro en el área de Dallas comenzó a difundir rumores sobre él, acusándolo de herejía entre las iglesias pentecostales. Silenciosamente y sin protestar, Bosworth entregó sus documentos de ordenación a las Asambleas de Dios en julio de 1918. Fue invitado a presentar sus creencias ante el Concilio General una vez más acerca de por qué el hablar en lenguas no tiene por qué ser la evidencia inicial del bautismo en el Espíritu Santo. Él lo hizo con un corazón humilde, presentando sus creencias apasionadamente. El consejo lo escuchó pero votó en contra de sus propuestas y se separaron. Con poco tiempo para recuperarse de estas tremendas decepciones, Fred se enfrentó a otra gran tragedia. Estella había sido una gran ayuda durante dieciocho años, pero en su gran pasión por el ministerio, a menudo se esforzaba demasiado. Cuando su salud se declinó, ella continuó ignorando el reposo en cama que necesitaba. A principios de 1919, desarrolló una tos que rápidamente se convirtió en neumonía y luego en tuberculosis. A pesar de que las oraciones por su sanidad aumentaron en gran escala, Estella Bosworth murió el 16 de noviembre de 1919, dejando a dos hijas sin madre. Fred había visto innumerables sanidades como resultado de la oración respondida, lo que hacía que la muerte de su esposa pareciera una tragedia aún mayor, pero nunca abandonó su fe en un Dios fiel y vivo.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“Él ha sido tan valioso para mí que le di las gracias muchas veces por tener el privilegio de conocer algo de lo que es “participar en sus sufrimientos”. Si este movimiento fuera el resultado de alguna cosa imprudente que yo hubiese hecho o por causa de hablar cualquier cosa que no fuera su dulce mensaje, entonces lo lamentaría pero, dado que fue por pura obediencia al predicar su Evangelio a toda criatura, me ha dado una gran alegría experimentar esto que era tan común entre los cristianos primitivos, en los primeros siglos de la Iglesia. Siento que estoy varios niveles más arriba en la vida cristiana.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“Comprometidos frente a la muerte Al dejar la ciudad de Zion, Fred y Estella Bosworth decidieron que confiarían completamente en la provisión del Señor. Él abandonó su trabajo secular y su música, una vez más, para predicar el Evangelio dondequiera fueran invitados. Al comienzo de esta nueva vida de fe, el matrimonio tuvo que depender diariamente del Señor. Ahora tenían una hija pequeña, Vivian, y oraban por la provisión de cada comida, a menudo hasta el último minuto. En un momento dado, comieron trigo hervido en tres comidas al día. Eso los sostuvo durante ese período, pero luego nunca más volvieron a tener esto en su mesa. Cuando ya no les quedaba comida, Fred Bosworth metía la cabeza en la caja de pan vacía y gritaba con toda la fuerza de sus pulmones: “¡Gloria!”. Entonces, Estella y la pequeña Vivian hacían lo mismo. ¡Dios siempre les proveyó!”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“El primer general pentecostal F. F. Bosworth era un predicador de vanguardia, pionero en la locución de radio cristiana, uno de los evangelistas que oraban por sanidad más exitosos de la década de 1920, y un hombre que creó un puente hacia el avivamiento de sanidad5 de los años 1940 y 1950. Desde su visita a la calle Azusa, Fred Bosworth fue la piedra angular del movimiento pentecostal moderno.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“Más tarde esa noche, cuando volvieron a casa, la Sra. Serio preparó el bálsamo para el tratamiento diario de Raffaela. Pero la niña miró a su madre con asombro. —¿Por qué, madre querida, dónde está tu fe? ¿No oíste al hombre decir que Jesús me sanó? No necesito más vendajes. Estoy sana. Ni el gran bulto ni la hinchazón que tenía debajo de su brazo hasta su clavícula se habían ido, pero la niña había comenzado a verse a través de los ojos de la fe.”
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“Cuando se la pedimos, como en Hebreos 4:16, no tenemos nada que dar a cambio; entonces, cuando el Señor la concede, solo Él obtiene toda la gloria.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“Una presencia sanadora es algo que ninguno de nosotros puede “elaborar”. Cuando está presente, como en Lucas 5:17, las personas se sanan.”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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“Él le dijo a Moisés: “Tengo clemencia de quien quiero tenerla, y soy compasivo con quien quiero serlo” (Éxodo 33:19).”
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“Roberts Liardon es uno de los grandes historiadores que se ha dedicado a aquellos que nos han precedido en la cristiandad. Su última edición, Los generales de Dios: Los evangelistas de sanidad, es especialmente conmovedora y más personal para mí debido al hecho de que mis padres también están aquí representados. Me encanta poder hacer referencia a estos libros. Es muy importante estudiar a aquellos que nos han antecedido para aprender de sus increíbles vidas. —Joan Hunter Autora, fundadora y presidente de Joan Hunter Ministries”
― Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad
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