Mala Luna Quotes

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Mala Luna Mala Luna by Rosa Huertas Gomez
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“Los adolescentes no deciden, deben limitarse a seguir a sus padres en una aventura que ya no es del todo suya pero de la que no pueden escaparse.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“Nací en buena luna, Víctor, y tuve la suerte de compartir mi vida con una mujer que nunca merecí. Supo sacar lo mejor de mí, si es que aún quedaba algo, y quizá sea por ella, por el peso de su ausencia, por lo que ahora escribo esta confesión. Decía que la amargura hay que sacarla fuera para que no se pudra dentro de nosotros y nos convierta en cadáveres antes de tiempo.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“Las palabras que marcan nuestra vida se nos quedan grabadas con un eco de campanas, en mi caso no es una metáfora. Desde un campanario sonaron las seis.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“El tiempo, a causa del miedo, se convierte en espeso e interminable. [...] Los momentos felices se hacen dolorosamente cortos, los que vivimos presa de la angustia nos parecen eternos.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“Miedo.

No hay otra palabra que pueda definir lo que supuso para mí la guerra. Miedo a morir, a las bombas, al fuego, a las balas, al hambre, a la soledad, al presente y al futuro. La guerra tiene una boca grande que devora los sueños de los que la viven.

Todos los que vivimos en el espanto del enfrentamiento bélico más terrible de nuestra historia nacimos en mala luna.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“¿Dónde nos llevan los sueños?”
Rosa Huertas, Mala Luna
“La muerte de Ramón sólo fue una ínfima muestra de lo que la muerte podía hacer a nuestro alrededor, azuzada por el látigo del odio. Empezábamos a perder la juventud, lo mismo que un día nos fue arrebatada la inocencia de la niñez.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“Sólo la sangre mancha las manos de los hombres.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“¡Cuánta ignorancia queda en este país, Aurelio! Hay mucho que hacer; sin cultura no hay progreso, ni libertad, ni justicia.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“Compartí con ella un instante único, de esos que nos gustaría encerrar en una botella para descorchar las tardes de melancolía.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“¿Qué somos si nos borran los recuerdos de nuestra vida? Te lo diré, Víctor, no somos nada.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“El tiempo de la espera es a la vez azul y gris, se nos llena de cielos y de brumas. Soñamos con lo posible y tememos lo indeseado, los dos se esconden tras el presente, pero sólo ansiamos el goce del deseo cumplido.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“-¿Te das cuenta? Es cierto lo que dice. Si sólo hubiese ordeñado cabras, quizá habría muerto de viejo, como tu abuelo, y no de cárcel y abandono. Habría disfrutado de su hijo y de su mujer, habría visto crecer a sus nietos. No le perdonaron los sueños.

-Habría ido a la cárcel de igual manera. Tuvo la desgracia de elegir el bando de los perdedores.

-Pero él no era peligroso, Víctor. A Miguel Hernández hombre no lo temían, condenaron al escritor. Eran sus versos los peligrosos, su sueño de ser poeta lo que le hizo odioso a los ojos de los que no pensaban como él.

-Si no hubiese ordenado su sueño no estaríamos aquí, no habríamos disfrutado sus versos, no leeríamos un poema dedicado a él [...]. Nosotros somos los herederos de su sueño, los que mantenemos vivo su recuerdo.

-Sí, eligió ordeñar un sueño, con todas sus consecuencias.

-Y nunca se sabe adónde nos lleva el camino que elegimos.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“Tristes guerras, José, las que nos convierten en enemigos de nuestros amigos.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“Para que escribas lo que puedas. Es negro, como tu suerte, Visenterre”
Rosa Huertas, Mala Luna
“Fue terrible ver cómo iba muriendo día a día sin que, los que podían, hiciesen algo por evitarlo. La impotencia me sublevaba. Cuando todavía estaba bien, o al menos no tan mal como las últimas semanas, antes de que lo trasladasen a la enfermería, hablamos mucho. Conversábamos sobre nuestra tierra, desempolvábamos recuerdos, contábamos anécdotas del frente nos lamentábamos del desenlace de la contienda. No sólo habíamos perdido la guerra, también habíamos perdido la libertad, las ilusiones, los sueños, la posibilidad de ser felices. Cuando el abatimiento nos vencía jugábamos a recordar momentos agradables, con todo lujo de detalles y con los ojos cerrados, para vivir la ilusión de que estábamos en ese otro lugar y no entre las paredes de una cárcel.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“Los instantes anteriores a un momento que presumimos memorable tienen la luz de las tardes de primavera y un sabor dulce que gusta paladear.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“Me regaló un ordenador portátil, el libro de Edgar Allan Poe y su última sonrisa con un consejo: "Nunca cambies esto por los libros. Los jóvenes creéis que todo está en Internet, que los libros son una especie en extinción. Un libro no se bloquea, ni se borra de repente, ni necesita pilas ni electricidad. Lo puedes leer en el parque, en la cama antes de dormir y hasta en el cuarto de baño. No hay goce como el de pasar las páginas, sentir su tacto y oler la fragancia de unas hojas recién impresas". No he olvidado sus palabras, fue lo más valioso que me dejó mi abuelo.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“-Hace tanto de eso que ya no os afecta ni os conmueve. También es culpa nuestra, que no hemos sabido contar o no hemos querido hacerlo. Todavía viven muchas personas que sufrieron aquella maldita guerra, que padecieron las cárceles y la represión.

-Pero sólo nos habéis hablado del hambre.

-Porque lo entiende todo el mundo.

-Tampoco hemos pasado hambre.

-Afortunados vosotros, porque el que ha padecido esa tortura no puede olvidarla, aunque pierda el resto de la memoria. El hambre no se olvida. A veces, tampoco el rencor. [...] El rencor es como el hambre, no se olvida por muchos años que pasen.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“En la cabeza del anciano, el pasado y el presente acababan de chocar para culminar la traición más cruel de la que había sido testigo en su vida [...] Presentía la muerte cada vez más cerca. Con casi noventa años sólo existe el minuto presente y el largo pasado, y en ese momento de su vida el pasado había regresado para instalarse aquí y ahora. No le quedaba futuro para resolver su terrible duda, pero tal vez a Clara sí.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“-[...] Lo que sí creo es que es importante conocer el pasado, sobre todo para nosotros: no debemos caer en los mismos errores. También para ellos, en algún momento tendrán que reconciliarse con lo que fueron.

-Nosotros también formamos parte de ese pasado, aunque sea indeseable. Si las cosas no hubiesen sido como fueron, no estaríamos aquí.”
Rosa Huertas, Mala Luna
“A su edad las pandillas suelen ser exclusivistas: o estás o no.”
Rosa Huertas, Mala Luna