The Secret in Their Eyes Quotes
The Secret in Their Eyes
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Eduardo Sacheri7,751 ratings, 4.04 average rating, 1,054 reviews
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The Secret in Their Eyes Quotes
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“Cuando no se pueden decir las cosas, las miradas se cargan de palabras.”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“El "pero" es la palabra más puta que conozco -. "te quiero, pero..."; "podría ser, pero..."; "no es grave, pero...". ¿Se da cuenta? Una palabra de mierda que sirve para dinamitar lo que era,o lo que podría haber sido, pero no es.”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Los estúpidos se conservan mejor físicamente porque no los corroe la ansiedad existencial a la que se ve sometida la gente más o menos lúcida.”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“La brevedad o la prolongación de la vida de un ser humano depende sobre todo del caudal de dolor que esa persona se ve obligada a soportar.”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“- ¿Sabe que es lo peor de todo?
Lo miré. No supe qué decir.
- Que la voy olvidando.
Le temblaba la voz. No cometí el desatino de interrumpirlo.
- La pienso, y la pienso todo el día.
Me despierto por la noche y me desvelo recordándola. Pero me pasa que tiendo a recordar siempre las mismas cosas. Las mismas imágenes.
¿Qué es lo que recuerdo, entonces? ¿A ella o al recuerdo que he construido en este año y pico que lleva muerta?”
― The Secret in Their Eyes
Lo miré. No supe qué decir.
- Que la voy olvidando.
Le temblaba la voz. No cometí el desatino de interrumpirlo.
- La pienso, y la pienso todo el día.
Me despierto por la noche y me desvelo recordándola. Pero me pasa que tiendo a recordar siempre las mismas cosas. Las mismas imágenes.
¿Qué es lo que recuerdo, entonces? ¿A ella o al recuerdo que he construido en este año y pico que lleva muerta?”
― The Secret in Their Eyes
“A veces es asombroso el daño que podemos causar sin proponérnoslo”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Ahora es ella quien lo mira divertida, o tierna, o nerviosa, y finalmente le pregunta: —¿Vas a decirme qué te pasa, Benjamín? Chaparro se siente morir, porque acaba de advertir que esa mujer pregunta una cosa con los labios y otra con los ojos: con los labios le está preguntando por qué se ha puesto colorado, por qué se revuelve nervioso en el asiento o por qué mira cada doce segundos el alto reloj de péndulo que decora la pared próxima a la biblioteca; pero, además de todo eso, con los ojos le pregunta otra cosa: le está preguntando ni más ni menos qué le pasa, qué le pasa a él, a él con ella, a él con ellos dos; y la respuesta parece interesarle, parece ansiosa por saber, tal vez angustiada y probablemente indecisa sobre si lo que le pasa es lo que ella supone que le pasa. Ahora bien —barrunta Chaparro—, el asunto es si lo supone, lo teme o lo desea, porque esa es la cuestión, la gran cuestión de la pregunta que le formula con la mirada, y Chaparro de pronto entra en pánico, se pone de pie como un maníaco y le dice que tiene que irse, que se le hizo tardísimo; ella se levanta sorprendida —pero el asunto es si sorprendida y punto o sorprendida y aliviada, o sorprendida y desencantada—, y Chaparro poco menos que huye por el pasillo al que dan las altas puertas de madera de los despachos, huye sobre el damero de baldosas negras y blancas dispuestas como rombos, y recién retoma el aliento cuando se trepa a un 115 milagrosamente vacío a esa hora pico del atardecer; se vuelve a su casa de Castelar, donde esperan ser escritos los últimos capítulos de su historia, sí o sí, porque ya no tolera más esta situación, no la de Ricardo Morales e Isidoro Gómez, sino la propia, la que lo une hasta destrozarlo con esa mujer del cielo o del infierno, esa mujer enterrada hasta el fondo de su corazón y su cabeza, esa mujer que a la distancia le sigue preguntando qué le pasa, con los ojos más hermosos del mundo.”
― El secreto de sus ojos
― El secreto de sus ojos
“Una cosa es planear las cosas en la cama, en las noches de desvelo, con los ojos clavados en el techo. Ejecutar el plan con el que soñamos es otra cosa bien distinta.”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Un día perfecto, para mí, es así -Morales se permitió una mínima gesticulación con las manos, como si bosquejara la acción de una película que pensase dirigir-: Una mañana cargada de nubarrones, unos cuantos truenos, y una buena lluvia de todo el día. No digo un aguacero, porque los imbéciles solares se quejan el doble si la ciudad se llena de agua. No, alcanza con una lluvia pareja que dure hasta la noche. Hasta la noche tarde, eso sí. Para que uno pueda dormirse con el ruido de las gotas. Y si podemos agregarle de nuevo unos truenos, mejor.”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Uno no ve el dolor. No puede verlo, sencillamente porque el dolor no se ve, en ninguna circunstancia. Pueden verse, cuanto mucho, algunos de sus mínimos signos exteriores. Pero esos signos siempre me han parecido máscaras antes que síntomas. ¿Cómo puede expresar el hombre la angustia atroz de su alma? ¿Llorando a chorros y dando alaridos? ¿Balbuceando unas palabras inconexas? ¿Gimiendo? ¿Soltando unas pocas lágrimas? Yo sentía que todas esas muestras posibles de dolor eran solo capaces de insultar a ese dolor, de menospreciarlo, de profanarlo, de colocarlo a la altura de muestras gratis”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Creí entender que lo que a veces nos conmueve del dolor ajeno es el temor atávico que ese dolor nos transite a nosotros.”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Si no fueran unos sanguinarios hijos de puta, serían para cagarse de la risa.”
― La pregunta de sus ojos
― La pregunta de sus ojos
“Me encantan los días de lluvia. Desde chico. Siempre me ha parecido una imbecilidad que la gente hable de "mal tiempo" cuando llueve. ¿Mal tiempo por qué?”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Nunca pude soportar ver salir el sol después de una tormenta. Mi idea de un día de lluvia es que debe llover hasta la noche. Que el sol salga a la mañana siguiente, vaya y pase, pero ¿así?... Que el sol interrumpa donde nadie lo llama... En los días de lluvia el sol es un intruso imperdonable”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Creí entender que a ese hombre ninguna verdad podía lastimarlo, simplemente porque no le quedaba ningún retazo ileso en el alma como para que pudiera llagársele”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Su hábito de mirarse en los espejos no tiene nada que ver ni con quererse ni con gustarse. Siempre ha sido ni más ni menos que otro intento de aprender a saber quién carajos es él mismo”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Jamás se había destacado en nada. Ni en la escuela, ni en los deportes, ni siquiera en la familia había merecido más que algún ocasional elogio por cualidades en el fondo intrascendentes. Pero el 16 noviembre de 1966 había conocido a Liliana, y con eso había bastado para cambiarle la vida. Con ella, por ella, gracias a ella, él había sido distinto. Desde que la vio atravesar la puerta giratoria del banco, y preguntar a un custodio cuál era la cola para depósitos, y acercarse a la ventanilla cuatro con pasos cortos y firmes, sintió que esa mujer iba a cambiarle la vida”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Es ridícula su vergüenza. Sobre todo tratándose de dos personas grandes. ¿Por qué no decirle sencillamente la verdad? Visitarla en su despacho sin pretextos, y darle a entender lo que siente. Son adultos. Debería bastar con algunas medias palabras, algún gesto mundano que a ella le dé a entender su interés, y que Irene se imagine el resto.
¿Por qué no puede hacer eso? Porque no. Por eso. Porque lleva tantos años callándoselo que Chaparro prefiere que lo entierren con la verdad a cuestas antes que soltar de mal modo una versión edulcorada, dietética, digerible de lo que siente por ella.”
― The Secret in Their Eyes
¿Por qué no puede hacer eso? Porque no. Por eso. Porque lleva tantos años callándoselo que Chaparro prefiere que lo entierren con la verdad a cuestas antes que soltar de mal modo una versión edulcorada, dietética, digerible de lo que siente por ella.”
― The Secret in Their Eyes
“Era dueño de su silencio. Si hablaba, terminaría hundido en el pantano de la compasión de ella. Estaba decidido a evitarle y a evitarse cualquier frase al estilo de "pobre Benjamín, yo no sabía...". De solo pensarlo a Chaparro se le nublaba la vista de rabia y de vergüenza. Que su amor se muriese con él, pero que no se ensuciara.”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“Si ahora están en silencio, si ahora en ese silencio están interrogándose, si no quiebran ese silencio en el que están interrogándose con una sonrisa muda, es porque nada los retiene allí salvo eso, salvo estar sencillamente el uno frente al otro, dejando pasar el tiempo sin más objeto que tenerse cerca, y eso es lo bello de estar en silencio interrogándose.”
― La pregunta de sus ojos
― La pregunta de sus ojos
“¿Por qué no puede hacer eso? Porque no. Por eso. Porque lleva tantos años callándoselo que Chaparro prefiere que lo entierren con la verdad a cuestas antes que soltar de mal modo una versión edulcorada, dietética, digerible de lo que siente por ella.”
― La pregunta de sus ojos
― La pregunta de sus ojos
“Não entra na Secretaria nº 19 para cumprimentar ninguém. Já não é por medo de que percebam o amor que lhe queima as entranhas. É porque pela primeira vez sabe que hoje, sim, sem falta e sem demora, tem que ir bater diretamente na porta do gabinete; escutar a voz dela dizendo-lhe que entre; se plantar como um homem diante da mulher a quem ama; ignorar a pergunta trivial que ouvirá de seus lábios quando ela o receber sorrindo; pagar, ou cobrar, a dívida que tem pendente e que é o único motivo válido que ele encontra para continuar vivendo. Porque Chaparro precisa encarar essa mulher, de uma vez e para sempre, e responder ao segredo dos seus olhos.”
― El Secreto de Sus Ojos
― El Secreto de Sus Ojos
“Chaparro se prometera que aquela mulher não iria enlouquecê-lo de novo, porque ele estava bem assim, e porque não precisava de uma nova e brutal desilusão, de uma nova insônia, de um novo vazio no estomâgo. Foi por isso que lhe disse “como vai, doutora?, quanto tempo”, embora notasse que ela ficava meio sem graça, porque vinha adiantando a face para dar um beijo nele e se atrapalhava como se atrapalha alguém que vem nos tratar por você e topa com uma parede de quatro metros, sem fissuras, à qual convém responder “bem, e o senhor?, é verdade, quanto tempo”. E por isso, porque a situação o aborreceu, angustiou ou entristeceu — ou lhe produziu todos esses sentimentos —, Chaparro balbuciou a desculpa de que havia deixado um monte de trabalho inacabado sobre sua escrivaninha e saiu disparado. Retirou-se em velocidade suficiente para escapar ao perfume que ela sempre usara, mas não para ficar a salvo de escutar as corriqueiras respostas às corriqueiras perguntas de como vai sua família, Irene, bem, graças a Deus as meninas bem, seu marido, meu marido bem, trabalhando muito e de saúde muito bem; raios partam também a ele, o desgraçado filho de mil putas, com perdão da palavra porque o estúpido não tem culpa de ter se casado com ela mas dá no mesmo, com que direito ela fez isso a ele, que estava tão bem sozinho ou efemeramente acompanhado.”
― El Secreto de Sus Ojos
― El Secreto de Sus Ojos
“Supongo que nadie es capaz de leer, en la borra del presente, las señales de sus futuras tragedias.”
― The Secret in Their Eyes
― The Secret in Their Eyes
“amor arrebatado que empezaba a consumirlo. Saberse no correspondido, además de infiel, lo hacía sentirse solo. Se dijo que era mejor así. Arrancar de cuajo una planta que, de todos modos, no tenía brotes ni futuro.”
― El secreto de sus ojos
― El secreto de sus ojos
“Primero temí que fuera muy difícil averiguar algo de estos tipos que andan en los servicios de inteligencia, y toda esa mano.”
― La pregunta de sus ojos
― La pregunta de sus ojos
“—Se topó con uno de esos grupos de forajidos que usa el gobierno, mi amigo. Ni más ni menos.”
― La pregunta de sus ojos
― La pregunta de sus ojos
“nuestra orfandad de líderes competentes”,”
― La pregunta de sus ojos
― La pregunta de sus ojos
“Supongo que, cuando no se pueden decir las cosas, las miradas se cargan de palabras.”
― La pregunta de sus ojos
― La pregunta de sus ojos
“Trabajaba en un Juzgado que había sabido funcionar bien, pero que ahora estaba en manos de un boludo. Y un boludo de la peor especie: un boludo con ansias de rápidos ascensos.”
― La pregunta de sus ojos
― La pregunta de sus ojos
