Ari Alfonso’s Reviews > La canción de Aquiles > Status Update

—Es correcto buscar la paz para los muertos —insiste Príamo con voz amable—. Tú y yo sabemos bien que no la hay para quienes los sobreviven.
—No —susurra Aquiles.

Miré por última vez a Aquiles, que permanecía junto al carro con aspecto triste. Le alargué la mano y él la cogió.
—Ve con cuidado —me instó.
—Lo haré.
Había mucho más por decir, mas, por una vez, no lo dijimos. Habría otras ocasiones para hablar, por la noche, y al día siguiente, y todos los días venideros.
💔💔💔💔💔💔

—Ningún hombre merece más que otro, venga de donde venga.
—¿Y si se trata de un amigo o de un hermano? ¿Hay que tratarle como a un extraño?
—Los filósofos discrepan acerca de la respuesta a esa pregunta. Tal vez valga más que tú, tal vez no, y el forastero también tiene amigos y hermanos, así que al final ¿qué vida tiene más valor?
—No hay respuesta. Sea cual sea tu elección, te equivocas.

Más tarde, Agamenón le preguntaría cuándo pensaba enfrentarse al príncipe de Troya. Aquiles le dedicó una de sus sonrisas más cándidas y desesperantes antes de contestar:
—¿Y qué me ha hecho Héctor a mí?

—No debes matar a Héctor.
—. Bien, pero ¿por qué iba a matarle? No me ha hecho nada.
Y entonces sentí un atisbo de esperanza por primera vez en mucho tiempo.
OH MY BABY...

—Di el nombre de un héroe que fuera feliz... No eres capaz.
—No.
—Lo sé. Nunca te dejan ser famoso y feliz. —Enarcó una ceja—. Voy a contarte un secreto.
—Dime. —Me encantaba cuando se comportaba así.
—Yo voy a ser el primero. —Me cogió por la palma de la mano y la sostuvo con la suya—. Júralo.
—¿Por qué yo?
—Porque tú eres la razón. Júralo.
—Lo juro.

—Ninguna ley dice que los dioses deban ser justos, Aquiles, y, después de todo, cuando ha muerto el otro, tal vez sea un alivio mayor que para el que sigue en este mundo, ¿no te parece?