Julian Hol > Recent Status Updates

..el ideal humano podría ser, en consecuencia, una vida colmada y materialmente decorosa atravesada de cuando en cuando por los destellos delirantes de la grande y verdadera felicidad.

No me busco para encontrarme: el hecho de que me busque a mí mismo es señal de que ya me he encontrado.

Surge de sus entrañas una perla pesada, de relumbres grises, grande como una bola de billar. La perla más grande y más pesada del mundo.

Si el mundo tiene un centro de tristeza, es probable que se encuentre, hoy, en el cajón de abajo de mi escritorio.

La terrible, la monstruosa, la abrumadora Securitate arrullándome cada noche: “Good night, sweet prince…!”

En todo el universo no existen más que dos seres que hacen de verdad el amor: mi amada y yo.

Leer noche y día, engullir tomos, esos somníferos, pues nadie lee para aprender algo sino para olvidar, para remontarse hasta el origen del hastío primordial agotando el devenir y sus manías.

Temo una dicha insoportable de la que sería víctima y qué, vengándome de un pasado de terror, me vengaría de todo, incluso de la desgracia de haber vivido.

El asco de vivir crece tanto a la sombra de las santas como de las putas.

Únicamente el paraíso o el mar podrían dispersarme del recurso de la música.

Porque cuando surge el pánico la mente se atasca como el cordón de apertura de un paracaídas: y uno sigue cayendo.

“Una lágrima tiene siempre raíces más profundas que una sonrisa.” E.M. Cioran

Es lo único que hace que esa niña y yo seamos la misma, ya que el orgasmo donde más siento mi identidad y la permanencia de mi ser solo lo conocí dos años después.

La vergüenza siempre lleva consigo la sensación de que, a partir de ese momento, puede sucederte cualquier cosa, de que es algo que no tiene fin, pues la vergüenza se alimenta de vergüenza.