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el suelo es el lugar más estable, firme y modesto que existe, con mejor perspectiva del cielo o del techo y donde mejor se piensa. (...) de aquí no puede uno caerse ni caer más bajo, lo cual es una ventaja a la hora de tomar decisiones, deberíamos tomarlas siempre desde la peor hipótesis, si es que no desde la desesperación y su acompañante habitual la vileza, así no nos ablandaríamos ni nos llamaríamos a engaño.

basta con tener a alguien disponible, a mano, a la espera, para irle confiando o creando tareas

qué poco es una vida, una vez terminada y cuando ya se puede contar en unas frases y sólo deja en la memoria cenizas que se desprenden a la menor sacudida y vuelan a la menor ráfaga

Inmortality (...) is a concept. If you take 'mortality' as being, not death, but the foreknowledge of it and the fear of it, then 'inmortality' is the absence of such fear.

Nobody wanted to be sexless, but nobody wanted to be nothing but sex

Nobody wanted to be sexless, but nobody wanted to be nothing but sex

Watch out for the leaders (...). First the leaders and the led, then the tyrants and the slaves, then the massacres. That's how it's always gone.

children would believe other children about punishments more readily than they would believe adults. Adults threatened to do things they never did, but children told what would happen. Or what they were afraid would happen. Or what had happened already, to them or to other children they'd known.

They seem close, the stars, but they're far away. Their light is millions, billions of years out of date. Messages with no sender.

After his indiscriminate adolescence he'd preferred sad women, delicate and breakable, women who'd been messed up and who needed him. He'd liked to comfort them, stroke them gently at first, reassure them. Himself too, of course; that was the payoff. A grateful woman would go the extra mile.

It was the footprints of human imperfection that used to move him, the flaws in the design: the lopsided smile, the wart next to the navel, the mole, the bruise. These were the places he'd single out, putting his mouth on them. Was it consolation he had in mind, kissing the wound to make it better? There was always an element of melancholy involved in sex.

There's something to be said for hunger: at least it lets you know you're still alive.

He'd look at them as if he was listening, as if what they were talking about was worthy of his full attention, though he would never say so exactly. He generated awe —not an overwhelming amount of it, but enough.

That kind of cool slouchiness always impressed Jimmy, coming from another guy: it was the sense of energies being held back, held in reserve for something mote important than present company.

Kids came and went, desks filled and emptied, friendship was always contingent.

These things sneak up on him for no reason, these flashes of irrational happiness. It's probably a vitamin deficiency.

He has to find more and better ways of occupying his time. His time, what a bankrupt idea, as if he's been given a box of time belonging to him alone, stuffed to the brim with hours and minutes that he can spend like money. Trouble is, the box has holes in it and the time is running out, no matter what he does with it.

So many crucial events take place behind people's backs, when they aren't in a position to watch.

Después de nadar un rato siento que mi cuerpo fluye con naturalidad por el agua como si lo empujase una suave brisa. A mis oídos sólo llega mi respiración regular. (...) Nadar siempre ha sido una de las cosas maravillosas en mi vida. Quizá no me haya ahorrado ningún problema, pero tampoco me ha ocasionado ninguno. Nadar. Nunca nada podrá estropearlo.

Yo podía creer en la ideología en sí, pero ya no podía tener confianza ni en los individuos ni en las instituciones que ponían en práctica aquella ideología aquellos principios.

su sonrisa, como siempre, era sólo superficial. Sus ojos no sonreían en absoluto.

Era una tarde tranquila de invino. Me dio la sensación de que la luz era más vívida, los sonidos más breves, más nítidos que otros días.

Todo está interrelacionado, con la complejidad de un rompecabezas tridimensional. En el que la verdad no siempre es real y la realidad no siempre es verdadera.

El mar le parecía una de las cosas más maravillosas que había visto hasta entonces. Era grande y profundo, mucho más de lo que hubiera podido imaginar. Cambiaba de color, de forma, de expresión según la hora, el tiempo y el lugar. El mar le despertaba una tristeza profunda en el corazón y, al mismo tiempo, le sosegaba con dulzura.

En mis manos quedan huellas de mi mirada impertérrita.

A mi alrededor reina un profundo silencio. Me da la sensación de que el mundo entero está aguzando el oído para poder escuchar mis pensamientos. No puedo pensar en nada. Lo siento, no puedo pensar en nada.

Silencio. Un silencio que podía sopesar con la mano, del que podía comprobar su masa y densidad.

Silencio. Un silencio que podía sopesar con la mano, del que podía comprobar su masa y densidad.

Las personas, por diversas razones, cambian, y, en algunos casos, se transforman y acaban estropeándose.

Siempre es mejor que la gente hable cara a cara, con el corazón en la mano. De lo contrario acaban surgiendo malentendidos. Y los malentendidos (...) son una fuente de infelicidad...