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“Seguramente si
nuestro afecto es recíproco, nuestros corazones se entenderán. No somos
un par de chiquillos para guardar una irritada reserva, ser mal dirigidos
por la inadvertencia de algún momento o jugar como con un fantasma con
nuestra propia felicidad”. Y, sin embargo, un momento después sintió que
su mutua compañía en esas circunstancias sólo los exponía a
inadvertencias y malas interpretaciones.

Lady Russell no podía hacer más que escuchar y desear felicidad a
ambos. Pero en su corazón sentía un placer rencoroso y despectivo al
pensar que el hombre que a los veintitrés años parecía entender algo de lo
que valía Ana Elliot, estuviera entonces, ocho años más tarde, encantado
por una Luisa Musgrove

Lady Russell no podía hacer más que escuchar y desear felicidad a
ambos. Pero en su corazón sentía un placer rencoroso y despectivo al
pensar que el hombre que a los veintitrés años parecía entender algo de lo
que valía Ana Elliot, estuviera entonces, ocho años más tarde, encantado
por una Luisa Musgrove

amo como cada libro de jane es uno más mágico que el otro

Ana, que había escuchado sin perderse
palabra, salió de la habitación en busca del alivio del aire fresco para sus
encendidas mejillas; y mientras paseaba por su arboleda favorita, dijo con
un dulce suspiro:
-Unos meses más y quizá él se pasee por aquí.

voy a llorar

La temprana primavera romana había llenado la atmósfera de flores y perfumes, y la rugosa superficie del Palatino estaba cubierta de tierno verdor. Daisy, se paseaba por la cima de uno de esos enormes montones de ruinas terraplenados con mármoles musgosos y pavimentados con inscripciones monumentales. Nunca Roma le había parecido tan hermosa como en ese momento.

Abrió
su sombrilla y caminó de regreso al hotel con
Eugenio a su lado. Winterbourne se quedó mirándola
y mientras ella se alejaba, arrastrando
sus volantes de muselina sobre la grava,
se dijo que tenía la tournure de una princesa.

"¿Cuánto tiempo has estado parada allí, mujer entrometida?" Le pregunto
con una sonrisa burlona.
“El tiempo suficiente para saber que amas a mi Annie y estás asustado y
realmente me gustaría hacerles una visita a tu mamá ya tu papá”.
la amo señoraaaaaa

Abrió
su sombrilla y caminó de regreso al hotel con
Eugenio a su lado. Winterbourne se quedó mirándola
y mientras ella se alejaba, arrastrando
sus volantes de muselina sobre la grava,
se dijo que tenía la tournure de una princesa.
🏹

Entretanto, la joven se había acercado.
Iba vestida de muselina blanca, con cientos
de cenefas y volantes, y lazos de una cinta
pálida. No llevaba sombrero, pero balanceaba
en su mano una gran sombrilla con una ancha
orla de bordados; y era asombrosa, admirablemente bella.

Nada será bastante a destruir este amor.
Por un momento, se detuvo en mis ojos; más ahora gravita ya en mi corazón.

«Vi a Elliot Petropoulos ayer por primera vez en
exactamente casi once años y me di cuenta de que todavía
sigo enamorada de él y probablemente siempre lo estaré
play all too well by taylor swift