Fatia es una rebelde. Opina que el rancho del hospital es una mierda y sólo come
los dulces que le trae el marido. Fuma todo el santo día, incluso en su habitación al caer la noche, se toma litros de café y vaga por los pasillos hasta altas horas. Fatia se queja de que le duele el cuerpo, de su vida en general, de la que no cuenta nada en particular, del abandono de Alá. Brilla con mil luces con su chilaba de len
— Apr 25, 2024 05:15AM
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