así. A nuestro alrededor hay energías y fuerzas que la mayoría de la gente no se plantea o no entiende. Pero yo sí veo algunas. —Volvió a abrir los ojos y miró a Maia—. No es magia ni nada por el estilo. Está todo ahí, delante de nuestras narices. Lo que pasa es que yo sí sé cómo mirar.