sabes lo que se cuenta de ti, Dorian. No te voy a decir que no quiero sermonearte. Recuerdo cómo Harry afirmó en una ocasión que todo hombre que, en un momento determinado, decide desempeñar el papel de sacerdote, empieza diciendo eso, y acto seguido procede a faltar a su palabra. Quiero sermonearte. Deseo que tu vida haga que el mundo te respete. Que tengas un nombre sin tacha y una reputación por encima de toda sospecha. Que te libres de esas terribles personas con las que te tratas. No te encojas de hombros una vez más. No te muestres tan indiferente. Es mucha la influencia que tienes. Que
...more