More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Read between
November 27 - December 6, 2022
En esos estudios quedaba claro que un sueño deficiente va asociado con trastornos psiquiátricos, obesidad, enfermedades coronarias, infartos… y la lista continúa.25
Nuestros hábitos diarios y nuestro entorno pueden activar o no las predisposiciones genéticas.
La necesidad es el impulso emocional que hace que el gran rendimiento sea un deber y no una preferencia.
La necesidad inspira a lograr un mayor sentido de motivación que lo normal, porque la identidad personal está en juego, lo que crea una sensación de urgencia para actuar.
Éstos son los factores que influyen en la necesidad del rendimiento (y que yo llamo las cuatro fuerzas de la necesidad): identidad, obsesión, deber y urgencia.
Nosotros los humanos tenemos muchas fuerzas internas que moldean nuestra conducta: tus valores, tus expectativas, tus sueños, tus objetivos y tu necesidad de seguridad, de pertenencia, congruencia y crecimiento, por nombrar unas pocas. Piensa
Hemos descubierto que hay dos fuerzas internas específicas (normas personales para la excelencia y la obsesión por un tema)
Cuando hacemos lo que se ajusta a nuestra futura identidad, estamos más motivados y es más probable que hagamos un gran trabajo.
Y sienten que van por el buen camino porque revisan sus comportamientos con frecuencia.
cuando tu obsesión empieza a controlarte a ti en lugar de ser tú quien la controla, si comienza a destrozar tu vida y tus relaciones y a provocar tristeza a tu alrededor, entonces tienes un problema.
Cuando los estándares personales altos se encuentran con grandes obsesiones, entonces aparece la alta necesidad; también el alto rendimiento.
He aprendido a adaptar mi actitud a las cosas que tengo que hacer, a quejarme menos y a darme cuenta de que la mayoría de lo que “tengo” que hacer es en realidad una bendición.
La personalidad no está correlacionada con el alto rendimiento. Una persona introvertida tiene las mismas probabilidades que una extrovertida para ser de alto rendimiento.23
A menudo identifican nuevas formas de seguir adelante gracias a que están abiertas a procesos mejores. Es decir, las personas de alto rendimiento confían en sus porqués, pero están abiertas al cómo.
Tu red de apoyo está formada por las personas que están siempre más cerca de ti en casa, en el trabajo y en la comunidad.
Resulta que el alto rendimiento no está unido a tu entorno social o cultural.
Nadie está encadenado a su pasado ni a su entorno. Tenemos un control personal enorme sobre los factores que mejoran nuestra vida y nuestro rendimiento.
A veces ser eficiente no basta, porque el logro puede ser inútil si no está en sincronía con quien eres, con lo que quieres hacer en verdad, con lo que eres capaz de hacer.
Sólo porque seas generoso no significa que seas bueno para establecer prioridades o evitar distracciones. Las personas generosas pueden ponerle mucho corazón a todo, pero no siempre terminan lo que empiezan.
Los fundamentos para volverse más productivo son fijarse objetivos y conservar la energía y la concentración. Sin objetivos, sin concentración y sin energía… estarás hundido.
Las investigaciones muestran constantemente que los objetivos grupales inspiran a las personas a trabajar más rápido y durante periodos más largos, a prestar más atención a las tareas que importan, a distraerse menos y a aumentar su esfuerzo en general.4
La sobrecarga de información provoca desmoralización y una menor calidad del trabajo.10
“Una de las formas más comunes de que el ser humano moderno se engañe a sí mismo es mantenerse ocupado todo el tiempo.” —Daniel Putnam
En lugar de tratar de equilibrar las horas, trata de equilibrar la felicidad o el progreso en tus principales ámbitos en la vida.
El trabajo real no consiste en responder a las falsas emergencias de todo el mundo, reordenar papeles, borrar los correos basura, adoptar poses para verse bien ni asistir a reuniones. El trabajo real es producir resultados de calidad que importen.
Uno de los grandes descubrimientos en la vida puede provenir de darse cuenta de que los resultados por los que estás siendo recompensado no son emocionantes ni gratificantes. Cuando te das cuenta de eso, ha llegado la hora de honrar esa verdad y cambiar.
Quieres saber que un buen día de trabajo produce algo que merezca la pena, algo que será parte de tus contribuciones importantes a otras personas y al mundo, algo que demuestre que te importa tu oficio”.
Las excusas más comunes (¿quizá sea mejor definirlas como engaños?) son la procrastinación y el perfeccionismo.
Los investigadores han descubierto que la procrastinación es en realidad un problema motivacional.33 Es un problema que aparece porque no estás trabajando en cosas que te importen muy dentro de ti.
El perfeccionismo, sin embargo, es sólo una lógica del retraso imaginada para que éste parezca respetable.
Para el resto de nosotros es bueno recordar que sin disciplina nuestros sueños seguirán siendo ilusiones por siempre.
Tienes que dominar las habilidades principales necesarias para ganar en tus principales campos de interés.
A veces los trabajadores cualificados se ven socavados por una mala estrategia, un mal liderazgo, un mal diseño del trabajo o por malas prácticas de recursos humanos.
puedes ser mejor en casi todo si mantienes una mentalidad abierta al crecimiento (la creencia de que puedes mejorar con esfuerzo), te concentras en tus objetivos con pasión y perseverancia y practicas con excelencia.39
La repetición muy pocas veces acaba en alto rendimiento. Y por eso es importante comprender el “dominio progresivo”. Éstos son los pasos para lograr un dominio progresivo: 1. Decide qué habilidad quieres dominar. 2. Fija objetivos ampliados específicos en tu camino hacia el aprendizaje de dicha habilidad. 3. Asocia altos niveles de emoción y significado a tu trayecto y a tus resultados. 4. Identifica los factores esenciales para el éxito y mejora tus fortalezas en dichas áreas (y arregla tus debilidades con el mismo fervor). 5. Crea visualizaciones en las que te imagines claramente cómo se ven
...more
el dominio progresivo implica conseguir un coach, retarte a ti mismo por encima de tus zonas de confort, elaborar representaciones mentales de cómo sería el éxito, registrar tu progreso y corregir tus debilidades.
Deja de producir resultados que no hagan vibrar tu alma.
Evita tratar de ser eficaz o eficiente haciendo cosas de las que no estés orgulloso y que no impacten.
Ésta no es una posición en la que me guste encontrarme, aunque me ocurre a menudo. Los líderes culpan a su equipo del bajo rendimiento y tratan de tener el control por medio de políticas internas y desmoralización individual.
En el calor de la batalla solemos olvidarnos de las promesas que rompemos y que provocan el contraataque de la otra parte.
Aumentar la ambición. La única manera de influir en otra persona es relacionarse con ella primero y después tratar de aumentar su ambición para que piense mejor, actúe mejor
La primera parte ocurre cuando preguntas, no cuando acusas. La segunda, cuando trabajas para moldear sus pensamientos y retarla para que crezca.
Te estoy diciendo que no puedes influir en una persona de ninguna forma útil si la desprecias o apagas sus ansias por tener éxito.
A la gente sólo le gusta trabajar con líderes que la hagan pensar a lo grande y crecer más.
Sin una nueva ambición conjunta, seguirán teniendo los mismos problemas de siempre.
A veces, todo lo que necesitamos es un nuevo conjunto de prácticas para ejercer influencia, y todo puede cambiar.
La influencia está estrechamente correlacionada con sentir que estás marcando la diferencia.2 Así que no se trata de sentir que estás dando más que los demás; se trata de sentir que tus esfuerzos están logrando un impacto.
En entornos organizativos por lo general lo mejor que puedes dar a los demás es confianza, autonomía y autoridad para que tomen decisiones.
Para ganar influencia sobre los demás, 1) enséñales cómo pensar en sí mismos, en los demás y en el mundo; 2) desafíalos para que desarrollen su carácter, sus conexiones y sus contribuciones, y 3) predica con el ejemplo los valores que quieres verlos representar.
“Las palabras que un padre les dice a sus hijos en la privacidad de su hogar no las escucha el mundo, pero, como en los gabinetes de secretos, se escuchan claramente al final, y por la posteridad.” —Jean Paul Richter