No-cosas: Quiebras del mundo de hoy
Rate it:
Open Preview
10%
Flag icon
En la actualidad no queremos atarnos a las cosas ni a las personas. Los vínculos son inoportunos. Restan posibilidades a la experiencia, es decir, a la libertad en el sentido consumista.
11%
Flag icon
Hoy la identidad la determina principalmente la información. Nos producimos a nosotros mismos en los medios sociales. La expresión francesa «se produire» significa ponerse en escena. Nos escenificamos a nosotros mismos. Representamos nuestra identidad.
13%
Flag icon
Muestra marcas materiales que le prestan una historia. Un libro electrónico no es una cosa, sino una información.
13%
Flag icon
No es, aunque dispongamos de él, una posesión, sino un acceso.
13%
Flag icon
Sin el tacto físico, no se crean vínculos.
14%
Flag icon
Los medios sociales explotan completamente la comunicación. Plataformas como Airbnb comercializan la hospitalidad. El capitalismo de la información está conquistando todos los rincones de nuestra vida; es más, de nuestra alma. Los afectos humanos son sustituidos por valoraciones o likes. Los amigos se cuentan en números. La cultura está completamente al servicio de la mercancía.
15%
Flag icon
La información que no me interesa la borro en un instante. En cambio, los contenidos que me gustan puedo ampliarlos con los dedos. Tengo el mundo completamente bajo control. El mundo tiene que cumplir conmigo. El smartphone refuerza así el egocentrismo. Al tocar su pantalla, someto el mundo a mis necesidades. El mundo parece estar digitalmente a mi entera disposición.
16%
Flag icon
En Tinder degrada al otro a objeto sexual. Privado de su otredad, el otro también se torna objeto consumible.
16%
Flag icon
Preferimos escribir mensajes de texto, en lugar de llamar, porque al escribir estamos menos expuestos al trato directo. Así desaparece el otro como voz.
16%
Flag icon
La digitalización hace desaparecer al otro como mirada.
16%
Flag icon
La ausencia de la mirada es también responsable de la pérdida de empatía en la era digital. De hecho, al niño pequeño se le niega la mirada cuando la persona con la que se relaciona mira fijamente el smartphone.
17%
Flag icon
siguiente paso en la civilización será la conversión del mundo en imagen. Consistirá en recrear el mundo a partir de imágenes, es decir, en producir una realidad hiperreal.
17%
Flag icon
El objeto es originalmente algo que se me opone y se me resiste. Los objetos digitales no tienen la negatividad del obicere.
17%
Flag icon
El smartphone es el principal infómata de nuestro tiempo. No solo hace superfluas muchas cosas, sino que escamotea las cosas del mundo al reducirlas a información.
18%
Flag icon
Las no-cosas están desnudas. Lo decorativo, lo ornamental es característico de las cosas.
18%
Flag icon
subordinamos completamente la vida a funciones e informaciones, desterramos de ella lo divino.
18%
Flag icon
smartphone irrealiza el mundo.
18%
Flag icon
Quien sabe lo que sucede en su interior algorítmico se siente con razón perseguido por él. Él nos controla y programa. No somos nosotros los que utilizamos el smartphone, sino el smartphone el que nos utiliza a nosotros.
18%
Flag icon
El smartphone es también un pornófono. Nos desnudamos voluntariamente. Funciona como un confesonario portátil. Prolonga el «poderío sagrado del confesonario»[27] en otra forma.
19%
Flag icon
El like es el amén digital. Cuando
19%
Flag icon
El sistema comunista, que suprime la libertad, difiere fundamentalmente del capitalismo neoliberal de la vigilancia, que explota la libertad.
19%
Flag icon
«Protect Me From What I Want»,
19%
Flag icon
El poder smart no funciona con mandamientos y prohibiciones. No nos hace dóciles, sino dependientes y adictos.
19%
Flag icon
Es permisivo, no represivo. No nos impone el silencio. Más bien nos incita y anima continuamente a comunicar y compartir nuestras opiniones, preferencias, necesidades y deseos.
20%
Flag icon
¿Sería como un oso de peluche digital?
21%
Flag icon
Esto se contradice con el hecho de que el smartphone es un objeto narcisista. El objeto de transición encarna al otro. El niño habla y se acurruca
21%
Flag icon
Los objetos de transición son pobres en estímulos. Por eso intensifican y estructuran la atención. La sobrecarga sensorial que emana del smartphone fragmenta la atención y desestabiliza la psique, mientras que el objeto de transición tiene un efecto estabilizador.
21%
Flag icon
Con el smartphone tenemos, por el contrario, una relación narcisista. Guarda muchas similitudes con los llamados «objetos autistas».
22%
Flag icon
A diferencia del objeto de transición, el smartphone es duro. El smartphone no es un oso de peluche digital. Más bien es un objeto narcisista y autista en el que uno no siente a otro, sino ante todo a sí mismo.
22%
Flag icon
Como resultado, también destruye la empatía.
22%
Flag icon
Hoy nos comunicamos de forma tan compulsiva y excesiva porque estamos solos y notamos un vacío. Pero esta hipercomunicación no es satisfactoria. Solo hace más honda la soledad, porque falta la presencia del otro.
24%
Flag icon
En la fotografía digital, la alquimia deja paso a la matemática. Desencanta la fotografía.
24%
Flag icon
Si el «esto ha sido» es la verdad de la fotografía, la fotografía digital es una mera apariencia. La fotografía digital no es una emanación, sino una eliminación del objeto.
25%
Flag icon
La fotografía digital no es novelesca, sino episódica.
25%
Flag icon
La selfi no es una cosa, sino una información, una no-cosa.
26%
Flag icon
Hacerse selfis es un acto comunicativo. Por tanto, deben ser expuestos a la mirada ajena, ser compartidos. Su esencia es la exhibición, mientras que el secreto caracteriza a la Fotografía.
26%
Flag icon
El Snapchat Messenger consuma la comunicación digital instantánea. Representa el tiempo digital en su forma más pura.
27%
Flag icon
El selfi anuncia la desaparición de la persona cargada de destino e historia.
28%
Flag icon
La inteligencia artificial no puede pensar porque no se le pone la carne de gallina. Le falta
29%
Flag icon
La inteligencia artificial puede calcular con rapidez, pero le falta el espíritu. Para el cálculo, el estremecimiento solo sería una perturbación.
31%
Flag icon
La inteligencia artificial es apática, es decir, sin pathos, sin pasión. Solo calcula.
31%
Flag icon
El big data sugiere un conocimiento absoluto. Las cosas revelan sus correlaciones secretas. Todo se vuelve calculable, predecible y controlable. Se anuncia toda una nueva era del saber.
32%
Flag icon
big data proporciona un conocimiento rudimentario.
33%
Flag icon
El futuro que calcula no es un futuro en el sentido propio de la palabra. Aquella es ciega para los acontecimientos.
33%
Flag icon
Todo sigue igual.
33%
Flag icon
legere). La inteligencia artificial solo elige entre opciones dadas de antemano, últimamente entre el uno y el cero. No sale de lo antes dado hacia lo intransitado.
33%
Flag icon
pensamiento humano es más que cálculo y resolución de problemas.
34%
Flag icon
«faire l’idiot».[63] No es la inteligencia, sino un idiotismo, lo que caracteriza al pensamiento.
42%
Flag icon
Ante la digitalización, Kafka habría admitido con resignación que los fantasmas han logrado su victoria final contra la humanidad tras haber inventado internet, el correo electrónico y el smartphone. Los fantasmas retozan en la red.
42%
Flag icon
Las infoesferas son de hecho fantasmales. En ellas, nada puede materializarse. Las no-cosas son alimento para los fantasmas.
« Prev 1