Ninna Ottey

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La tendencia feminista a convertir el hecho de que los hombres ostenten el poder económico en sinónimo de opresión comportó que se etiquetara como «el enemigo» al hombre blanco. Y etiquetar al patriarca blanco de «cerdo chovinista» sirvió de pretexto a los machistas negros para sumarse a las mujeres blancas y negras en sus protestas contra la opresión del hombre blanco y desviar así la atención de su propio machismo, de su apoyo al patriarcado y de su explotación sexista de las mujeres.
¿Acaso no soy yo una mujer?: Mujeres negras y feminismo (El origen del mundo nº 8)
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