La atroz naturaleza de los ataques violentos contra la masculinidad de los negros ha llevado a los historiadores y sociólogos a asumir que lo que más temían los blancos era la unión entre mujeres blancas y hombres negros. En realidad, temían que se autorizara legalmente la mezcla racial entre ambos sexos en cualquier combinación, pero, dado que era más probable que hombres negros solicitaran aprobación legal de sus relaciones con mujeres blancas mediante el matrimonio, fueron ellos los que se llevaron la peor parte de los ataques blancos supremacistas.