No solo enfatizaba que nunca se forzaba a sí mismo a hacer algo que no le apetecía, sino que incluso dijo: «Solo hago lo que me resulta fácil. Solo escribo si inmediatamente sé cómo hacerlo. Si dudo durante un instante, dejo el tema de lado y hago otra cosa». (Luhmann et al., 1987, 154f.)[4]