Luhmann nunca subrayaba frases en los textos que leía ni tampoco comentaba en los márgenes; lo único que hacía era tomar notas breves sobre las ideas que le llamaban la atención en una hoja de papel: «Tomo una nota con los detalles bibliográficos. Por detrás escribo “en la página X está esto, en la página Y está lo otro” y esta nota va al fichero bibliográfico, donde recopilo todo lo que leo».