Escribir a mano te fuerza a pensar sobre lo que escuchas (o lees), si no, no serías capaz de entender el principio básico, la idea, la estructura de un argumento. La escritura hace imposible reproducir fielmente la información, pero en cambio facilita la traducción de lo que se dice (o escribe) a las propias palabras. Los estudiantes que escribieron a ordenador fueron mucho más rápidos, lo que les permitió copiar la conferencia más al pie de la letra, pero eludieron la comprensión real. Se centraron en la exhaustividad.