Kindle Notes & Highlights
La depresión surge cuando nos sentimos víctimas constantes de nuestra experiencia, en lugar de sentirnos los directores de nuestras vidas;
cuando nos sentimos desamparados y no tenemos confianza en nuestra capacidad de crear un cambio.
¿Qué hay exactamente en la raíz de la depresión? LA PÉRDIDA DEL DESEO Según la medicina convencional, una de las consecuencias de la depresión es la falta de deseo. En otras palabras, según muchos médicos, la falta de deseo es un efecto de la depresión.
El modelo de medicina tradicional nos dice que cuando estamos deprimidos perdemos el deseo, no sólo el deseo de nuestras necesidades básicas como comer, dormir, trabajar y asearnos, sino también el de hacer cosas que antes nos entusiasmaban: actividades como salir a correr, viajar, tejer, hacer palabras cruzadas, tener sexo, participar activamente en la política o mirar el partido de nuestro equipo favorito de fútbol los domingos por la tarde. Según el punto de vista predominante acerca de la depresión, si tratamos los síntomas, el deseo de llevar a cabo estas actividades retornará y cualquier
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El deseo lleva a la acción. Si no deseáramos algo, no moveríamos ni un dedo para conseguirlo. La depresión surge cuando perdemos contacto con nuestro deseo, y esto es lo que vamos a explorar y remediar aquí.
La Kabbalah nos explica que existen cuatro niveles de deseo: 1. Nada de deseo. 2. Intentar: estamos intentándolo, pero no con todos nuestros recursos. 3. Hacer el esfuerzo extra: estamos haciendo un esfuerzo sincero y nos mantenemos enfocados en el objetivo. 4. Lograrlo cueste lo que cueste: hacemos todo lo que está a nuestro alcance para conseguir el objeto de nuestro deseo. Ningún
otro resultado nos co...
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La Luz, según la Kabbalah, es cada emoción positiva y cada momento de dicha que puedas imaginar,
la cura de la depresión se nos presenta en la forma de nuestras luchas diarias.
Sí, nuestras luchas diarias.
Lo hermoso de todo esto es que nuestros desafíos cotidianos están diseñados perfectamente para maximizar nuestro crecimiento espiritual y emocional.
Sin embargo, según la Kabbalah, parte de nuestro propósito como seres humanos es precisamente caer.
¿A qué me refiero con “caer”? A decir o hacer algo hiriente, hacer trampa, no ser honesto, hablar mal de un amigo o un pariente o tomar malas decisiones que afecten a los demás. En otras palabras, caer es cometer un error, el tipo de error que todos los seres humanos cometemos. Sí, todos; incluso los grandes kabbalistas.
Pese a que en ocasiones caer pueda ser incómodo o incluso doloroso, hay en la caída una gran belleza, siempre que escojamos aprender de nuestros errores y avanzar a partir de ellos. De esta forma, caer nos da la oportunidad de crecer y desarrollarno...
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Ésta es, en realidad, la única form...
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Cada vez que caemos y nos levantamos, creamos una mayor capacidad para que la alegría, o la Luz, entre en nuestras vidas.
Lo cierto es que no hay fracaso posible si vemos nuestros errores como parte del proceso de crecimiento en lugar de pretender ser perfectos.
En la Kabbalah no existen
los errores; sólo las opo...
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su madre le explicó que si dirigía su esfuerzo en completar esas tareas, sin importar lo agobiantes que pudieran parecerle, atraería Luz a su vida.
En términos kabbalísticos, nuestro deseo es nuestra Vasija. Cuanto más grande es nuestro deseo, más grande es nuestra Vasija, y viceversa.
lo que la mayoría de nosotros no sabe es que podemos acceder a ellas en todo momento. Se presentan en forma de Luz, de lo cual hablamos anteriormente y seguiremos discutiendo en la segunda parte del libro. Cuanto más grande sea nuestra Vasija, mayor será su capacidad para albergar Luz. Y cuando expandimos nuestra Vasija enfrentándonos a un desafío, aumentamos la cantidad de energía Divina que fluye hacia ella. Nuestro deseo crece y la Luz se apresura a llenarlo. Y puesto que la falta de deseo es la causa de la depresión, aumentar el deseo llevará inevitablemente a vencerla.
Recuerda que la grandeza no es el resultado de lo que obtienes en la vida, sino el resultado de lo que superas.
está bien cometer errores. En realidad, cometerlos es el propósito de la vida: caerse, aprender y crecer. Está en nuestra naturaleza sentirnos avergonzados y culpables por nuestras debilidades. Sin embargo, una vez que reconozcamos que nuestros rasgos negativos son en realidad dones disfrazados, veremos que cometer ese error tan temido es lo correcto y que no tenemos nada por lo que sentirnos mal.
Una vez que asumamos que nuestros errores nos dan la oportunidad de hacernos más grandes de lo que nunca imaginamos, enfrentarnos a nuestra oscuridad cara a cara será liberador y nos dará poder.
Es exactamente en este punto donde la Kabbalah se diferencia de los enfoques convencionales: desde una perspectiva kabbalística, la oscurid...
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Al vencer la oscuridad, revelamos nuestros verdaderos dones. ¡Qué forma tan radicalmente dist...
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¿Qué es el Oponente? Es tu propio ego, que aspira a preservar tu ignorancia acerca de su verdadero propósito.
Si atraes más deseo a tu vida, tu depresión comenzará a disiparse. La oscuridad y la Luz no pueden coexistir. Como consecuencia, cuando te conectas a la Luz, la depresión se ve forzada a retirarse rápidamente.
muchas veces percibimos nuestras acciones negativas como algo tan terrible, que sentimos que no merecemos ser perdonados y nos damos por vencidos. Nos preguntamos: “¿Qué sentido tiene intentar hacerlo mejor, si ya lo hemos echado todo a perder?”. Pero recuerda que estos pensamientos son sólo maquinaciones de nuestro ego y que hay más que suficiente Luz en este universo para superar cualquier duda y vergüenza que puedas sentir. Si te abres a esta posibilidad, aunque sea por un momento, permitirás que entre un poco de esta Luz amorosa en tu vida. Y
la caída de Adán no fue física; fue una caída en su conciencia. Al no poder reconocer su error como una oportunidad para revelar Luz, Adán olvidó el propósito para el que había venido al mundo. Así,
Por eso, a partir de este momento, intenta ver tus pasos fallidos, tus errores, tus “soy menos que” y tus caídas, no como una justificación para auto-castigarte y desconectarte emocionalmente, sino como una oportunidad para transformarte y crecer.
Por tanto, sería conveniente que aceptaras la idea de que todos vamos a caer. Sin embargo, esto no significa en modo alguno que tengamos que vivir con miedo, desconectados del mundo y de la vida para asegurarnos de que nunca cometeremos errores. Por el contrario, ¡deberíamos aceptar nuestra naturaleza inherente! Porque, sin errores, nunca podríamos crecer.
¡cometer errores es una causa de celebración!
Cuando volvemos a ponernos de pie, nos alineamos con nuestro propósito en este planeta al tiempo que activamos el deseo de cambiar.
La clave es no desconectarnos ni encerrarnos con el propósito de proteger nuestro ego, sino enfrentarnos a las consecuencias de nuestras acciones y crecer gracias a ellas.
EL PODER DE LA LUZ
Según la Kabbalah, la vida está hecha para ser colmada con la Luz de la alegría. No estamos aquí para sufrir, sino para obtener la plenitud, cuya fuente es la conexión con la Luz.
La Luz es alegría infinita, amor incondicional y compasión, tanto hacia nosotros como hacia los demás. La Luz existe desde antes del origen de la humanidad; de ella provenimos y hacia ella nos dirigimos. Todos la hemos experimentado, aunque haya sido por un breve instante. En cualquier momento que nos hayamos sentido verdaderamente felices,
Experimentar ese estado constante de satisfacción requeriría una inmensa capacidad de plenitud, dicho en términos kabbalísticos: una gran Vasija.
Ésta es la razón por la que debemos expandir continuamente nuestra Vasija y nuestro deseo de ser capaces de contener toda esa plenitud.
En realidad, se trata simplemente de cambiar la forma en que vemos la vida, lo cual nos sirve para transformar el nivel de conciencia en el que estamos viviendo.
Vivir en la Luz también implica dejar de ver las situaciones o las personas en nuestra vida como “malas” o “buenas”.
Concretamente, aprenderemos que cada situación puede ofrecernos la posibilidad de conectarnos con la Luz, siempre que la consideremos como una oportunidad para el crecimiento espiritual.
Su trabajo, su matrimonio y sus amistades no eran ni buenas ni malas, simplemente eran oportunidades para acercarse a la Luz.
venimos a este mundo para cometer errores, y a través de éstos descubrir y transformar nuestros rasgos menos deseables.
Al transformar estos rasgos en cualidades basadas en el acto de compartir, revelamos una hermosa Luz. Por lo tanto, si lo hiciéramos todo bien en la vida, en realidad no estaríamos haciendo nada. No estaríamos entendiendo la razón precisa de nuestra existencia, porque no estaríamos revelando Luz.
LA DESCONEXIÓN En términos kabbalísticos, la depresión significa que nos hemos desconectado de la Luz. Todos nosotros, seamos o no conscientes de ello, estamos intentando redescubrir de una forma u otra nuestra conexión con la Luz. Éste es nuestro propósito en la tierra.
La depresión es simplemente una de las muchas formas posibles de perdernos en el camino, y en este sentido no se diferencia del alcoholismo, la ira, el gasto compulsivo o la falta de autoestima. Ninguno de estos temas es mejor ni peor que el otro; todos debilitan o rompen nuestra conexión con la Luz. Una
conexión rota con la Luz significa que nos separamos del placer, el entusiasmo y la euforia. La Luz es tan vibrante, alentadora y restauradora, que su...
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