More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
nuestro problema no es la escasez, sino el exceso de calorías.
Aunque la obesidad es, sin duda, un problema de salud pública, para los estándares de la historia es bueno tener este problema.
«Me atrevo a decir que el movimiento ecologista ha hecho más daño con su oposición a la ingeniería genética que con cualquier otra cosa en la que nos hayamos equivocado. Hemos privado de alimentos a la gente,
De los setenta millones de personas que murieron en las principales hambrunas del siglo XX, el 80% fueron víctimas de la colectivización forzosa, la confiscación punitiva y la planificación centralizada totalitaria de los regímenes comunistas.
La historia no la escriben tanto los vencedores como los ricos, la pequeña fracción de la humanidad que dispone del
ocio y la educación para escribir sobre ella.
Las épocas de miseria han sido mitificadas y puede que se recuerden incluso como edades doradas de simplicidad pastoril. No lo fueron».
«si te podías permitir comprar pan para sobrevivir otro día, no eras pobre».
La necesidad de explicar la creación de la riqueza se ve enturbiada una vez más por los debates políticos en el seno de las sociedades modernas acerca de la manera de distribuir la riqueza, lo cual presupone de entrada la existencia de riqueza digna de ser distribuida.
«En 1976 —escribe Radelet—, Mao cambió por sí solo y de manera drástica la dirección de la pobreza global con un
«Desde el punto de vista de la moral, no es importante que todos tengan lo mismo. Lo que importa en términos morales es que cada uno tenga lo suficiente».
Cuando los ricos llegan a ser demasiado ricos, todos los demás se sienten pobres, por lo que la desigualdad reduce el bienestar incluso si todos se hacen más ricos.
Quienes condenan a las modernas sociedades capitalistas por su insensibilidad hacia los pobres probablemente ignoran lo poco que las sociedades precapitalistas del pasado invertían en el alivio de la pobreza.
Pese a todas sus protestas contra el poder de un Gobierno grande y sus quejas por los impuestos elevados, a la gente «le gusta» el gasto social.
En Canadá, los dos pasatiempos nacionales favoritos (después del hockey) son quejarse de su sistema de salud y alardear de su sistema de salud.
Los ricos se han hecho más ricos, pero sus vidas no han mejorado tanto. Warren Buffett puede tener más o mejores aires acondicionados que la mayoría de la gente, pero en términos históricos el hecho de que una mayoría de los estadounidenses pobres «tenga» aire acondicionado resulta asombroso.
Tiene poco sentido hacer que decenas de millones de estadounidenses pobres paguen más por su ropa para salvar decenas de miles de empleos
La desigualdad no es lo mismo que la pobreza y no constituye una dimensión fundamental del florecimiento y la prosperidad humana.
En algunos sentidos el mundo es ahora menos igualitario, pero en más sentidos los habitantes del planeta viven hoy en mejores condiciones que ayer.
¡Ningún producto de la agricultura tiene nada de natural para un ecologista! ¡Seleccionas un ecosistema complejo, lo troceas en rectángulos, lo despejas y lo machacas sin tregua! ¡Destrozas su suelo, lo allanas y lo empapas con grandes cantidades de agua constante! ¡Luego lo llenas de monocultivos uniformes de plantas profundamente dañadas e incapaces de vivir por sí mismas!
Si la gente puede permitirse la electricidad solo a costa de algo de esmog, vivirá con el esmog, pero cuando pueda permitirse tanto la electricidad como el aire limpio, pagará por el aire limpio.
A medida que las sociedades se enriquecen y la gente ya no tiene que preocuparse por llevar la comida a la mesa o buscar un techo que le cobije, los valores ascienden en la jerarquía de necesidades y el alcance de sus preocupaciones se expande en el espacio y en el tiempo.
es hora de abandonar esta visión moralizante en virtud de la cual los humanos actuales son una raza vil de expoliadores y saqueadores que acelerarán el apocalipsis a menos que deshagan la Revolución Industrial, renuncien a la tecnología y retornen a una armonía ascética con la naturaleza.
el respeto imperfecto de las leyes es preferible a la ausencia de leyes.
Con el paso de una economía manufacturera a una economía de servicios, muchos críticos sociales han expresado cierta nostalgia por la era de las fábricas, las minas y los molinos, probablemente porque nunca trabajaron en uno.
La conquista de los peligros cotidianos por parte de la humanidad es una forma poco valorada de progreso.
Al igual que las personas tienden a no ver los accidentes como atrocidades (al menos cuando ellas no son las víctimas), tampoco ven los avances en seguridad como triunfos morales, si es que son conscientes de ellos siquiera.
pese a la creencia generalizada de que las elecciones son la quintaesencia de la democracia, son solo uno de los mecanismos mediante los cuales a un Gobierno se le considera responsable de aquellos a quienes gobierna, y no siempre un mecanismo constructivo.
Estas líneas rojas no equivalen a la democracia electoral, pues una mayoría de votantes puede permanecer indiferente ante la brutalidad gubernamental siempre y cuando esta no se dirija contra ellos.
el progreso tiene formas de borrar sus propias huellas.
los activistas se sienten obligados en todo momento a denunciar alguna crisis para mantener la temperatura de las reivindicaciones elevada
el conocimiento y las instituciones sólidas conducen al progreso moral.
Aprendes que los salvadores carismáticos han conducido a sus países al desastre.
hoy vivimos en un mundo asombroso y se está desperdiciando con la generación más patética de idiotas malcriados [...].
solo porque la vida social parezca hoy diferente a la de la década de 1950 no quiere decir que los humanos, esa especie esencialmente social, se hayan vuelto menos sociales.
«El hecho de que un creyente sea más feliz que un escéptico no es más relevante que el hecho de que un hombre borracho sea más feliz que uno sobrio».
las personas que sienten que llevan una vida significativa son más propensas al estrés, la lucha y la preocupación.
La desesperación es lo último que se pierde.
mente que se deleita sembrando el caos sin sentido probablemente no sea una lumbrera.48
Un bidé electrónico con un asiento caliente resulta agradable, pero no es comparable con el paso de la letrina fuera de la casa al inodoro.
Muchas cosas por las que solíamos pagar hoy son esencialmente gratuitas, incluidos los anuncios clasificados, las noticias, las enciclopedias, los mapas, las cámaras, las conferencias telefónicas y los gastos generales de los vendedores minoristas. Hoy disfrutamos de estos bienes más que nunca, pero han desaparecido del PIB.
El populismo reclama la soberanía directa del «pueblo» de un país (habitualmente un grupo étnico, a veces una clase), encarnada en un líder fuerte que canaliza directamente su virtud y su experiencia auténticas.
los hechos, a la larga estos tienen una ventaja intrínseca: cuando dejas de creer en ellos, no desaparecen.
Los regímenes revolucionarios, desde la Alemania nazi y la China maoísta hasta la Venezuela contemporánea, muestran que la gente tiene muchísimo que perder cuando los autoritarios carismáticos que responden a una «crisis» pisotean las normas y las instituciones democráticas y gobiernan sus países mediante la fuerza de sus personalidades.
Las personas no son clones, por lo que aquello que satisface a una frustrará a otra, y la única forma de que puedan acabar siendo iguales es tratándolas de manera desigual.
entre los prerrequisitos de la libertad figura la libertad de arruinar tu propia vida.
Los hombres prácticos, que se creen completamente exentos de toda influencia intelectual, suelen ser esclavos de algún difunto economista.
«de la madera torcida de la humanidad, nada verdaderamente recto puede hacerse»,
La implicación política se asemeja al fanatismo deportivo en otro sentido: las personas buscan y consumen noticias para intensificar sus experiencias como fans, no para sus opiniones sean más fundadas.