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En efecto, los conservadores tienen más prejuicios contra los afroamericanos, pero los liberales tienen más prejuicios contra los cristianos religiosos. Los conservadores son, en efecto, más proclives a permitir las oraciones cristianas en las escuelas, pero los liberales son más proclives a permitir los rezos musulmanes en las escuelas.
Todos parecen igualmente estúpidos cuando se enfrentan al cuestionamiento adecuado de sus respectivas posiciones.
política resultaría más fructífera si tratara la gobernanza más como experimentación científica y menos como una competición de deportes extremos.
En 2014 las proporciones eran las siguientes: 60% de extrema izquierda o liberales
Cualquiera que discrepe de la asunción de que el racismo es la causa de todos los problemas es tachado de racista.
Algunas son productos de la concepción errónea de que los beneficios de la democracia provienen de las elecciones, mientras que dependen en mayor
(Hoy cuesta creerlo, pero hubo un tiempo en que el ecologismo se denunció como una causa de derechas, en la que la gente bien se preocupaba frívolamente por los hábitats para la caza de patos y las vistas desde sus casas de campo, en lugar de preocuparse de cuestiones serias como el racismo, la pobreza y Vietnam.)
interpretan la Biblia desde la óptica del humanismo ilustrado.
Según los «fecistas», los nuevos ateos son demasiado estridentes y militantes, y tan insufribles como los fundamentalistas a los que critican.
«Bueno, lo importante es que has encontrado una manera de sentirte superior a ambos».)
Una «espiritualidad» que encuentra significado cósmico en los caprichos de la fortuna no es sabia, sino estúpida.
es más segura gracias a la riqueza, la asistencia médica y la seguridad social, dejan de rezar a Dios para que los salve de la ruina:
A menos, claro está, que se le ocurra una “razón” para que no lo haga».
¿Por qué los intelectuales y los artistas habrían de adular más que nadie a los dictadores asesinos?
intelectuales y los artistas pueden sentirse poco apreciados en las democracias liberales, que permiten a los ciudadanos atender a sus propias necesidades en los mercados y las organizaciones cívicas. Los dictadores implementan teorías de arriba abajo, asignando un papel a los intelectuales que estos juzgan proporcional a su valía.
la tiranofilia se nutre asimismo de un desdén nietzscheano hacia el hombre normal y corriente, que prefiere irritantemente la fruslería a las bellas artes y la cultura, y de la admiración por el superhombre que trasciende los turbios acuerdos de la democracia e implementa heroicamente una visión de la buena sociedad.
Y es que solo se requieren las convicciones de que la vida es mejor que la muerte, la salud es mejor que la enfermedad, la abundancia es mejor que la penuria, la libertad es mejor que la coerción, la felicidad es mejor que el sufrimiento y el conocimiento es mejor que la superstición y la ignorancia.