Muchos se convirtieron libre y felizmente al cristianismo (lo que fuera que significase la «conversión» en esa época), pero muchos otros no. En el supuesto momento en que Constantino vio la cruz en llamas, la inmensa mayoría del imperio no era cristiano. Las cifras exactas son muy difíciles de valorar, pero entonces los cristianos eran claramente una minoría. Se ha estimado que sumaban entre un siete y un diez por ciento de la población total del imperio. Eso significa que solo entre cuatro y seis millones de personas en una población de alrededor de sesenta millones eran cristianas. Quedaban
...more