la idea de una sucesión de emperadores inspirados por Satanás, ansiosos de la sangre de los fieles, es otro mito cristiano. Como escribió el historiador moderno Keith Hopkins, «la pregunta tradicional: “¿Por qué fueron perseguidos los cristianos?”, con toda su carga de represión injusta y ulterior triunfo, debería reformularse como: “¿Por qué se persiguió a los cristianos tan poco y tan tarde?”».[164]