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Kindle Notes & Highlights
by
Dave Harvey
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May 8 - May 20, 2018
Si alguien hubiera inquirido respecto a mi santidad o me hubiera preguntado sobre mi filosofía de vida y lo que hacía en privado, en vez de fijarse en mi personalidad y mi habilidad para comunicarme, tal vez no habría sufrido tanto en esos días por ser deshonesto y caminar en rebeldía ante nuestro gran Rey.
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¿Eres piadoso?
¿Cómo está tu hogar?
Este libro se trata de una convocatoria particular, y es una de las más especiales y estratégicas que un cristiano puede experimentar: el llamado al ministerio pastoral.
Tal vez seas pastor y te estés preguntando si en realidad deberías estar haciendo lo que estás haciendo. Este libro también es para ti.
Este libro no es para todos. No es un libro de liderazgo cristiano en general, aunque, si eres un líder, este libro puede serte útil.
vivimos en una cultura donde limitar las oportunidades para el ministerio pastoral a un género me relega a la categoría de reliquia, junto con los tocadiscos y la televisión en blanco y negro.
Pero quiero que sepas algo: esas historias no son solo para que asientas con la cabeza mientras lees. Son medios por los cuales vemos la gracia que recibieron estos hombres llamados al ministerio.
Dios no escoge al azar a aquellos a quienes llama; tampoco es al azar lo que los llama a hacer.
Dios toma a un hombre cualquiera, moldea su carácter, le otorga Su gracia, le da pruebas, lo cuida con celo y lo arrincona en ciertas circunstancias.
una vida de desenfreno es como llevar una dieta a base de galletas Oreo. El sabor es genial, pero nunca satisface tu apetito.
es que eran preguntas con respecto a Dios, preguntas que no me dejaban en paz cuando me iba a dormir…
Era arrogante, autocomplaciente, egoísta, ambicioso, impaciente, insensible y rebelde.
Al ver cómo hombres en el ministerio usaban sus dones, yo me proyectaba en sus lugares. Soñaba con poder entender la Palabra de Dios de manera que pudiera pararme y enseñarla. De hecho, solía practicar mis predicaciones cuando estaba solo o en el bosque, para expresar en voz alta las inquietudes que tenía sobre Dios.
¿acaso soy llamado a hacer esto?
Yo estaba abierto a la posibilidad de hablar con Dios cara a cara sobre mi futuro. Es más, mientras tuviera Su atención, quizás agregaría más temas a la conversación. Pero eso nunca ocurrió.
para la mayoría, el llamado no llega así.
¿Cómo podía saber si Dios me estaba llamando a ser pastor?
porque este libro es mi respuesta a esas inquietudes.
Charles Spurgeon pensaba lo mismo: «¿Cómo va a saber un hombre si es llamado o no? Es una pregunta difícil, y quiero tratarla como tal. ¡Oh, cómo es necesaria la guía divina en esto!».
Si estás buscando entretenimiento en este libro, te vas a decepcionar. Quiero que este libro sea inspirador, pero no debemos perder de vista la importancia del asunto.
respuestas a las verdaderas preguntas que debes considerar en cuanto al ministerio pastoral.
encuentres una conexión entre tu llamado al ministerio y algo más grande: tu identidad en Cristo.
Como John Piper declaró: «Hermanos, no somos profesionales».
Quiero ayudarte a encontrar tu identidad en Cristo mientras respondes tu llamado a servirlo.
El ministerio pastoral y, por lo tanto, el llamado pastoral no existen fuera del contexto bíblico de una iglesia local.
Quiero ayudarte a entender que necesitas a la iglesia tanto como la iglesia te necesita a ti.
Me alegra que la Biblia me ponga límites como pastor.
El ministerio puede ser una experiencia solitaria y frustrante. Necesitamos a otras personas en nuestras vidas para poder llegar a él y permanecer en él. Me alegra que Dios pusiera hombres a mi alrededor desde el principio que me ayudaran a confirmar, definir y apoyar mi llamado.
Quiero ayudarte a entender lo que significa confirmar tu llamado.
no hay un camino fácil hacia el ministerio.
Spurgeon estaba en lo correcto: es una situación ponderosa, no solo porque implica nuestro futuro personal…
Es una situación ponderosa porque implica la proclamación y la protección del evangelio.
Es una situación ponderosa porque nos llama al cuidado d...
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Es una situación ponderosa porque este mundo necesita de iglesias fuertes construida...
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No solo eran inquebrantables en su compromiso con el evangelio, sino que hicieron de este el fundamento de su llamado al ministerio.
todos empezaron su ministerio en la iglesia local.2
tutoría; Scott quería hacer caer a Newton en una trampa. Scott describió su estrategia: Le escribí una carta como un amigo que deseaba conocer la verdad; pero en realidad, deseaba provocar una discusión sobre nuestras diferencias religiosas… No me importaba su compañía. No pretendía que fuera mi maestro ni quería que la gente pensara que estábamos conectados de alguna forma. Me esforcé por tratar de hacer caer al Sr. Newton en la controversia. Cuestionaba todas sus respuestas y me molestaba cada una de ellas.
En medio de circunstancias desalentadoras, en una ocasión, lo visité; y lo que me dijo me reconfortó y edificó tanto que mi corazón se sintió aliviado y empecé a sentir afecto por él. Desde ese momento, me agradó la idea de tenerlo como amigo […]. Sin embargo, incluso entonces, no tenía intenciones de aprender ninguna doctrina de él, y me avergonzaba que me vieran en su compañía.
ministerio, Newton dijo:
¡Mi corazón se alegra y se maravilla! ¡Dios mío, eres un gran Maestro! Aquel que discutía cada punto del evangelio ha establecido su conocimiento y experiencia en el evangelio rápidamente. ¡Te alabo por él! […] Al parecer, ha recibido luz sobre las partes más importantes del evangelio y será un útil instrumento de tu mano.
«Oye, amigo, ¿te puedo hacer una pregunta? ¿Crees que soy llamado?».
debo aclarar que no es la pregunta más importante.
El llamado al ministerio se trata del carácter y la obra de Dios, de Su amor y misericordia, y, por encima de todo, de Su provisión hacia aquellos por quienes murió.
Si la iniciativa del que llama es lo fundamental, entonces debemos interesarnos por Aquel que llama.4 Es así de simple… y así de profundo.
El pastor y teólogo Sinclair Ferguson señala que «una de las descripciones más frecuentes del cristiano en el Nuevo Testamento es que es alguien “llamado”».
¿Quién es realmente el centro de atención en el llamado?
De una forma mucho más profunda, nuestro llamado al ministerio, al igual que nuestra salvación, no dice mucho de nosotros, sino de Aquel que nos llama.
Si de verdad queremos entender la importancia del llamado al ministerio, debemos comprender que el impulso de este llamado se origina de un Dios sabio, amoroso y soberano. Y, antes de llamarnos al ministerio, nos llama a Él.
llamamiento santo (2 Tim. 1:9).