Kindle Notes & Highlights
by
Anand Dilvar
Read between
March 25, 2019 - January 8, 2021
–Empiezo por decirte lo que no es espiritual: Los cristales, cualquier ente sobrenatural, la canalización de maestros de otras dimensiones, los poderes paranormales, la metafísica, el esoterismo, la física cuántica, el Reiki y las técnicas de curación con fundamentos metafísicos, hablar con los muertos, la magia y la brujería, adivinar el futuro, las profe-cías, cambiar la distribución de los muebles en la casa, los horóscopos, los médiums y, por supuesto, los ovnis.
Lo espiritual tiene que ver con poder sentir lo milagroso en los más simples detalles, tiene que ver con un comportamiento ético y respetuoso, con cualquier disciplina que incremente tu conciencia.
El problema con todas estas nuevas ideas y supersticiones es que las buenas intenciones de la gente y su energía se pierde en búsquedas inútiles y caminos sin rumbo. Su deseo de espiritualidad es desperdiciado en conceptos, charlatanería y pensamiento mágico.
La vida es impredecible, ¿cuál es el problema? No tenemos control sobre los eventos externos, ¿cuál es el problema? Eso es tremendamente estimulante.
Propongo el escepticismo y el pensamiento crítico, el uso de la razón y el cuestionamiento valiente de cualquier idea que se nos presente.
Nuestra calidad de vida ha mejorado gracias a la ciencia no a la superstición. Si no dejamos atrás el pensamiento ...
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Pues madurar incluye entonces soltar muchas creencias a las que nos aferramos por miedo o por la ilusión de poder controlar lo incontrolable.
La relación más profunda que tenemos en nuestra vida y que hemos de tener hasta la muerte es la relación con nuestros padres.
“Infancia es destino”
¿Y las personas que no tuvieron a uno o dos de sus padres? –Son marcados también por esa ausencia. Toda su vida buscarán inconscientemente lo que les faltó en la infancia. Y de alguna forma es lo que hacemos todos.
Buscamos lo que no recibimos de nuestros padres.
Buscamos la atención, el amor y el reconocimiento que fueron incapaces de darnos. A menos de que hayas tenido padres iluminados y plenamente realizados, estas tres necesidades básicas quedaron totalmente insatisfechas en tu infancia.
tus padres, nunca te vieron como eras en realidad, sino como ellos pensaban que deberías ser;
hacemos todo lo posible para ignorar o justificar los terribles errores que cometieron al criarnos y seguimos buscando hasta la tumba su amor y su reconocimiento. Los buscamos en nuestros jefes, en nuestras parejas y en nuestros líderes.
De haber estado conscientes de que no éramos su derecho sino su responsabilidad, hubiesen aprendido de nosotros en lugar de heredarnos su neurosis.
tendrás, si quieres por fin madurar, cortar el cordón umbilical que te une a ellos y dejar de depender emocionalmente de su opinión, su presencia, su aprobación o su consentimiento.
Entender ya que no te darán lo que buscas porque ¡no pueden dártelo! y desde este entendimiento actuar en consecuencia.
Significa darte a ti mismo el amor, reconocimiento y atención que necesitas. Significa convertirte en tu propio padre y madre, darte todo lo que te faltó y esta vez tratarte con amor y respeto.
Fromm dijo: “el hombre ha de parirse a sí mismo”. Jesucristo dijo: “A menos de que odies a tus padres no podrás ser mi discípulo”.[13] Y en el Zen se dice: “Si (en tu camino espiritual) encuentras al Buda, mata al Buda, si encuentras a tus padres, mátalos.”
Iniciar con ellos una relación de igual a igual, conocerlos fuera del rol de papá y mamá para hacer contacto. Firmar una tregua para poder, al fin, ser amigos.
Una persona consciente, libre y madura hace lo que sea necesario por sanar sus experiencias infantiles y por romper la dependencia emocional con sus padres.
“Ver lo que es y actuar en consecuencia.”
La capacidad de ver lo que es, te la da la conciencia, la capacidad de actuar en consecuencia, te la da la voluntad.
No son tus creencias, tus ideas, tus emociones ni tus intenciones las que te definen, tú te relacionas con otros y con el mundo a través de tus acciones.
Poner atención y hacer algo al respecto.
Romper con la inercia de toda una vida, ir más allá de la programación que has recibido y romper la resistencia al cambio requerirá de tu presencia constante y de ejercitar tu voluntad. Sin embargo, una vez que adquieres conciencia de algo, el cambio se perpetúa por sí mismo.
Una persona consciente es madura y, por lo tanto, se hace responsable de cada uno de sus actos.
Una persona consciente, responsable y madura es valiente.
No hay cambio sin el coraje de ir más allá del miedo. Además, necesitarás ser muy valiente para enfrentar las críticas de todos los que te conocen.
Si no eres parte de la solución entonces eres parte del problema.
Una persona saludable y amorosa tiene una relación íntima con la naturaleza.
Sé valiente y responde considerando no lo que dices, sino lo que haces ¿qué es importante para ti? Basándote en lo que realmente ocupas tu tiempo y energía, ¿a qué estás dedicando tu vida?, ¿qué sentido le estás dando a la oportunidad de estar aquí?, ¿te sientes a gusto con eso?
preguntarse “¿es esto a lo que yo quiero dedicar mi vida?” es un reto que muy pocos logran enfrentar.
obtuve primero todo lo que pensé me haría feliz, el dinero, el éxito, el reconocimiento, la pareja y seguí sintiéndome vacío e insatisfecho. Fue después de mi divorcio y un secuestro que por fin pude actuar en consecuencia.
el proceso es lento y los cambios son evidentes a largo plazo. Enfócate en el ahora y en ti mismo. Que tu ejemplo sea tu enseñanza.
No uses lo leído aquí para reprocharte ni criticarte, si decides hacer algo al respecto que sea desde la aceptación y el amor por ti mismo.
Nada hay más inútil que resistirse a lo que es.
De ahora en adelante ponte de tu lado, háblate con respeto y cariño. No ha sido fácil, yo lo sé. ¡Las cosas que te han pasado! Pero aquí estás, has sobrevivido. Rompe con esa costumbre de juzgarte y hacerte menos.
Crea espacio entre tú y tu mente, aprende a observar desapegado lo que pasa dentro de tu cabeza y mantente consciente de que tú no eres tus hábitos mentales.

