No pienses en un elefante: Lenguaje y debate político (ATALAYA) (Spanish Edition)

by George Lakoff

Naturaleza. Dios ha dado al hombre el dominio sobre la naturaleza. La naturaleza es un recurso para la riqueza, y existe para que la humanidad la aproveche en su beneficio.

Creemos en un país en el que la gente se preocupa por los demás, no solo por sí misma, y actúa con los demás de forma responsable con fuerza y eficacia.

Los conservadores parodian a los liberales como permisivos, como si apoyaran una moral que permita hacer lo que más apetezca en cada momento. Sencillamente no lo entienden, parece que desconocen la profunda diferencia que existe entre la responsabilidad y la permisividad.

Los marcos son algo normal. Todas las frases que pronunciamos tienen un marco de algún tipo. Cuando decimos lo que pensamos, utilizamos marcos que consideramos correctos.

Sin embargo, los marcos también pueden utilizarse para manipular. Llamar «ley de cielos limpios» a una normativa que incrementa la contaminación ambiental es emplear un marco manipulador.

tienen que ponerle un nombre que evoque el marco contrario. Pura manipulación.

El aborto representa el control de la vida de las mujeres y la jerarquía moral que quieren imponer los conservadores.

La idea es la siguiente: Cristo sufrió tanto en la cruz que acumuló crédito moral suficiente para todo el mundo y para siempre. Entonces ofreció una oportunidad para llegar al cielo (es decir, la redención) según el modelo del padre estricto: si aceptamos a Jesús como nuestro salvador, o sea, nuestra autoridad moral, y aceptamos obedecer a la autoridad moral de nuestro sacerdote y nuestra Iglesia, podremos ir al cielo.

Sucede lo mismo con el aborto. Permitir a las mujeres que decidan por sí mismas si ponen fin a un embarazo es una bofetada en la cara a todo el modelo familiar del padre estricto, ya que en este, es el padre quien decide si su esposa o su hija deben abortar. Como el padre es quien controla la sexualidad de su hija, cuando la hija tiene una pareja sexual el padre pierde el control. Si este quiere mantener el control sobre su familia, las mujeres que pertenezcan a ella no pueden controlar libremente su comportamiento sexual ni su propia capacidad reproductiva.

Cuando muchas personas utilizan el mismo lenguaje en distintas partes del país para enmarcar un mismo tema, llega a aceptarse como algo normal porque pasa a formar parte del cerebro de la gente.

Los impuestos son necesarios si queremos invertir de forma inteligente en una infraestructura nacional que nos dará frutos durante años y años. Eso incluye las inversiones en cosas como la educación y la sanidad para personas que no pueden permitírselas. Se trata de invertir en personas, y son inversiones inteligentes porque su resultado es una ciudadanía educada, una mano de obra educada y una población activa sana y eficiente.

Los progresistas quieren igualdad política, buenos colegios públicos, niños sanos, cuidados para los mayores, protección policial, granjas familiares, aire respirable, agua potable, peces en los ríos, bosques para pasear, pájaros y ranas, ciudades habitables, negocios éticos, periodistas que digan la verdad, música y baile, poesía y arte, y empleos con un sueldo digno para todo el que trabaje.

Pero como los conservadores se han apropiado de gran parte del lenguaje, los progresistas a menudo se ven obligados a ponerse a la defensiva sin mucho o nada que decir.

los auténticos valores familiares significan que nuestros padres, a medida que envejecen, no tengan que vender su casa o hipotecar su futuro para pagar la asistencia sanitaria o las medicinas que necesitan.

Es imposible ganar simplemente aportando datos verdaderos y demostrando que se contradicen con los argumentos de nuestro oponente. Los marcos superan a los datos, de manera que sus marcos permanecerán y los datos rebotarán. Siempre debemos redefinir el marco.

una vez que nuestro marco se acepta en el discurso, todo lo que digamos será de sentido común. ¿Por qué? Porque en eso consiste el sentido común: razonar dentro de un marco corriente y aceptado.

Nunca debemos responder a una pregunta enmarcada desde el punto de vista de nuestro oponente. Tenemos que redefinir el marco de la pregunta para que encaje con nuestros valores. Puede que esto resulte incómodo, ya que el estilo normal del discurso requiere que contestemos directamente a

las preguntas que se plantean, pero es una trampa.

Es una cuestión de simple justicia que los ricos paguen por su estilo de vida, y que la gente que lo sustenta reciba una remuneración como corresponde.