Juan Monsalve

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las normas siguen permitiendo a los cebaderos alimentar a los rumiantes con proteínas de animales no rumiantes. La harina de plumas y los desechos de pollo (es decir, su lecho, heces y restos de pienso) se aceptan como alimento para el ganado, así como la harina de pollo, de pescado y de cerdo. A algunos expertos en salud pública les preocupa que, como la carne de vacuno y la harina de huesos que las vacas solían comer están siendo utilizadas ahora para alimentar a pollos, cerdos y peces, los priones infecciosos puedan encontrar el camino de vuelta a las reses cuando estas se alimenten con las ...more
El dilema del omnívoro: En busca de la alimentación perfecta
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