la especie está evolucionando para contribuir a absorber el exceso de biomasa proveniente de los maizales americanos. Pero las vacas todavía no lo han conseguido del todo y muchas de las reses de los cebaderos —prácticamente todas, en una u otra medida, según la opinión de varios expertos en ciencia animal con los que he hablado— sencillamente están enfermas.