Juan Monsalve

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Lo que mantiene a un animal de cebadero sano —o, al menos, relativamente sano— son los antibióticos. La monensina amortigua la acidez en la panza y ayuda a prevenir la hinchazón y la acidosis, y la tilosina, un tipo de eritromicina, reduce la incidencia de la infección hepática. La mayor parte de los antibióticos que se venden en Estados Unidos termina en el pienso de los animales, y en general todo el mundo admite (excepto el sector de la agricultura) que se trata de una práctica que está conduciendo directamente al desarrollo de nuevos supermicrobios resistentes a los antibióticos. En el ...more
El dilema del omnívoro: En busca de la alimentación perfecta
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