Tras su secado, lo exprimimos para obtener aceite de maíz.» El aceite de maíz puede utilizarse para freír o para aliñar las ensaladas, o puede hidrogenarse y emplearse en margarinas y otros alimentos procesados: los átomos de hidrógeno se introducen a la fuerza en las moléculas de grasa para solidificarlas a temperatura ambiente (aunque originalmente se diseñaron como sustituto saludable de las grasas animales, los investigadores médicos creen ahora que estas grasas trans son en realidad peores para nuestras arterias que la mantequilla).