El buey 534 comenzó su vida como parte de una cadena alimentaria que extraía toda su energía del sol que alimentaba los pastos, que a su vez les alimentaban a él y a su madre. Cuando se mudó del rancho al cebadero, del pasto al maíz, se unió a una cadena alimentaria industrial que funciona con combustible fósil y que, por tanto, es defendida por el ejército de Estados Unidos, otro de los costes de la comida barata que nunca se tiene en cuenta (una quinta parte del petróleo que se consume en Estados Unidos se emplea en la producción y el transporte de nuestra comida).