More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
El juego de la infiltración es similar al de la seducción: el que pide permiso ha perdido antes de empezar.
El aprender a diferenciar entre por qué hace uno las cosas y por qué dice hacerlas es el primer paso para comenzar a conocerse a uno mismo. Y de ahí a dejar de ser un cretino hay un trecho.
Lo que tiene que hacer usted, Fernandito, es empezar a evitar que los demás le escriban el diálogo.
Lo que digo siempre, si uno quiere que las cosas salgan bien hay que poner a una mujer al mando.
El dolor más sincero se vive a solas.
En las batallas perdidas, la última defensa es la indiferencia.
«Nada asusta más a un cafre que una mujer que sabe leer, escribir, pensar y encima enseña las rodillas.»
Las esperanzas las guardan las personas, pero el destino lo reparte el diablo.
Es más fácil dejar atrás malos recuerdos que buenos zapatos.
En el poder las puñaladas nunca llegan de frente, siempre por la espalda y con un abrazo.

